Los pasos a seguir en el Independiente
Independiente resolvió el problema más urgente con el pago de parte de deudas, pero para poder solucionar la cuestión de fondo habrá que vender y renegociar contratos.
Olé
Hubo respiro en Independiente. Fueron 11 los jugadores que el miércoles pasado cobraron los sueldos que el club les debía hasta el 31 de marzo. En los últimos días, el fuego cruzado se vio interrumpido por una tregua, pero nadie sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo podrá sostenerse la tensa calma que se vive hoy en el Rojo. En definitiva, la institución logró resolver una situación que ameritaba una respuesta urgente. Los 1.600.000 dólares que entraron por la venta de Nicolás Figal a Inter de Miami posibilitaron cancelar los montos adeudados. De todas formas, el problema de fondo aún no se ha solucionado. Existen desequilibrios financieros que deberán ser resueltos para que el fuego del conflicto no se alimente en el futuro. Si Independiente quiere comenzar a equilibrar sus cuentas, deberá transitar dos caminos: impulsar una importante reducción del presupuesto del plantel y vender jugadores.
El primer paso ya fue dado. El Rojo pudo salir de una situación acuciante. Los directivos lograron evitar la profundización del malestar que se percibía en el plantel y desactivaron, el menos en lo inmediato, la bomba de tiempo que hubiese representado la posibilidad de que varios jugadores pidiesen la libertad de acción por falta de pago. Ahora llegará el momento de sentarse a renegociar contratos y vender. En Avellaneda ya saben cuál es la ecuación para que los números empiecen a cerrar: el club paga 1.000.000 de dólares mensuales en los sueldos de los futbolistas y se torna imperioso achicar esa cifra en un 40%.
Por edad y proyección, Fabricio Bustos y Alan Franco son los futbolistas en los que los directivos tienen depositadas más esperanzas para consumar una venta importante. El lateral fue sondeado por Flamengo y la CD pedirá 5.000.000. El central por Los Ángeles Galaxy y Cruz Azul y reclamarán 8.000.000.
Gastón Silva pidió la libertad de acción y dejó de entrenarse, pero en los últimos días se retomaron las charlas con su madre y representante, Silvia Perdomo, para tratar de buscarle una salida a través de una venta que beneficie a ambas partes. Martín Campaña es otro que estará en la vidriera: pedirán u$s 2.000.000. A Lucas Romero lo quiere Cruzeiro y en el Rojo desean venderlo ya que su sueldo es muy elevado. Y lo mismo podría suceder con Silvio Romero. Se vienen días movidos.
LE PAGARON A PUSINERI
Decidió no elevar ningún tipo de reclamo, pero a Lucas Pusineri y su cuerpo técnico también les debían plata. El entrenador todavía no había cobrado los salarios correspondientes a los meses de febrero y marzo, pero el club finalmente le depositó el dinero.
El técnico siempre se mantuvo al margen del conflicto entre los directivos y el plantel. Adoptó una postura equidistante y decidió no involucrarse en la puja. Para Pusineri no sólo representó un alivio el hecho de que hayan cancelado la deuda que mantenían con él, sino que también le trajo algo de tranquilidad el hecho de que les hayan pagado a los jugadores.
Hubo respiro en Independiente. Fueron 11 los jugadores que el miércoles pasado cobraron los sueldos que el club les debía hasta el 31 de marzo. En los últimos días, el fuego cruzado se vio interrumpido por una tregua, pero nadie sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo podrá sostenerse la tensa calma que se vive hoy en el Rojo. En definitiva, la institución logró resolver una situación que ameritaba una respuesta urgente. Los 1.600.000 dólares que entraron por la venta de Nicolás Figal a Inter de Miami posibilitaron cancelar los montos adeudados. De todas formas, el problema de fondo aún no se ha solucionado. Existen desequilibrios financieros que deberán ser resueltos para que el fuego del conflicto no se alimente en el futuro. Si Independiente quiere comenzar a equilibrar sus cuentas, deberá transitar dos caminos: impulsar una importante reducción del presupuesto del plantel y vender jugadores.
El primer paso ya fue dado. El Rojo pudo salir de una situación acuciante. Los directivos lograron evitar la profundización del malestar que se percibía en el plantel y desactivaron, el menos en lo inmediato, la bomba de tiempo que hubiese representado la posibilidad de que varios jugadores pidiesen la libertad de acción por falta de pago. Ahora llegará el momento de sentarse a renegociar contratos y vender. En Avellaneda ya saben cuál es la ecuación para que los números empiecen a cerrar: el club paga 1.000.000 de dólares mensuales en los sueldos de los futbolistas y se torna imperioso achicar esa cifra en un 40%.
Por edad y proyección, Fabricio Bustos y Alan Franco son los futbolistas en los que los directivos tienen depositadas más esperanzas para consumar una venta importante. El lateral fue sondeado por Flamengo y la CD pedirá 5.000.000. El central por Los Ángeles Galaxy y Cruz Azul y reclamarán 8.000.000.
Gastón Silva pidió la libertad de acción y dejó de entrenarse, pero en los últimos días se retomaron las charlas con su madre y representante, Silvia Perdomo, para tratar de buscarle una salida a través de una venta que beneficie a ambas partes. Martín Campaña es otro que estará en la vidriera: pedirán u$s 2.000.000. A Lucas Romero lo quiere Cruzeiro y en el Rojo desean venderlo ya que su sueldo es muy elevado. Y lo mismo podría suceder con Silvio Romero. Se vienen días movidos.
LE PAGARON A PUSINERI
Decidió no elevar ningún tipo de reclamo, pero a Lucas Pusineri y su cuerpo técnico también les debían plata. El entrenador todavía no había cobrado los salarios correspondientes a los meses de febrero y marzo, pero el club finalmente le depositó el dinero.
El técnico siempre se mantuvo al margen del conflicto entre los directivos y el plantel. Adoptó una postura equidistante y decidió no involucrarse en la puja. Para Pusineri no sólo representó un alivio el hecho de que hayan cancelado la deuda que mantenían con él, sino que también le trajo algo de tranquilidad el hecho de que les hayan pagado a los jugadores.
