Riquelme a Tevez, ¿con la misma moneda?
Ahora como vice, Román podría estar en la posición que estuvo Angelici con él y definir el futuro de un ídolo. ¿Le dará todos los gustos a Carlitos para que tenga un final distinto al suyo?
Olé
Ya había pasado el caño sin tocar la pelota a Izquierdoz y esa última vez en la Bombonera. También varios banderazos multitudinarios para pedir por su continuidad en Boca. Y hacía unos días, Argentina había perdido ante Alemania la final del Mundial de Brasil. Así, en ese contexto, se terminó la relación entre Juan Román Riquelme y el club de sus amores. Al menos la relación futbolística. Hasta esta vuelta como vicepresidente. ¿Puede Carlos Tevez terminar de la misma manera, por más que la política de esta dirigencia sea tratar bien a los ídolos?
Las señales que da Jorge Amor Ameal son muy distintas a las que en aquel entonces daba Daniel Angelici, a partir de esa relación chispeante que siempre mantuvo con Riquelme. Si bien Ameal y Tevez no son del mismo palo, mediáticamente por ahora los mensajes son de paz y armonía. Y Carlitos, a diferencia de Román, no llegó al punto de decir de forma desafiante que seguirá en Boca o se irá´“a jugar en otro lado”.
En el 2014 fue una lucha de poder, tal como las renovaciones del 2010 y la vuelta del retiro del 2013. Potenciado porque la dirigencia no quería que el ídolo siguiera hasta que la Bombonera habló y obligó a hacer un intento desganado. Más para afuera que para adentro. Así empezaron negociaciones repletas de chicanas, tironeos, todo un sinsentido. Manejos que se hacen para desgastar.
Más allá de eso, tampoco fue que Boca no le ofreció nada a Riquelme. Le ofreció uno de los mejores contratos del país, pero que no tenía lo que él pretendía: dólar libre al valor del blue, que en ese momento se había despegado del oficial. Si el 10 hubiera cedido y aceptado, seguramente habría seguido jugando en el Boca de Carlos Bianchi, que se reforzaría con Meli, Chávez, Castellani y Carrizo.
La última bomba explotó un 15 de julio, cuando el contrato de Riquelme ya había terminado y el representante Daniel Bolotnicoff pidió una reunión, pero en el cónclave en la Bombonera ninguna de las partes cedió, hubo un tremendo pase de facturas (se vació antes de la final de una Libertadores, fue y volvió, no hizo pretemporadas) y Boca liberó al ídolo a que vaya por alguna de las otras opciones, entre las que figuraba Argentinos. Fue el final más anunciado de la historia.
A Tevez, como a Riquelme en el 2014, se le vence el contrato a mitad de año y lo que se escucha es que se resuelve en cinco minutos. Pero en esos cinco minutos dicen por lo bajo que el ídolo actual deberá aceptar las nuevas condiciones que no incluirán un contrato millonario en dólares, como el que firmó cuando volvió de la Juventus y también de China.
¿Qué pasa si Tevez pide uno de los mejores contratos del país y exige dólar blue? ¿Riquelme se lo dará para que tenga un final distinto al suyo? ¿O esta vez, siendo directivo, deberá hacer el papel de Angelici?
Ya había pasado el caño sin tocar la pelota a Izquierdoz y esa última vez en la Bombonera. También varios banderazos multitudinarios para pedir por su continuidad en Boca. Y hacía unos días, Argentina había perdido ante Alemania la final del Mundial de Brasil. Así, en ese contexto, se terminó la relación entre Juan Román Riquelme y el club de sus amores. Al menos la relación futbolística. Hasta esta vuelta como vicepresidente. ¿Puede Carlos Tevez terminar de la misma manera, por más que la política de esta dirigencia sea tratar bien a los ídolos?
Las señales que da Jorge Amor Ameal son muy distintas a las que en aquel entonces daba Daniel Angelici, a partir de esa relación chispeante que siempre mantuvo con Riquelme. Si bien Ameal y Tevez no son del mismo palo, mediáticamente por ahora los mensajes son de paz y armonía. Y Carlitos, a diferencia de Román, no llegó al punto de decir de forma desafiante que seguirá en Boca o se irá´“a jugar en otro lado”.
En el 2014 fue una lucha de poder, tal como las renovaciones del 2010 y la vuelta del retiro del 2013. Potenciado porque la dirigencia no quería que el ídolo siguiera hasta que la Bombonera habló y obligó a hacer un intento desganado. Más para afuera que para adentro. Así empezaron negociaciones repletas de chicanas, tironeos, todo un sinsentido. Manejos que se hacen para desgastar.
Más allá de eso, tampoco fue que Boca no le ofreció nada a Riquelme. Le ofreció uno de los mejores contratos del país, pero que no tenía lo que él pretendía: dólar libre al valor del blue, que en ese momento se había despegado del oficial. Si el 10 hubiera cedido y aceptado, seguramente habría seguido jugando en el Boca de Carlos Bianchi, que se reforzaría con Meli, Chávez, Castellani y Carrizo.
La última bomba explotó un 15 de julio, cuando el contrato de Riquelme ya había terminado y el representante Daniel Bolotnicoff pidió una reunión, pero en el cónclave en la Bombonera ninguna de las partes cedió, hubo un tremendo pase de facturas (se vació antes de la final de una Libertadores, fue y volvió, no hizo pretemporadas) y Boca liberó al ídolo a que vaya por alguna de las otras opciones, entre las que figuraba Argentinos. Fue el final más anunciado de la historia.
A Tevez, como a Riquelme en el 2014, se le vence el contrato a mitad de año y lo que se escucha es que se resuelve en cinco minutos. Pero en esos cinco minutos dicen por lo bajo que el ídolo actual deberá aceptar las nuevas condiciones que no incluirán un contrato millonario en dólares, como el que firmó cuando volvió de la Juventus y también de China.
¿Qué pasa si Tevez pide uno de los mejores contratos del país y exige dólar blue? ¿Riquelme se lo dará para que tenga un final distinto al suyo? ¿O esta vez, siendo directivo, deberá hacer el papel de Angelici?
