“Muchos clubes van a quebrar”
Pablo Bianchini, presidente de Platense, se refirió a la delicada situación que viven varias instituciones y avizora un panorama muy duro: “Si esto sigue así vamos a terminar jugando al fútbol entre los hinchas”.
Olé
No quiero ser pesimista, sino realista". Pablo Bianchini, presidente de Platense, lo reiteró en varias oportunidades. El directivo se refirió a la crisis económica que golpea a muchos clubes como consecuencia del parate del fútbol. Y fue contundente. "Muchos clubes van a quebrar o a quedar al borde de la quiebra. Hay que tomar decisiones para tratar de salvar a las instituciones. Un club que se va a la quiebra es una sociedad anónima que empieza a golpear la puerta", disparó en diálogo con radio La Red.
Son múltiples las fuentes de ingresos que las instituciones han perdido. La plata que entra por los sponsors ha mermado, ya no hay dinero por venta de entradas ni por actividades que van por fuera de la cuota social. La situación es crítica. "Las deudas que se están generando hoy nos van a llevar a la quiebra si no actuamos rápido. Platense tiene 180 personas que cobran salarios. Los ingresos disminuyen y los egresos siguen siendo los mismos", comentó el dirigente. Y dio detalles de lo que está pasando en el Calamar: "Esta pandemia redujo actividades. En marzo perdimos el 65% y en abril el 80% de los servicios que nos ingresaban".
La falta de actividad hace tambalear economías grandes y pequeñas. La crisis prácticamente no distingue categorías, aunque es evidente que son los clubes del Ascenso los que más están sufriendo. Platense milita en la Primera Nacional. "Las instituciones representamos cosas que tienen que ver con nuestros orígenes, con nuestros barrios, con lo social. Y eso es lo que hay que sostener. Para eso los clubes tienen que estar vivos", remarcó Bianchini. Y fue muy crudo a la hora de describir el escenario sobre el que están parados: "Lo importante no es quién desciende, sino que los clubes sigan vivos. Es necesario preservar la integridad de los clubes. Es muy grave lo que está pasando desde lo económico. Si esto sigue así vamos a terminar jugando al futbol entre los hinchas".
Bianchini comentó que, a pesar de los esfuerzos que están haciendo para mantener el equilibrio financiero, el panorama es complejo en el Calamar: "En nuestro club tenemos 16 disciplinas y hoy no sabés si esas disciplinas van a volver al club. Hay un montón de fuentes de trabajo en riesgo". Ante ese panorama que parece ser desolador, el dirigente fue categórico cuando le consultaron si va a traer refuerzos en el próximo mercado de pases: "¿Cómo voy a incorporar jugadores si no les puedo pagar a los que están?".
No quiero ser pesimista, sino realista". Pablo Bianchini, presidente de Platense, lo reiteró en varias oportunidades. El directivo se refirió a la crisis económica que golpea a muchos clubes como consecuencia del parate del fútbol. Y fue contundente. "Muchos clubes van a quebrar o a quedar al borde de la quiebra. Hay que tomar decisiones para tratar de salvar a las instituciones. Un club que se va a la quiebra es una sociedad anónima que empieza a golpear la puerta", disparó en diálogo con radio La Red.
Son múltiples las fuentes de ingresos que las instituciones han perdido. La plata que entra por los sponsors ha mermado, ya no hay dinero por venta de entradas ni por actividades que van por fuera de la cuota social. La situación es crítica. "Las deudas que se están generando hoy nos van a llevar a la quiebra si no actuamos rápido. Platense tiene 180 personas que cobran salarios. Los ingresos disminuyen y los egresos siguen siendo los mismos", comentó el dirigente. Y dio detalles de lo que está pasando en el Calamar: "Esta pandemia redujo actividades. En marzo perdimos el 65% y en abril el 80% de los servicios que nos ingresaban".
La falta de actividad hace tambalear economías grandes y pequeñas. La crisis prácticamente no distingue categorías, aunque es evidente que son los clubes del Ascenso los que más están sufriendo. Platense milita en la Primera Nacional. "Las instituciones representamos cosas que tienen que ver con nuestros orígenes, con nuestros barrios, con lo social. Y eso es lo que hay que sostener. Para eso los clubes tienen que estar vivos", remarcó Bianchini. Y fue muy crudo a la hora de describir el escenario sobre el que están parados: "Lo importante no es quién desciende, sino que los clubes sigan vivos. Es necesario preservar la integridad de los clubes. Es muy grave lo que está pasando desde lo económico. Si esto sigue así vamos a terminar jugando al futbol entre los hinchas".
Bianchini comentó que, a pesar de los esfuerzos que están haciendo para mantener el equilibrio financiero, el panorama es complejo en el Calamar: "En nuestro club tenemos 16 disciplinas y hoy no sabés si esas disciplinas van a volver al club. Hay un montón de fuentes de trabajo en riesgo". Ante ese panorama que parece ser desolador, el dirigente fue categórico cuando le consultaron si va a traer refuerzos en el próximo mercado de pases: "¿Cómo voy a incorporar jugadores si no les puedo pagar a los que están?".
