Intensivistas: "Ventilador" AMBU incumple requisitos y es un peligro para el paciente critico
La Paz, ANF
Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva advirtió, mediante un comunicado, que la reciente adquisición de “respiradores” por parte del Gobierno nacional no cumplen con las especificaciones técnicas mínimas exigidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que pueden constituirse en un peligro para el paciente crítico.
La Sociedad señala que el “mal llamado ventilador o respirador mecánico”, por parte de las autoridades, en realidad es un AMBU automatizado, que de ninguna manera se podría utilizar en las Unidades de Terapia Intensiva, Intermedia e incluso para el transporte del paciente crítico.
“No cumple ni con el 10%” de las especificaciones técnicas mínimas de la OMS, “pudiendo ser un peligro en el paciente crítico”, aseveran los especialistas.
De acuerdo a la literatura médica, un AMBU (del inglés Airway Mask Bag Unit), también conocido como resucitador manual o bolsa autoinflable, es un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva para aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente. En el caso de los que llegaron al país son automatizados.
Los intensivistas en toda Bolivia estamos en emergencia ante aseveraciones de las autoridades en relación al uso de la ventilación mecánica, agrega el comunicado de la Sociedad de Intensivistas, sin considerar que “si bien la ventilación mecánica es una intervención que puede salvar vidas, también puede empeorar la lesión pulmonar del paciente crítico, a través de la Lesión Inducida por el Ventilador, además de contribuir rápidamente a la falla multiorgánica y al fallecimiento en pacientes con complicaciones severas del Covid-19, con el mal uso”.
Las autoridades están “confundiendo a la opinión publica en relación a su manejo adecuado (del ventilador) que debe ser por el especialista en Medicina Critica y Terapia Intensiva”, señala la nota de prensa de la Sociedad.
El 14 de mayo, 170 respiradores de los 500 comprados por el Gobierno boliviano llegaron a Santa Cruz para ser distribuidos en todo el país y reforzar las unidades de terapia intensiva en la atención contra el Covid-19.
“En esta oportunidad vamos hacer la entrega de respiradores para Santa Cruz, hemos hecho el mayor esfuerzo para entregar también ítems de salud para fortalecer hospitales y centros médicos”, manifestó la presidenta del Estado, Jeanine Añez.
A la crítica a los respiradores adquiridos, se sumaron denuncias de sobre precio en la compra del dispositivo que llegó desde España.
Los intensivistas dejaron en claro que no se harán responsables de las complicaciones secundarias generadas por los AMBU automatizados, “mal llamados respiradores o ventiladores mecánicos”, así como de la “irresponsabilidad de algunos colegas” que están incitando al “uso de medicamentos milagrosos sin ningún nivel de evidencia y grado de recomendación que implique su eficacia, distorsionando y creando una falsa expectativa en la población”.
El 13 de mayo, Bolivia incluyó a la Ivermectina, antiparasitario de uso animal, dentro de su lista de medicamentos esenciales y podrá ser usada en pacientes con coronavirus, a pesar de sus contraindicaciones y de tratarse de un producto que todavía está a prueba en el tratamiento contra esa enfermedad.
Los intensivistas demandan a las autoridades de gobierno el acercamiento a la sociedad científica para plantear estrategias, sugerencias y propuestas técnicas para la optimización de intensivistas –hay solo 200 y Bolivia requiere 500-, optimización de camas completas en Terapia Intensiva –hay de 485-490 camas y el país requiere 1.160 camas-, y para la dotación de equipos de protección personal y pruebas de diagnóstico masivo para el pueblo boliviano.
Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva advirtió, mediante un comunicado, que la reciente adquisición de “respiradores” por parte del Gobierno nacional no cumplen con las especificaciones técnicas mínimas exigidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que pueden constituirse en un peligro para el paciente crítico.
La Sociedad señala que el “mal llamado ventilador o respirador mecánico”, por parte de las autoridades, en realidad es un AMBU automatizado, que de ninguna manera se podría utilizar en las Unidades de Terapia Intensiva, Intermedia e incluso para el transporte del paciente crítico.
“No cumple ni con el 10%” de las especificaciones técnicas mínimas de la OMS, “pudiendo ser un peligro en el paciente crítico”, aseveran los especialistas.
De acuerdo a la literatura médica, un AMBU (del inglés Airway Mask Bag Unit), también conocido como resucitador manual o bolsa autoinflable, es un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva para aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente. En el caso de los que llegaron al país son automatizados.
Los intensivistas en toda Bolivia estamos en emergencia ante aseveraciones de las autoridades en relación al uso de la ventilación mecánica, agrega el comunicado de la Sociedad de Intensivistas, sin considerar que “si bien la ventilación mecánica es una intervención que puede salvar vidas, también puede empeorar la lesión pulmonar del paciente crítico, a través de la Lesión Inducida por el Ventilador, además de contribuir rápidamente a la falla multiorgánica y al fallecimiento en pacientes con complicaciones severas del Covid-19, con el mal uso”.
Las autoridades están “confundiendo a la opinión publica en relación a su manejo adecuado (del ventilador) que debe ser por el especialista en Medicina Critica y Terapia Intensiva”, señala la nota de prensa de la Sociedad.
El 14 de mayo, 170 respiradores de los 500 comprados por el Gobierno boliviano llegaron a Santa Cruz para ser distribuidos en todo el país y reforzar las unidades de terapia intensiva en la atención contra el Covid-19.
“En esta oportunidad vamos hacer la entrega de respiradores para Santa Cruz, hemos hecho el mayor esfuerzo para entregar también ítems de salud para fortalecer hospitales y centros médicos”, manifestó la presidenta del Estado, Jeanine Añez.
A la crítica a los respiradores adquiridos, se sumaron denuncias de sobre precio en la compra del dispositivo que llegó desde España.
Los intensivistas dejaron en claro que no se harán responsables de las complicaciones secundarias generadas por los AMBU automatizados, “mal llamados respiradores o ventiladores mecánicos”, así como de la “irresponsabilidad de algunos colegas” que están incitando al “uso de medicamentos milagrosos sin ningún nivel de evidencia y grado de recomendación que implique su eficacia, distorsionando y creando una falsa expectativa en la población”.
El 13 de mayo, Bolivia incluyó a la Ivermectina, antiparasitario de uso animal, dentro de su lista de medicamentos esenciales y podrá ser usada en pacientes con coronavirus, a pesar de sus contraindicaciones y de tratarse de un producto que todavía está a prueba en el tratamiento contra esa enfermedad.
Los intensivistas demandan a las autoridades de gobierno el acercamiento a la sociedad científica para plantear estrategias, sugerencias y propuestas técnicas para la optimización de intensivistas –hay solo 200 y Bolivia requiere 500-, optimización de camas completas en Terapia Intensiva –hay de 485-490 camas y el país requiere 1.160 camas-, y para la dotación de equipos de protección personal y pruebas de diagnóstico masivo para el pueblo boliviano.