Suspenden por ocho años a exentrenadora de gimnasia olímpica de EEUU
Maggie Haney abusaba y maltrataba a los atletas. Las obliga a entrenar incluso estando lesionadas. Dirigió a medallistas olímpicas. La dura medida será hasta el 30 de abril de 2028
Agencia AFP
La exentrenadora de gimnasia de Estados Unidos Maggie Haney fue suspendida durante ocho años por abusos verbales y maltratos a atletas, informó este miércoles la federación de gimnasia (US Gymnastics).
Haney, de 42 años, fue "suspendida de todo contacto" desde este jueves hasta el 30 de abril de 2028, según reporta la federación en su sitio electrónico.
La entrenadora estaba acusada de abuso verbal y maltrato a atletas, llegando a obligarlas a entrenar aunque estuvieran lesionadas, de acuerdo con medios estadounidenses.
Haney es dueña del centro de gimnasia MG Elite en Morganville (Nueva Jersey) donde entrenó a Laurie Hernández, a quien guió a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río-2016, y a Riley McCusker, miembro del equipo estadounidense que ganó el oro en el Campeonato del Mundo de Doha 2018.
La suspensión fue decretada por un panel independiente conformado por un abogado, el dueño de un club de gimnasia y un exatleta del equipo nacional tras unas audiencias en las que se presentaron documentos de la federación y los testimonios de dos personas, explicó el diario The New York Times.
Durante ocho años, Haney no podrá pertenecer ni entrenar a ninguna atleta de la federación de gimnasia ni de sus clubs miembros. Al término de ese periodo todavía tendrá que pasar un periodo de prueba de dos años antes de un eventual retorno.
El caso de Haney se suma al periodo turbulento que atraviesa la gimnasia estadounidense, todavía sacudida por el escándalo de abusos sexuales cometidos por el exmédico del equipo nacional Larry Nassar.
Acusado de abusar de decenas de atletas durante años, Nassar fue condenado en 2018 a entre 40 y 125 años de prisión.
Tras la sentencia, la federación ofreció un plan de indemnizaciones por un monto total de 215 millones de dólares que fue criticado por algunas de las víctimas, entre ellas las medallistas olímpicas Simone Biles y Aly Raisman, que reclaman una investigación independiente para determinar si hubo otros responsables de permitir los abusos.
Agencia AFP
La exentrenadora de gimnasia de Estados Unidos Maggie Haney fue suspendida durante ocho años por abusos verbales y maltratos a atletas, informó este miércoles la federación de gimnasia (US Gymnastics).
Haney, de 42 años, fue "suspendida de todo contacto" desde este jueves hasta el 30 de abril de 2028, según reporta la federación en su sitio electrónico.
La entrenadora estaba acusada de abuso verbal y maltrato a atletas, llegando a obligarlas a entrenar aunque estuvieran lesionadas, de acuerdo con medios estadounidenses.
Haney es dueña del centro de gimnasia MG Elite en Morganville (Nueva Jersey) donde entrenó a Laurie Hernández, a quien guió a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río-2016, y a Riley McCusker, miembro del equipo estadounidense que ganó el oro en el Campeonato del Mundo de Doha 2018.
La suspensión fue decretada por un panel independiente conformado por un abogado, el dueño de un club de gimnasia y un exatleta del equipo nacional tras unas audiencias en las que se presentaron documentos de la federación y los testimonios de dos personas, explicó el diario The New York Times.
Durante ocho años, Haney no podrá pertenecer ni entrenar a ninguna atleta de la federación de gimnasia ni de sus clubs miembros. Al término de ese periodo todavía tendrá que pasar un periodo de prueba de dos años antes de un eventual retorno.
El caso de Haney se suma al periodo turbulento que atraviesa la gimnasia estadounidense, todavía sacudida por el escándalo de abusos sexuales cometidos por el exmédico del equipo nacional Larry Nassar.
Acusado de abusar de decenas de atletas durante años, Nassar fue condenado en 2018 a entre 40 y 125 años de prisión.
Tras la sentencia, la federación ofreció un plan de indemnizaciones por un monto total de 215 millones de dólares que fue criticado por algunas de las víctimas, entre ellas las medallistas olímpicas Simone Biles y Aly Raisman, que reclaman una investigación independiente para determinar si hubo otros responsables de permitir los abusos.