En Santa Cruz la Fiscalía sigue sin conseguir una morgue para realizar las autopsias de las víctimas de coronavirus
Advierten que si no hay un espacio disponible, se suspenderá dicho servicio legal. En el municipio afirman que no pueden autorizar el funcionamiento de una morgue en hospitales donde hay cirugías y neonatología
Berthy Vaca J
El Deber
Con hoy, van cinco días que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de Santa Cruz, dependiente del Ministerio Público, no tiene dónde realizar las autopsias legales a cadáveres por muertes violentas. La morgue del hospital de la Pampa de la Isla, donde se llevaba a cabo este trabajo, fue abandonada por el equipo forense debido a sospechas de estar contaminada por el ingreso del cuerpo de una mujer que falleció por coronavirus.
Desde entonces, la fiscal departamental, Mirna Arancibia, ha realizado gestiones ante la Gobernación y el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra para habilitar la morgue del hospital público de la Villa Primero de Mayo, pero no ha tenido éxito. No descarta la suspensión de las autopsias legales en la capital cruceña.
“He mandado notas al Dr. (Óscar) Urenda (secretario de Salud de la Gobernación), a Angélica Sosa (hoy alcaldesa interina), al encargado del Sedes (Marcelo Ríos), al Dr. (Raúl) Hevia (secretario municipal de Salud) y ninguno quiere asumir la responsabilidad de decir dónde va a funcionar la morgue. Así que estamos a la espera, con las actividades suspendidas y esperando que no haya muertos en Santa Cruz”, manifestó Arancibia.
Hevia explicó que no se puede autorizar el funcionamiento de una morgue en ningún hospital público por el riesgo sanitario que significa la tenencia prolongada de cuerpos allí.
“Existe el riesgo si llevan cadáveres al hospital de la Villa Primero de Mayo, como el del Plan Tres Mil, el Francés o el del Bajío, porque tienen servicios de quirófano y de cesáreas, donde nacen niños que se pueden contaminar. En cambio, en el hospital de la Pampa le dimos la morgue porque estaba semivacío y funcionaba solamente como un dentro de primer nivel. Si yo, la arquitecta Sosa o el alcalde, autorizan esto, los médicos al minuto nos hacen escándalo”, manifestó la autoridad municipal.
Berthy Vaca J
El Deber
Con hoy, van cinco días que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de Santa Cruz, dependiente del Ministerio Público, no tiene dónde realizar las autopsias legales a cadáveres por muertes violentas. La morgue del hospital de la Pampa de la Isla, donde se llevaba a cabo este trabajo, fue abandonada por el equipo forense debido a sospechas de estar contaminada por el ingreso del cuerpo de una mujer que falleció por coronavirus.
Desde entonces, la fiscal departamental, Mirna Arancibia, ha realizado gestiones ante la Gobernación y el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra para habilitar la morgue del hospital público de la Villa Primero de Mayo, pero no ha tenido éxito. No descarta la suspensión de las autopsias legales en la capital cruceña.
“He mandado notas al Dr. (Óscar) Urenda (secretario de Salud de la Gobernación), a Angélica Sosa (hoy alcaldesa interina), al encargado del Sedes (Marcelo Ríos), al Dr. (Raúl) Hevia (secretario municipal de Salud) y ninguno quiere asumir la responsabilidad de decir dónde va a funcionar la morgue. Así que estamos a la espera, con las actividades suspendidas y esperando que no haya muertos en Santa Cruz”, manifestó Arancibia.
Hevia explicó que no se puede autorizar el funcionamiento de una morgue en ningún hospital público por el riesgo sanitario que significa la tenencia prolongada de cuerpos allí.
“Existe el riesgo si llevan cadáveres al hospital de la Villa Primero de Mayo, como el del Plan Tres Mil, el Francés o el del Bajío, porque tienen servicios de quirófano y de cesáreas, donde nacen niños que se pueden contaminar. En cambio, en el hospital de la Pampa le dimos la morgue porque estaba semivacío y funcionaba solamente como un dentro de primer nivel. Si yo, la arquitecta Sosa o el alcalde, autorizan esto, los médicos al minuto nos hacen escándalo”, manifestó la autoridad municipal.