Oficial: se cancela el GP de Australia en Albert Park
Después del positivo por coronavirus de un trabajador de McLaren, los equipos han votado contra su celebración. A primera hora del viernes se confirmó la cancelación.
Jesús Balseiro
As
Es oficial, el GP de Australia de F1 está cancelado según confirmaron este mismo viernes la FIA y el promotor de la carrera después de intensas horas de negociación entre escuderías, organizador y campeonato. El positivo por coronavirus de un miembro del equipo McLaren desencadenó los acontecimientos, que se sucedieron a trompicones en medio de la inacción de Liberty, que durante las últimas semanas ha intentado a toda costa que las primeras carreras de la temporada fueran adelante cuando el contexto internacional y la pandemia declarada por la OMS lo convertía, cuando menos, en nada recomendable. Después de una negociación de los jefes de equipo en un hotel del centro de la ciudad, una mayoría de estos votó por no correr este fin de semana y evitar los riesgos de exposición para pilotos, equipos, trabajadores y aficionados. Esta mayoría está compuesta por Ferrari, McLaren, Alfa Romeo, Haas, Renault y Mercedes. Se entiende que Red Bull, Alpha Tauri y Racing Point eran partidarios de correr.
Pero el esperpento en Albert Park ya no tiene vuelta atrás. Mientras las grandes competiciones internacionales avanzaban suspensiones, aplazamientos y cancelaciones (NBA, MotoGP, Champions League, LaLiga, Premier, ATP…), el ‘Gran Circo’ se desplazó a Australia con sus 2.300 personas, integrantes del paddock, de varias decenas de nacionalidades y dispuestos a recibir a cerca de 200.000 fans intentando sortear las amenazas del coronavirus. Con múltiples medidas y precauciones, el planning comenzó este jueves con las ruedas de prensa: los pilotos comparecieron a dos metros de los periodistas, se cancelaron las firmas de autógrafos y no hubo ‘selfies’ ni acercamientos físicos a los hinchas. Todo en orden hasta que, a las 22:30, McLaren confirmó el positivo por COVID-19 de uno de sus trabajadores, aislado desde el miércoles.
El promotor de la carrera confirmó que después de nueve test a personal de equipos más un fotógrafo, siete casos habían dado negativo, uno queda pendiente y otro, el del trabajador de Woking, llevaba el coronavirus al paddock. Cuentan fuentes cercanas a la escudería naranja que el caso por ahora no reviste de gravedad y los síntomas son los de un catarro, pero Zak Brown y Andreas Seidl actuaron rápido aislando a quienes más cerca estuvieron del infectado y comunicando, en cuestión de minutos, que se retiraban del gran premio. Carlos Sainz y Lando Norris eran las primeras bajas confirmadas.
Sin respuesta oficial de la FIA
Entonces, llegaba la hora de que FIA, FOM y AGPC (organizador de la cita australiana) pusieran en marcha el plan tras un positivo confirmado, pero cinco horas después del anuncio de McLaren, aún no había una respuesta oficial. En Melbourne queda la sensación de que, contra todas las recomendaciones, pusieron en marcha la maquinaria de la Fórmula 1 para disputar los primeros grandes premios y así evitar las indemnizaciones y discusiones legales sobre quién pagará el canon de 30 millones de euros por carrera que debe abonar cada promotor. El problema es que en una semana está fijado el GP de Bahréin, a puerta cerrada, y en tres, el de Vietnam con importantes restricciones a la entrada de viajeros europeos. Todo parece indicar que el Mundial empezará en Zandvoort, el 3 de mayo, si para entonces la incidencia del coronavirus se ha controlado en el viejo continente. Si no es así, está en riesgo buena parte de la primera mitad del curso 2020.
As
Es oficial, el GP de Australia de F1 está cancelado según confirmaron este mismo viernes la FIA y el promotor de la carrera después de intensas horas de negociación entre escuderías, organizador y campeonato. El positivo por coronavirus de un miembro del equipo McLaren desencadenó los acontecimientos, que se sucedieron a trompicones en medio de la inacción de Liberty, que durante las últimas semanas ha intentado a toda costa que las primeras carreras de la temporada fueran adelante cuando el contexto internacional y la pandemia declarada por la OMS lo convertía, cuando menos, en nada recomendable. Después de una negociación de los jefes de equipo en un hotel del centro de la ciudad, una mayoría de estos votó por no correr este fin de semana y evitar los riesgos de exposición para pilotos, equipos, trabajadores y aficionados. Esta mayoría está compuesta por Ferrari, McLaren, Alfa Romeo, Haas, Renault y Mercedes. Se entiende que Red Bull, Alpha Tauri y Racing Point eran partidarios de correr.
Pero el esperpento en Albert Park ya no tiene vuelta atrás. Mientras las grandes competiciones internacionales avanzaban suspensiones, aplazamientos y cancelaciones (NBA, MotoGP, Champions League, LaLiga, Premier, ATP…), el ‘Gran Circo’ se desplazó a Australia con sus 2.300 personas, integrantes del paddock, de varias decenas de nacionalidades y dispuestos a recibir a cerca de 200.000 fans intentando sortear las amenazas del coronavirus. Con múltiples medidas y precauciones, el planning comenzó este jueves con las ruedas de prensa: los pilotos comparecieron a dos metros de los periodistas, se cancelaron las firmas de autógrafos y no hubo ‘selfies’ ni acercamientos físicos a los hinchas. Todo en orden hasta que, a las 22:30, McLaren confirmó el positivo por COVID-19 de uno de sus trabajadores, aislado desde el miércoles.
El promotor de la carrera confirmó que después de nueve test a personal de equipos más un fotógrafo, siete casos habían dado negativo, uno queda pendiente y otro, el del trabajador de Woking, llevaba el coronavirus al paddock. Cuentan fuentes cercanas a la escudería naranja que el caso por ahora no reviste de gravedad y los síntomas son los de un catarro, pero Zak Brown y Andreas Seidl actuaron rápido aislando a quienes más cerca estuvieron del infectado y comunicando, en cuestión de minutos, que se retiraban del gran premio. Carlos Sainz y Lando Norris eran las primeras bajas confirmadas.
Sin respuesta oficial de la FIA
Entonces, llegaba la hora de que FIA, FOM y AGPC (organizador de la cita australiana) pusieran en marcha el plan tras un positivo confirmado, pero cinco horas después del anuncio de McLaren, aún no había una respuesta oficial. En Melbourne queda la sensación de que, contra todas las recomendaciones, pusieron en marcha la maquinaria de la Fórmula 1 para disputar los primeros grandes premios y así evitar las indemnizaciones y discusiones legales sobre quién pagará el canon de 30 millones de euros por carrera que debe abonar cada promotor. El problema es que en una semana está fijado el GP de Bahréin, a puerta cerrada, y en tres, el de Vietnam con importantes restricciones a la entrada de viajeros europeos. Todo parece indicar que el Mundial empezará en Zandvoort, el 3 de mayo, si para entonces la incidencia del coronavirus se ha controlado en el viejo continente. Si no es así, está en riesgo buena parte de la primera mitad del curso 2020.
