Las inundaciones en el Reino Unido ponen en aprietos a Boris Johnson
La oposición laborista y numerosos Gobiernos municipales acusan a Downing Street de obstaculizar con su aparente desidia las tareas de recuperación
Rafa de Miguel
Londres, El País
Muchas localidades británicas se han visto inundadas, miles de casas han tenido que ser evacuadas y al menos cinco personas han muerto como consecuencia de la mayor tormenta de invierno sufrida en una generación en el Reino Unido. Y su primer ministro, Boris Johnson, sigue todo de lejos, se niega a visitar las zonas afectadas y permanece en una residencia campestre de Kent. En 2015, el Gobierno de su predecesora, Theresa May, convocó en 24 horas al gabinete de crisis Cobra (que reúne a los ministerios y organismos de seguridad afectados) para hacer frente a las inundaciones de esas Navidades.
La oposición laborista y muchos Gobiernos municipales acusan a Downing Street de obstaculizar con su aparente desidia las tareas de recuperación. "Muchos de los fondos necesarios fueron liberados entonces de inmediato gracias a que se activó Cobra, y se concertó el esfuerzo de los diferentes departamentos gubernamentales. En esta ocasión no hemos visto nada de ese apoyo", ha dicho Holly Lynch, la diputada laborista de Halifax. Al menos 1.000 casas, negocios y escuelas han resultado dañados en esa zona por los vientos huracanados y el desbordamiento del agua.
El secretario de Estado para el Medio Ambiente, George Eustice, ha conseguido irritar aún más a la oposición al asegurar que el Gobierno "no puede proteger cada casa concreta", y recordar que se han gastado ya casi tres mil millones de euros desde 2015 para hacer frente a las condiciones meteorológicas adversas.
Un total de 1.500 hogares han sido evacuados en todo el Reino Unido a consecuencia de la borrasca Dennis. La región de Gales ha sido la que más daños ha sufrido, junto a Herefordshire, Worcestershire y Shropshire. "Es una vergüenza" que Johnson no haya visitado las comunidades afectadas, ha denunciado el portavoz laborista de Medio Ambiente, Luke Pollard. "Necesitamos un enfoque diferente del actual, y los ministros deben reconocer que su respuesta, hasta el momento, no ha sido buena", ha dicho en la BBC. Downing Street ha hecho hincapié en recordar que la competencia en materia de respuesta a las inundaciones corresponde al Gobierno de Gales.
La Oficina Meteorológica del Reino Unido ha previsto para este miércoles el regreso de fuertes lluvias y de nuevas rachas de viento. Ha lanzado alertas de nieve y hielo para algunas zonas de Escocia y de lluvias persistentes en Gales y en el suroeste de Inglaterra. Permanecen activas más de 350 alertas de inundaciones en todo el país, seis de ellas con "riesgo para la vida de las personas". Al menos 1.000 trabajadores de rescate trabajan sin descanso para instalar barreras de protección y ayudar a los ciudadanos que han quedado aislados.
Rafa de Miguel
Londres, El País
Muchas localidades británicas se han visto inundadas, miles de casas han tenido que ser evacuadas y al menos cinco personas han muerto como consecuencia de la mayor tormenta de invierno sufrida en una generación en el Reino Unido. Y su primer ministro, Boris Johnson, sigue todo de lejos, se niega a visitar las zonas afectadas y permanece en una residencia campestre de Kent. En 2015, el Gobierno de su predecesora, Theresa May, convocó en 24 horas al gabinete de crisis Cobra (que reúne a los ministerios y organismos de seguridad afectados) para hacer frente a las inundaciones de esas Navidades.
La oposición laborista y muchos Gobiernos municipales acusan a Downing Street de obstaculizar con su aparente desidia las tareas de recuperación. "Muchos de los fondos necesarios fueron liberados entonces de inmediato gracias a que se activó Cobra, y se concertó el esfuerzo de los diferentes departamentos gubernamentales. En esta ocasión no hemos visto nada de ese apoyo", ha dicho Holly Lynch, la diputada laborista de Halifax. Al menos 1.000 casas, negocios y escuelas han resultado dañados en esa zona por los vientos huracanados y el desbordamiento del agua.
El secretario de Estado para el Medio Ambiente, George Eustice, ha conseguido irritar aún más a la oposición al asegurar que el Gobierno "no puede proteger cada casa concreta", y recordar que se han gastado ya casi tres mil millones de euros desde 2015 para hacer frente a las condiciones meteorológicas adversas.
Un total de 1.500 hogares han sido evacuados en todo el Reino Unido a consecuencia de la borrasca Dennis. La región de Gales ha sido la que más daños ha sufrido, junto a Herefordshire, Worcestershire y Shropshire. "Es una vergüenza" que Johnson no haya visitado las comunidades afectadas, ha denunciado el portavoz laborista de Medio Ambiente, Luke Pollard. "Necesitamos un enfoque diferente del actual, y los ministros deben reconocer que su respuesta, hasta el momento, no ha sido buena", ha dicho en la BBC. Downing Street ha hecho hincapié en recordar que la competencia en materia de respuesta a las inundaciones corresponde al Gobierno de Gales.
La Oficina Meteorológica del Reino Unido ha previsto para este miércoles el regreso de fuertes lluvias y de nuevas rachas de viento. Ha lanzado alertas de nieve y hielo para algunas zonas de Escocia y de lluvias persistentes en Gales y en el suroeste de Inglaterra. Permanecen activas más de 350 alertas de inundaciones en todo el país, seis de ellas con "riesgo para la vida de las personas". Al menos 1.000 trabajadores de rescate trabajan sin descanso para instalar barreras de protección y ayudar a los ciudadanos que han quedado aislados.