Tensión en el norte de Siria: Turquía aseguró que abatió a otros 55 soldados del régimen de Bashar al Assad
El ejército turco ha incrementado su presencia militar en Idlib, último bastión de facciones rebeldes islamistas opositoras a Damasco, luego de los ataques que sufrieron sus tropas
Infobae
Al menos 55 soldados del Ejército sirio han sido abatidos en los últimos ataques del Ejército turco en la provincia de Idlib, en el norte de Siria, en respuesta a los bombardeos que han causado catorce bajas entre las tropas turcas desplegadas en la zona, reportó el Gobierno de Turquía.
“Según las últimas informaciones, procedentes de varias fuentes en la región de Idlib, 55 soldados del régimen han sido neutralizados hoy”, anunció anoche el ministerio de Defensa en un comunicado que difunden varios medios turcos.
Turquía utiliza el término “neutralizar” para definir las bajas enemigas, tanto los muertos, como los heridos y los prisioneros. Según Ankara, un total de 156 soldados sirios han sido abatidos en estas operaciones de castigo.
El país, que mantiene una docena de puestos de observación militar en la provincia de Idlib, último bastión de facciones rebeldes islamistas opositoras a Damasco, ha incrementado su presencia militar en la zona tras los ataques del Ejército sirio a tropas turcas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dado de plazo al Ejército sirio hasta finales de mes para retirarse de Idlib y ha amenazado con atacar a sus fuerzas en cualquier parte de Siria si vuelven a agredir a tropas turcas.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, declaró ayer durante una visita en Ankara que EEUU respalda el “derecho a defenderse” de Turquía contra el Ejército sirio en la región de Idlib.
Por otro lado, Turquía ha multiplicado sus esfuerzos diplomáticos con Rusia, valedor del presidente Bachar al Asad en Siria, para rebajar la tensión en Idlib.
El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, anunció ayer que una delegación turca viajará próximamente a Moscú para tratar la situación en Idlib tras terminar sin acuerdo los contactos entre los dos países esta semana.
Más de 800.000 personas huyeron de la región desde diciembre
La ofensiva del régimen de Al Assado, con el apoyo del ejército ruso, provocó la huida de más de 800.000 personas desde diciembre, anunció este jueves Naciones Unidas.
“De las más de 800.000 personas que han sido desplazadas en el noroeste de Siria desde el 1 de diciembre de 2019 al 12 de febrero de 2020, cerca del 60% son menores”, declaró la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). “Las personas que viven en el noroeste están atravesando una de las peores crisis desde el inicio de la guerra en Siria” en 2011, afirmó.
La provincia de Idlib (noroeste), así como sectores adyacentes a las provincias de Alepo, Hama y Latakia, constituyen el último reducto dominado en parte por los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS, exrama siria de Al Qaida) y los grupos insurgentes en el país en guerra.
Solo entre el 9 y el 12 de febrero, cerca de 142.000 personas fueron desplazadas por los combates, según la OCHA.
Y 82.000 duermen al aire libre, en medio de una ola de frío en la región que deja nevadas y temperaturas por debajo de los 0 ºC, lo que hace temer una nueva catástrofe humanitarias.
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Al menos 55 soldados del Ejército sirio han sido abatidos en los últimos ataques del Ejército turco en la provincia de Idlib, en el norte de Siria, en respuesta a los bombardeos que han causado catorce bajas entre las tropas turcas desplegadas en la zona, reportó el Gobierno de Turquía.
“Según las últimas informaciones, procedentes de varias fuentes en la región de Idlib, 55 soldados del régimen han sido neutralizados hoy”, anunció anoche el ministerio de Defensa en un comunicado que difunden varios medios turcos.
Turquía utiliza el término “neutralizar” para definir las bajas enemigas, tanto los muertos, como los heridos y los prisioneros. Según Ankara, un total de 156 soldados sirios han sido abatidos en estas operaciones de castigo.
El país, que mantiene una docena de puestos de observación militar en la provincia de Idlib, último bastión de facciones rebeldes islamistas opositoras a Damasco, ha incrementado su presencia militar en la zona tras los ataques del Ejército sirio a tropas turcas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dado de plazo al Ejército sirio hasta finales de mes para retirarse de Idlib y ha amenazado con atacar a sus fuerzas en cualquier parte de Siria si vuelven a agredir a tropas turcas.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, declaró ayer durante una visita en Ankara que EEUU respalda el “derecho a defenderse” de Turquía contra el Ejército sirio en la región de Idlib.
Por otro lado, Turquía ha multiplicado sus esfuerzos diplomáticos con Rusia, valedor del presidente Bachar al Asad en Siria, para rebajar la tensión en Idlib.
El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, anunció ayer que una delegación turca viajará próximamente a Moscú para tratar la situación en Idlib tras terminar sin acuerdo los contactos entre los dos países esta semana.
Más de 800.000 personas huyeron de la región desde diciembre
La ofensiva del régimen de Al Assado, con el apoyo del ejército ruso, provocó la huida de más de 800.000 personas desde diciembre, anunció este jueves Naciones Unidas.
“De las más de 800.000 personas que han sido desplazadas en el noroeste de Siria desde el 1 de diciembre de 2019 al 12 de febrero de 2020, cerca del 60% son menores”, declaró la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). “Las personas que viven en el noroeste están atravesando una de las peores crisis desde el inicio de la guerra en Siria” en 2011, afirmó.
La provincia de Idlib (noroeste), así como sectores adyacentes a las provincias de Alepo, Hama y Latakia, constituyen el último reducto dominado en parte por los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS, exrama siria de Al Qaida) y los grupos insurgentes en el país en guerra.
Solo entre el 9 y el 12 de febrero, cerca de 142.000 personas fueron desplazadas por los combates, según la OCHA.
Y 82.000 duermen al aire libre, en medio de una ola de frío en la región que deja nevadas y temperaturas por debajo de los 0 ºC, lo que hace temer una nueva catástrofe humanitarias.