Un aficionado del City: cinco años sin entrar en un estadio por insultos racistas a Sterling
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2018 cuando los citizens se enfrentaron al Bournemouth. El hincha fue denunciado a la Policía por otro aficionado que vio lo sucedido.
EP
Un aficionado del Manchester City recibió este viernes la sentencia de cinco años de prohibición de entrada a estadios de fútbol, culpable de lenguaje racista sobre el delantero Raheem Sterling en un encuentro de diciembre de 2018 ante Bournemouth.
Ian Baldry, de 58 años, fue declarado culpable de insultos racistas en un Tribunal en Mánchester, donde se excusó en la emoción del momento para caer en esa falta racista sobre el jugador inglés, al tiempo que mostró su arrepentimiento, según informó la BBC.
Sterling no se percató de los insultos durante el partido, pero sí fue escuchado por algunos aficionados, según supo el tribunal. A la espera de una sentencia está también un amigo de Baldry por insultos también racistas contra Tyrone Mings, jugador de Bournemouth.
Ambos fueron denunciados a la policía por un aficionado que estaba en el partido, el cual, como testigo, denunció la actuación "desagradable" que estaba sucediendo, "sorprendido, ofendido y con nauseas por oír" lo que tuvo que oír.
"El tipo de lenguaje utilizado por usted corre el riesgo de un desorden público más amplio en los partidos y podría alentar a otros a comportarse de la misma manera", dijo el juez John Temperely en su sentencia.
Un aficionado del Manchester City recibió este viernes la sentencia de cinco años de prohibición de entrada a estadios de fútbol, culpable de lenguaje racista sobre el delantero Raheem Sterling en un encuentro de diciembre de 2018 ante Bournemouth.
Ian Baldry, de 58 años, fue declarado culpable de insultos racistas en un Tribunal en Mánchester, donde se excusó en la emoción del momento para caer en esa falta racista sobre el jugador inglés, al tiempo que mostró su arrepentimiento, según informó la BBC.
Sterling no se percató de los insultos durante el partido, pero sí fue escuchado por algunos aficionados, según supo el tribunal. A la espera de una sentencia está también un amigo de Baldry por insultos también racistas contra Tyrone Mings, jugador de Bournemouth.
Ambos fueron denunciados a la policía por un aficionado que estaba en el partido, el cual, como testigo, denunció la actuación "desagradable" que estaba sucediendo, "sorprendido, ofendido y con nauseas por oír" lo que tuvo que oír.
"El tipo de lenguaje utilizado por usted corre el riesgo de un desorden público más amplio en los partidos y podría alentar a otros a comportarse de la misma manera", dijo el juez John Temperely en su sentencia.
