En vivo: los abogados de Donald Trump declaran en una nueva sesión del juicio político contra el presidente de EEUU
La jornada está marcada por las revelaciones surgidas del manuscrito del libro del ex asesor nacional de seguridad, John Bolton, que respaldan los argumentos esgrimidos por los demócratas, impulsores del proceso contra el jefe de Estado. Trump negó las declaraciones y aseguró que Bolton mentía
Infobae
Continúa este lunes el proceso de juicio político contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La defensa del jefe de Estado entra en el tercer y último día en el que, a lo largo de ocho horas, presentará sus argumentos para convencer a los miembros del Senado que la acusación debe ser desestimada.
La jornada, no obstante, está marcada por revelaciones surgidas del manuscrito del libro del ex asesor nacional de seguridad John Bolton, que respaldan los argumentos esgrimidos por los demócratas, impulsores del proceso contra el jefe de Estado.
Según consignó The New York Times en un reporte exclusivo, Bolton aseguró en el libro que Trump dijo en agosto de 2019 a un asesor que quería congelar la ayuda en materia de seguridad a Ucrania hasta que los representantes de dicho país colaborasen en las investigaciones sobre sus rivales demócratas, incluido el exvicepresidente Joe Biden.
Esto, aseguran los representantes que actúan como fiscales en el juicio, configura el delito de abuso de poder, uno de los dos cargos que le imputan a Trump. El otro es la obstrucción de la investigación del Congreso destinada a dilucidar si las acciones en cuestión efectivamente configuraban ese crimen.
El artículo, que no cita el manuscrito pero sí a varias personas que aluden al relato de Bolton, podría socavar un elemento clave de la defensa de Trump: que no había quid pro quo, es decir un claro intercambio, cuando pidió al presidente ucraniano Volodomyr Zelenskiy que investigara a Biden y a su hijo Hunter Biden en una conversación telefónica en julio.
Al mismo tiempo, la información fortalece la iniciativa demócrata de lograr que se llamen a declarar testigos que podrían tener información relevante para el caso. Bolton y el jefe de Gabinete interino, Mick Mulvaney, son los principales objetivos que persiguen. Para lograr su objetivo, necesitan que al menos cuatro de los 53 senadores republicanos voten en línea con los 47 demócratas. Y al menos dos -Susan Collins y Mitt Romney- han expresado que las revelaciones refuerzan los argumentos para hacerlo.
En una declaración, un abogado de Bolton insinuó que la versión del New York Times era correcta y dijo que había presentado el texto manuscrito de Bolton al Consejo de Seguridad Nacional el 30 de diciembre, un proceso de seguridad estándar para la información clasificada previo a la publicación del volumen.
Poco después de que la información tomara estado público, Trump negó las declaraciones y aseguró que Bolton mentía con el objetivo de apuntalar las ventas de su libro. “Nunca le dije a John Bolton que la ayuda a Ucrania dependía de la investigación a los demócratas, incluso los Biden (...) Si Bolton dice esto, es sólo para vender un libro”. “Las desgrabaciones de mis conversaciones con (el presidente de Ucrania, Volodomyr) Zelensky son todas las pruebas que se necesita”, aseguró.
También sostuvo que tanto el mandatario ucraniano como sus funcionarios han dicho que no se sintieron presionados por la comunicación, y que finalmente -tras un encuentro con su par en las Naciones Unidas- envió la ayuda “sin condiciones y sin ninguna investigación”.
En otro mensaje, asegura que “la Cámara de Representantes bajo control de los demócratas no le pidió a John Bolton que testifique”, lo que depende de ese cuerpo legislativo y no del Senado. No obstante, la aseveración es falsa: sí lo hicieron, pero Bolton condicionó su asistencia a una orden de la Corte Suprema, lo que implicaba una demora que los demócratas decidieron evitar y retiraron la citación. Sin embargo, Bolton luego cambió su postura y aseguró que testificaría si fuera llamado por el Senado.
La Casa Blanca, al igual que los líderes republicanos del Senado, se ha negado a llamar a testigos. A lo largo de los dos días de alegatos -y desde que fue elevada la acusación- la defensa de Trump negó que hubiera cometido ningún crimen y acusaron a los demócratas de querer “anular los resultados de las últimas elecciones”. “Les están pidiendo que rompan todas las papeletas depositadas en este país por iniciativa propia... Quitarle esa decisión al pueblo estadounidense”, argumentó Pat Cipollone, abogado de la Casa Blanca.
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Continúa este lunes el proceso de juicio político contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. La defensa del jefe de Estado entra en el tercer y último día en el que, a lo largo de ocho horas, presentará sus argumentos para convencer a los miembros del Senado que la acusación debe ser desestimada.
La jornada, no obstante, está marcada por revelaciones surgidas del manuscrito del libro del ex asesor nacional de seguridad John Bolton, que respaldan los argumentos esgrimidos por los demócratas, impulsores del proceso contra el jefe de Estado.
Según consignó The New York Times en un reporte exclusivo, Bolton aseguró en el libro que Trump dijo en agosto de 2019 a un asesor que quería congelar la ayuda en materia de seguridad a Ucrania hasta que los representantes de dicho país colaborasen en las investigaciones sobre sus rivales demócratas, incluido el exvicepresidente Joe Biden.
Esto, aseguran los representantes que actúan como fiscales en el juicio, configura el delito de abuso de poder, uno de los dos cargos que le imputan a Trump. El otro es la obstrucción de la investigación del Congreso destinada a dilucidar si las acciones en cuestión efectivamente configuraban ese crimen.
El artículo, que no cita el manuscrito pero sí a varias personas que aluden al relato de Bolton, podría socavar un elemento clave de la defensa de Trump: que no había quid pro quo, es decir un claro intercambio, cuando pidió al presidente ucraniano Volodomyr Zelenskiy que investigara a Biden y a su hijo Hunter Biden en una conversación telefónica en julio.
Al mismo tiempo, la información fortalece la iniciativa demócrata de lograr que se llamen a declarar testigos que podrían tener información relevante para el caso. Bolton y el jefe de Gabinete interino, Mick Mulvaney, son los principales objetivos que persiguen. Para lograr su objetivo, necesitan que al menos cuatro de los 53 senadores republicanos voten en línea con los 47 demócratas. Y al menos dos -Susan Collins y Mitt Romney- han expresado que las revelaciones refuerzan los argumentos para hacerlo.
En una declaración, un abogado de Bolton insinuó que la versión del New York Times era correcta y dijo que había presentado el texto manuscrito de Bolton al Consejo de Seguridad Nacional el 30 de diciembre, un proceso de seguridad estándar para la información clasificada previo a la publicación del volumen.
Poco después de que la información tomara estado público, Trump negó las declaraciones y aseguró que Bolton mentía con el objetivo de apuntalar las ventas de su libro. “Nunca le dije a John Bolton que la ayuda a Ucrania dependía de la investigación a los demócratas, incluso los Biden (...) Si Bolton dice esto, es sólo para vender un libro”. “Las desgrabaciones de mis conversaciones con (el presidente de Ucrania, Volodomyr) Zelensky son todas las pruebas que se necesita”, aseguró.
También sostuvo que tanto el mandatario ucraniano como sus funcionarios han dicho que no se sintieron presionados por la comunicación, y que finalmente -tras un encuentro con su par en las Naciones Unidas- envió la ayuda “sin condiciones y sin ninguna investigación”.
En otro mensaje, asegura que “la Cámara de Representantes bajo control de los demócratas no le pidió a John Bolton que testifique”, lo que depende de ese cuerpo legislativo y no del Senado. No obstante, la aseveración es falsa: sí lo hicieron, pero Bolton condicionó su asistencia a una orden de la Corte Suprema, lo que implicaba una demora que los demócratas decidieron evitar y retiraron la citación. Sin embargo, Bolton luego cambió su postura y aseguró que testificaría si fuera llamado por el Senado.
La Casa Blanca, al igual que los líderes republicanos del Senado, se ha negado a llamar a testigos. A lo largo de los dos días de alegatos -y desde que fue elevada la acusación- la defensa de Trump negó que hubiera cometido ningún crimen y acusaron a los demócratas de querer “anular los resultados de las últimas elecciones”. “Les están pidiendo que rompan todas las papeletas depositadas en este país por iniciativa propia... Quitarle esa decisión al pueblo estadounidense”, argumentó Pat Cipollone, abogado de la Casa Blanca.