Cómo fue la reunión de 90 minutos en la que la cúpula nazi planeó el Holocausto
Infobae
El 20 de enero de 1942, en una mansión de Wannsee, al suroeste de Berlín, 15 miembros del gobierno de Adolf Hitler acordaron en solo 90 minutos el plan organizativo de la “Solución Final al Problema Judío”, la decisión definitiva sobre lo que se conocería como el Holocausto.
La villa albergó hace 78 años lo que se conoce como la Conferencia de Wannsee y el lugar es ahora un Centro de Formación y Lugar Conmemorativo, que acaba de inaugurar una exposición que cuenta la historia de uno de los mayores puntos de inflexión en los métodos de asesinato sistemático del régimen nazi.
La decisión de llevar a cabo estos asesinatos, sin embargo, no se tomó en aquella reunión, como explica a Efe la directora del departamento educacional de la Casa de la Conferencia de Wannsee, la doctora Elke Gryglewski.
"La decisión para el asesinato sistemático ya fue tomada antes, supuestamente en algún momento del otoño de 1941. Ya existían todos los elementos que son parte del asesinato sistemático: los fusilamientos en masa, las deportaciones, también los primeros campos de exterminio ya existen”.
“Por eso cuando esta reunión tiene lugar la meta es la organización”, puntualizó. “Implementar la distribución de trabajo entre los diferentes ministerios y también discutir la pregunta de cómo van a ser afectados los hijos de parejas judías y no judías.”
La toma de estas decisiones era muy importante para el gobierno alemán, que a comienzos de 1942 todavía esperaba acabar pronto la guerra, por lo que el encargado para organizar y llevar la reunión fue un general de las SS, Reinhard Heydrich.
Una vez resueltos todos los detalles, las decisiones tomadas durante esos 90 minutos en Wannsee no tardaron en hacerse efectivas por el resto de Europa. “La organización acordada aquí se implementa rápidamente; después de la conferencia se construyen los campos de exterminio que aún no existían dentro de campos de concentración que ya existen, se construyen las cámaras de gas y a partir del verano de 1942 empiezan las deportaciones sistemáticas por toda Europa”, explicó Gryglewski.
UN LUGAR PARA EL DESCANSO DE LAS SS
El lugar elegido para la conferencia fue esta villa a las afueras de Berlín: una mansión a las orillas de un lago y rodeada de naturaleza, en una zona de vacaciones de la clase alta berlinesa.
La casa fue vendida en 1940 a una fundación creada por el propio Heydrich, y utilizada hasta el final de la guerra como vivienda y lugar de recreo para oficiales de las SS.
Con espacio suficiente en sus tres pisos, amplios jardines y la facilidad de llegar en algo menos de una hora al centro de Berlín, esta casa fue el lugar idóneo para compaginar este servicio casi hotelero con el trabajo institucional que los altos mandos de las SS debían hacer.
Aunque allí tuvieron lugar muchas conferencias, esta es sin duda la más importante y recordada por las consecuencias que acarreó para los judíos de toda Europa.
MEMORIA HISTÓRICA DE LA CASA DE WANNSEE
Allí se encontraron, ya al haber acabado la guerra, los documentos que probaban la verdadera relevancia de la conferencia, pero no se les dio mucha importancia y la casa se convirtió en un centro de recreo para niños hasta 1988, cuando por fin se toma la decisión de convertirlo en lugar conmemorativo.
"Durante ese periodo ya había esfuerzos de sobrevivientes como el historiador judío Joseph Wulf", explicó Gryglewski, "que ya en 1964 quiso instalar aquí un centro internacional de documentación para dar la posibilidad a quien quiera de investigar al régimen nazi".
Sin embargo, el historiador se encontró con la reticencia del gobierno, ya que por aquel entonces, explicó Gryglewski, "aún había muchos ex nazis en puestos gubernamentales, y no se quería hacer un centro de documentación como este".
"Lo que es trágico es que Joseph Wulf, cuando ve que su iniciativa no se cumple y está claro que no se va a cumplir, se suicida en 1964, lo que nos muestra lo difícil que habría sido vivir en esas primeras décadas de la posguerra, en una sociedad que todavía estaba muy dominada por las ideas y por las personas del régimen nazi."
La historia de Wulf, así como la de la propia casa y de la sociedad de la época, han sido incluidas en la nueva exposición junto con la información y documentos que se han podido recuperar de la reunión.
Con todos estos elementos, espera Gryglewski, los visitantes podrán tener una visión global de lo que ocurrió en la conferencia de la Casa de Wannsee, que en tan solo una hora y media marcaría tan drásticamente la historia de Europa y del mundo.
El 20 de enero de 1942, en una mansión de Wannsee, al suroeste de Berlín, 15 miembros del gobierno de Adolf Hitler acordaron en solo 90 minutos el plan organizativo de la “Solución Final al Problema Judío”, la decisión definitiva sobre lo que se conocería como el Holocausto.
La villa albergó hace 78 años lo que se conoce como la Conferencia de Wannsee y el lugar es ahora un Centro de Formación y Lugar Conmemorativo, que acaba de inaugurar una exposición que cuenta la historia de uno de los mayores puntos de inflexión en los métodos de asesinato sistemático del régimen nazi.
La decisión de llevar a cabo estos asesinatos, sin embargo, no se tomó en aquella reunión, como explica a Efe la directora del departamento educacional de la Casa de la Conferencia de Wannsee, la doctora Elke Gryglewski.
"La decisión para el asesinato sistemático ya fue tomada antes, supuestamente en algún momento del otoño de 1941. Ya existían todos los elementos que son parte del asesinato sistemático: los fusilamientos en masa, las deportaciones, también los primeros campos de exterminio ya existen”.
“Por eso cuando esta reunión tiene lugar la meta es la organización”, puntualizó. “Implementar la distribución de trabajo entre los diferentes ministerios y también discutir la pregunta de cómo van a ser afectados los hijos de parejas judías y no judías.”
La toma de estas decisiones era muy importante para el gobierno alemán, que a comienzos de 1942 todavía esperaba acabar pronto la guerra, por lo que el encargado para organizar y llevar la reunión fue un general de las SS, Reinhard Heydrich.
Una vez resueltos todos los detalles, las decisiones tomadas durante esos 90 minutos en Wannsee no tardaron en hacerse efectivas por el resto de Europa. “La organización acordada aquí se implementa rápidamente; después de la conferencia se construyen los campos de exterminio que aún no existían dentro de campos de concentración que ya existen, se construyen las cámaras de gas y a partir del verano de 1942 empiezan las deportaciones sistemáticas por toda Europa”, explicó Gryglewski.
UN LUGAR PARA EL DESCANSO DE LAS SS
El lugar elegido para la conferencia fue esta villa a las afueras de Berlín: una mansión a las orillas de un lago y rodeada de naturaleza, en una zona de vacaciones de la clase alta berlinesa.
La casa fue vendida en 1940 a una fundación creada por el propio Heydrich, y utilizada hasta el final de la guerra como vivienda y lugar de recreo para oficiales de las SS.
Con espacio suficiente en sus tres pisos, amplios jardines y la facilidad de llegar en algo menos de una hora al centro de Berlín, esta casa fue el lugar idóneo para compaginar este servicio casi hotelero con el trabajo institucional que los altos mandos de las SS debían hacer.
Aunque allí tuvieron lugar muchas conferencias, esta es sin duda la más importante y recordada por las consecuencias que acarreó para los judíos de toda Europa.
MEMORIA HISTÓRICA DE LA CASA DE WANNSEE
Allí se encontraron, ya al haber acabado la guerra, los documentos que probaban la verdadera relevancia de la conferencia, pero no se les dio mucha importancia y la casa se convirtió en un centro de recreo para niños hasta 1988, cuando por fin se toma la decisión de convertirlo en lugar conmemorativo.
"Durante ese periodo ya había esfuerzos de sobrevivientes como el historiador judío Joseph Wulf", explicó Gryglewski, "que ya en 1964 quiso instalar aquí un centro internacional de documentación para dar la posibilidad a quien quiera de investigar al régimen nazi".
Sin embargo, el historiador se encontró con la reticencia del gobierno, ya que por aquel entonces, explicó Gryglewski, "aún había muchos ex nazis en puestos gubernamentales, y no se quería hacer un centro de documentación como este".
"Lo que es trágico es que Joseph Wulf, cuando ve que su iniciativa no se cumple y está claro que no se va a cumplir, se suicida en 1964, lo que nos muestra lo difícil que habría sido vivir en esas primeras décadas de la posguerra, en una sociedad que todavía estaba muy dominada por las ideas y por las personas del régimen nazi."
La historia de Wulf, así como la de la propia casa y de la sociedad de la época, han sido incluidas en la nueva exposición junto con la información y documentos que se han podido recuperar de la reunión.
Con todos estos elementos, espera Gryglewski, los visitantes podrán tener una visión global de lo que ocurrió en la conferencia de la Casa de Wannsee, que en tan solo una hora y media marcaría tan drásticamente la historia de Europa y del mundo.