'1917': Por qué Sam Mendes decidió rodarla en un plano secuencia y cómo lo hizo

Cine
Después de ganar dos Globos de Oro, en las categorías de Mejor película de drama y Mejor director, el drama bélico 1917, la nueva película del británico Sam Mendes (Skyfall, Spectre, American Beauty), llega este viernes 10 de enero a las salas de cine españolas. Antes de verla, te invitamos a que te empapes de su historia y de cómo se rodó en un plano secuencia en el fantástico reportaje que encontrarás sobre estas líneas. "Desde el principio, sentí que la película debía ser contada en tiempo real".


1917, ambientada en la Primera Guerra Mundial, gira en torno a Blake (Dean-Charles Chapman, Juego de tronos) y Schofield (George MacKay, El secreto de Marrowbone), dos jóvenes soldados británicos con una misión prácticamente imposible: adentrarse en líneas enemigas para entregar un mensaje que podría salvar las vidas de 1.600 hombres, entre ellos el hermano de Blake, Joseph (Richard Madden). Pero Sam Mendes quería que compartiésemos con ellos cada etapa del viaje y cada aliento. Y ahí fue cuando se le ocurrió: "No hay mejor manera de contar esta historia que en plano secuencia". ¡Pero cómo!


CHAPMAN SE OLVIDÓ DE QUE ESTABA ACTUANDO
"Desde el primer momento, cuando Sam y yo hablamos de rodar la película en plano secuencia, supe que iba a tener un gran poder de inmersión", declara el estupendo director de fotografía Roger Deakins (Blade Runner). "La idea es hacerte sentir que estás en las trincheras con esos dos jóvenes", profundiza la productora Pippa Harris. Cuando la veas, te darás cuenta de que la cámara nunca se aleja de Blake y Schofield. Nunca. "En ocasiones, la cámara era manejada por un operador e iba colgada de un cable", desvela Mendes. "El cable permite que la cámara cubra bastante distancia. Se desengancha, el operador corre con ella, después sube a un pequeño 'jeep' con el que avanza unos 400 metros más, se baja y dobla la esquina. Cuando ruedas una película, cuentas siempre con un comodín. 'Ya lo arreglaremos en montaje'. 'Quizá eliminemos esa escena'. En esta película, eso no es posible".

El cineasta, que aquí coescribe el guion con Krysty Wilson-Cairns, también subraya que el baile de la cámara y la mecánica tenía que estar sincronizado en todo momento con lo que hacían los intérpretes. "Cada toma es como una pieza teatral", indica MacKay. "Una vez que empieza, no hay marcha atrás. Si algo sale mal, tienes que seguir". De hecho, Chapman se sumergió por completo durante varias escenas; tanto, que se olvidó de que estaba actuando. "A veces, las escenas duraban seis minutos. Y, cuando cortaban, había olvidado por completo quién era yo. Era Blake". Los detalles, la planificación... Quédate con todo eso y mucho más en el vídeo que te dejamos justo arriba. En el reparto también verás a Andrew Scott, Mark Strong, Colin Firth y Benedict Cumberbatch.

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