Nuevo tratamiento eficaz contra el cáncer de páncreas, la enfermedad que padecieron Steve Jobs y Luciano Pavarotti
Científicos israelíes descubren un nuevo tratamiento que erradica el cáncer de páncreas en un plazo de dos semanas. Fue probado en ratones y ahora apuntan a comenzar las pruebas clínicas en humanos
Víctor Ingrassia
vingrassia@infobae.com
Solo el año pasado, el cáncer de páncreas acabó con casi medio millón de vidas en el mundo. Se trata de uno de los cánceres más virulentos, que menos expectativa de vida deja en quienes lo padecen y que suele ser diagnosticada cuando ya es demasiado tarde.
El cáncer de páncreas fue noticia cuando se cobró la vida del creador de Apple, Steve Jobs, el 5 de octubre de 2011, a los 56 años de edad. El actor Patrick Swayze, el tenor Luciano Pavarotti y el diseñador Karl Lagerfeld también murieron por esta enfermedad.
La noticia esperanzadora por estos días es que científicos israelíes descubrieron un nuevo tratamiento que erradica el cáncer de páncreas en un plazo de dos semanas. El disruptivo descubrimiento consiste en una optimización de la utilización de la molécula PJ34 por vía intravenosa y ha mostrado resultados altamente favorables en el 100% de los casos.
Los autores del descubrimiento son investigadores de la Universidad de Tel Aviv, Israel, que están trabajando en una nueva molécula capaz de “erradicar eficientemente las células del cáncer de páncreas desencadenando su autodestrucción”, según han observado en un estudio realizado con xenoinjertos, es decir trasplantes de cáncer de páncreas humano en ratones inmunocomprometidos.
Este nuevo tratamiento redujo el número de células cancerosas en un 90 por ciento en los tumores desarrollados un mes después de la administración de la innovadora droga. Este resultado ha llevado a los investigadores a calificar de «prometedoras» las primeras conclusiones.
Por el momento el tratamiento se encuentra en su fase de prueba en laboratorio y los resultados obtenidos son concluyentes, al evidenciarse que las células cancerosas del páncreas mueren durante su proceso de reproducción. Se espera que en un par de años las pruebas puedan aplicarse a pacientes humanos.
La profesora Malka Cohen-Armon de la Universidad de Tel Aviv y la doctora Talia Golan del Centro Médico Sheba en Ramat Gan desarrollaron el tratamiento basado en la molécula originalmente usada en casos de accidentes cerebro-vasculares.
Al contrario de otros tratamientos el presente ataca únicamente las células malignas y no impacta las células sanas, por lo que los efectos serían contundentes en la curación, sin la generación de problemas adicionales al paciente.
“La publicación de este trabajo habla de una droga muy promisoria que investigadores israelíes han desarrollado. Hasta ahora se ha aplicado en cultivos celulares de ratones, que han evidenciado una total eliminación de las células cancerosas y preservando las sanas”, explicó a Infobae el doctor Juan Manuel O’Connor, médico jefe de Unidad de Tumores Gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming.
Y agregó: “El trabajo reviste hasta ahora un marco racional para avanzar en una investigación clínica en humanos. La droga opera con inhibidores de PARP, un mecanismo para reparar los daños genéticos en células. Este mecanismo actúa de la siguiente manera: cuando una célula presenta un defecto de formación y no se puede auto-reparar, se suicida. Ahora, si en el tumor, inhibo este mecanismo, el mecanismo va a conducir a la célula a la autodestrucción, sin afectar a otras células sanas”.
El cáncer de páncreas es resistente a todos los tratamientos actuales. Los pacientes tienen posibilidades extremadamente bajas de sobrevivir durante cinco años después del diagnóstico. La investigación tiene un gran potencial para el desarrollo de una nueva terapia efectiva para tratar este cáncer agresivo en humanos.
En el laboratorio, los ratones fueron tratados con una molécula llamada PJ34, que es permeable en la membrana celular pero afecta exclusivamente a las células cancerosas humanas. Esta molécula causa una anomalía durante la duplicación de las células cancerosas humanas, provocando su rápida muerte celular. Por lo tanto, la multiplicación celular en sí resultó en la muerte celular en las células cancerosas tratadas.
Un mes después de ser inyectados con PJ34 diariamente durante 14 días, las células de cáncer de páncreas en los tumores de los ratones tratados experimentaron una caída relativa del 90 por ciento. Incluso, en uno de los ratones con el xenoinjerto el tumor desapareció por completo.
Es importante tener en cuenta que no se observaron efectos adversos, y no hubo cambios en el aumento de peso de los ratones, ni en su comportamiento.
Un enemigo mortal y silencioso
El cáncer de páncreas es uno de los tumores malignos más letales. En la Argentina se detectan cerca de 5000 casos por año (4878 en 2018, según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer). Y, si bien es la cuarta causa de muerte por neoplasia maligna después del cáncer de pulmón, colorrectal y cáncer de mama, casi todos los casos son mortales (4683, según el INC), por lo que la prevención y la pesquisa temprana en personas de riesgo cobra una notoria relevancia.
Las estadísticas mundiales son concluyentes: detectado en etapas iniciales, la posibilidad de extirpación del tumor y curación ronda el 35%. Sin embargo, apenas un 10% de los pacientes recibe el diagnóstico en este estadio temprano. Una vez que el cáncer se ha expandido, la supervivencia desciende al 12%, mientras que en etapas más avanzadas (cuando el tumor ha hecho metástasis en otros órganos), apenas un 3% tiene alguna posibilidad.
Esto se debe, en parte, a que no se presentan síntomas en etapas tempranas (o si aparecen, suelen ser inespecíficos), por lo que la gran mayoría de los casos son detectados en estadios avanzados, cuando el cáncer ya no puede ser extirpado mediante cirugía y se ha diseminado desde el páncreas a otras partes del cuerpo.
El cáncer de páncreas puede generar a veces síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso, ictericia, cambio de hábito evacuatorio, principio de diabetes, pérdida de apetito, náuseas o indigestión, pero estos signos no suelen ser motivo de consulta al especialista, lo que retrasa el diagnóstico.
“El Consorcio Internacional de Pesquisa del Cáncer de Páncreas recomienda la detección temprana cuando el riesgo es cinco veces mayor al de la población general o el riesgo acumulado es mayor al 5%”, señaló Martín Guidi (MN 92.772), miembro de la Asociación Científica de Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (ENDIBA). Para lograr esta detección temprana, el especialista explicó que los métodos de diagnóstico recomendados son la ultrasonografía endoscópica y la resonancia magnética nuclear, realizadas de manera anual en personas de riesgo.
Factores de Riesgo
“La causa de la mayoría de los cánceres de páncreas es desconocida, aunque existe evidencia de que los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecerlo: edad, sobrepeso, antecedentes de pancreatitis, tabaquismo, alcohol, diabetes y antecedentes familiares de la enfermedad”, explicó Paula Carfagnini (MN 140.479), también miembro de ENDIBA.
Precisamente, se considera población de alto riesgo a las siguientes situaciones:
-Tener al menos dos familiares directos con cáncer de páncreas.
-Padecer pancreatitis crónica.
-Síndrome de Lynch.
-Pancreatitis hereditaria.
-Síndrome de Peutz Jeghers.
-Mutaciones BRCA2.
En especial en estas poblaciones, se recomienda una pesquisa para lograr su detección en etapas tempranas, lo que aumenta su posibilidad de curación.
Por otra parte, debido a que “la incidencia del cáncer de páncreas en la población general es relativamente baja, no sería costo/efectivo realizar pesquisa de forma generalizada. Por lo tanto, se deberían concentrar los recursos en pacientes con riesgo elevado, que incluye patologías hereditarias, antecedentes familiares directos y procesos inflamatorios crónicos que incrementan la oncogénesis del páncreas”, concluyó Guidi.
Víctor Ingrassia
vingrassia@infobae.com
Solo el año pasado, el cáncer de páncreas acabó con casi medio millón de vidas en el mundo. Se trata de uno de los cánceres más virulentos, que menos expectativa de vida deja en quienes lo padecen y que suele ser diagnosticada cuando ya es demasiado tarde.
El cáncer de páncreas fue noticia cuando se cobró la vida del creador de Apple, Steve Jobs, el 5 de octubre de 2011, a los 56 años de edad. El actor Patrick Swayze, el tenor Luciano Pavarotti y el diseñador Karl Lagerfeld también murieron por esta enfermedad.
La noticia esperanzadora por estos días es que científicos israelíes descubrieron un nuevo tratamiento que erradica el cáncer de páncreas en un plazo de dos semanas. El disruptivo descubrimiento consiste en una optimización de la utilización de la molécula PJ34 por vía intravenosa y ha mostrado resultados altamente favorables en el 100% de los casos.
Los autores del descubrimiento son investigadores de la Universidad de Tel Aviv, Israel, que están trabajando en una nueva molécula capaz de “erradicar eficientemente las células del cáncer de páncreas desencadenando su autodestrucción”, según han observado en un estudio realizado con xenoinjertos, es decir trasplantes de cáncer de páncreas humano en ratones inmunocomprometidos.
Este nuevo tratamiento redujo el número de células cancerosas en un 90 por ciento en los tumores desarrollados un mes después de la administración de la innovadora droga. Este resultado ha llevado a los investigadores a calificar de «prometedoras» las primeras conclusiones.
Por el momento el tratamiento se encuentra en su fase de prueba en laboratorio y los resultados obtenidos son concluyentes, al evidenciarse que las células cancerosas del páncreas mueren durante su proceso de reproducción. Se espera que en un par de años las pruebas puedan aplicarse a pacientes humanos.
La profesora Malka Cohen-Armon de la Universidad de Tel Aviv y la doctora Talia Golan del Centro Médico Sheba en Ramat Gan desarrollaron el tratamiento basado en la molécula originalmente usada en casos de accidentes cerebro-vasculares.
Al contrario de otros tratamientos el presente ataca únicamente las células malignas y no impacta las células sanas, por lo que los efectos serían contundentes en la curación, sin la generación de problemas adicionales al paciente.
“La publicación de este trabajo habla de una droga muy promisoria que investigadores israelíes han desarrollado. Hasta ahora se ha aplicado en cultivos celulares de ratones, que han evidenciado una total eliminación de las células cancerosas y preservando las sanas”, explicó a Infobae el doctor Juan Manuel O’Connor, médico jefe de Unidad de Tumores Gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming.
Y agregó: “El trabajo reviste hasta ahora un marco racional para avanzar en una investigación clínica en humanos. La droga opera con inhibidores de PARP, un mecanismo para reparar los daños genéticos en células. Este mecanismo actúa de la siguiente manera: cuando una célula presenta un defecto de formación y no se puede auto-reparar, se suicida. Ahora, si en el tumor, inhibo este mecanismo, el mecanismo va a conducir a la célula a la autodestrucción, sin afectar a otras células sanas”.
El cáncer de páncreas es resistente a todos los tratamientos actuales. Los pacientes tienen posibilidades extremadamente bajas de sobrevivir durante cinco años después del diagnóstico. La investigación tiene un gran potencial para el desarrollo de una nueva terapia efectiva para tratar este cáncer agresivo en humanos.
En el laboratorio, los ratones fueron tratados con una molécula llamada PJ34, que es permeable en la membrana celular pero afecta exclusivamente a las células cancerosas humanas. Esta molécula causa una anomalía durante la duplicación de las células cancerosas humanas, provocando su rápida muerte celular. Por lo tanto, la multiplicación celular en sí resultó en la muerte celular en las células cancerosas tratadas.
Un mes después de ser inyectados con PJ34 diariamente durante 14 días, las células de cáncer de páncreas en los tumores de los ratones tratados experimentaron una caída relativa del 90 por ciento. Incluso, en uno de los ratones con el xenoinjerto el tumor desapareció por completo.
Es importante tener en cuenta que no se observaron efectos adversos, y no hubo cambios en el aumento de peso de los ratones, ni en su comportamiento.
Un enemigo mortal y silencioso
El cáncer de páncreas es uno de los tumores malignos más letales. En la Argentina se detectan cerca de 5000 casos por año (4878 en 2018, según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer). Y, si bien es la cuarta causa de muerte por neoplasia maligna después del cáncer de pulmón, colorrectal y cáncer de mama, casi todos los casos son mortales (4683, según el INC), por lo que la prevención y la pesquisa temprana en personas de riesgo cobra una notoria relevancia.
Las estadísticas mundiales son concluyentes: detectado en etapas iniciales, la posibilidad de extirpación del tumor y curación ronda el 35%. Sin embargo, apenas un 10% de los pacientes recibe el diagnóstico en este estadio temprano. Una vez que el cáncer se ha expandido, la supervivencia desciende al 12%, mientras que en etapas más avanzadas (cuando el tumor ha hecho metástasis en otros órganos), apenas un 3% tiene alguna posibilidad.
Esto se debe, en parte, a que no se presentan síntomas en etapas tempranas (o si aparecen, suelen ser inespecíficos), por lo que la gran mayoría de los casos son detectados en estadios avanzados, cuando el cáncer ya no puede ser extirpado mediante cirugía y se ha diseminado desde el páncreas a otras partes del cuerpo.
El cáncer de páncreas puede generar a veces síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso, ictericia, cambio de hábito evacuatorio, principio de diabetes, pérdida de apetito, náuseas o indigestión, pero estos signos no suelen ser motivo de consulta al especialista, lo que retrasa el diagnóstico.
“El Consorcio Internacional de Pesquisa del Cáncer de Páncreas recomienda la detección temprana cuando el riesgo es cinco veces mayor al de la población general o el riesgo acumulado es mayor al 5%”, señaló Martín Guidi (MN 92.772), miembro de la Asociación Científica de Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (ENDIBA). Para lograr esta detección temprana, el especialista explicó que los métodos de diagnóstico recomendados son la ultrasonografía endoscópica y la resonancia magnética nuclear, realizadas de manera anual en personas de riesgo.
Factores de Riesgo
“La causa de la mayoría de los cánceres de páncreas es desconocida, aunque existe evidencia de que los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecerlo: edad, sobrepeso, antecedentes de pancreatitis, tabaquismo, alcohol, diabetes y antecedentes familiares de la enfermedad”, explicó Paula Carfagnini (MN 140.479), también miembro de ENDIBA.
Precisamente, se considera población de alto riesgo a las siguientes situaciones:
-Tener al menos dos familiares directos con cáncer de páncreas.
-Padecer pancreatitis crónica.
-Síndrome de Lynch.
-Pancreatitis hereditaria.
-Síndrome de Peutz Jeghers.
-Mutaciones BRCA2.
En especial en estas poblaciones, se recomienda una pesquisa para lograr su detección en etapas tempranas, lo que aumenta su posibilidad de curación.
Por otra parte, debido a que “la incidencia del cáncer de páncreas en la población general es relativamente baja, no sería costo/efectivo realizar pesquisa de forma generalizada. Por lo tanto, se deberían concentrar los recursos en pacientes con riesgo elevado, que incluye patologías hereditarias, antecedentes familiares directos y procesos inflamatorios crónicos que incrementan la oncogénesis del páncreas”, concluyó Guidi.