Microplásticos: científicos observan que son millones de veces más abundantes en el océano de lo que se pensaba

Un trabajo realizado por el Instituto Oceanográfico Scripps, de EEUU, sugiere que podría haber un millón de veces más piezas de plástico en el océano de lo estimado previamente

Víctor Ingrassia
vingrassia@infobae.com
Nada parece estar a salvo de la contaminación plástica. Si tenemos en cuenta por ejemplo que cada minuto se compran en el mundo 1 millón de botellas plásticas o 20.000 por segundo, todo parece indicar que muy pronto tendremos más plástico que animales en agua y tierra.



Según el último informe publicado por National Geographic, hoy tenemos que lidiar con 8.300 millones de toneladas de este plástico fabricado desde los años 50. De ellas, más de 6.300 millones se han convertido en residuos. Y de esos residuos, 5.700 millones de toneladas no han pasado nunca por un contenedor de reciclaje, una cifra que dejó atónitos a los científicos que la calcularon en 2017.

La producción mundial plástica ha registrado un aumento exponencial –de 2,1 millones de toneladas en 1950 pasó a 147 millones en 1993 y a 407 millones en 2015–.

Más plástico en los océanos

Además de la enorme cantidad de plástico que hoy tienen los océano y se evidencia a simple vista con la acumulación que hay en las playas o incluso las 5 islas de este material ya identificadas (2 en el Pacífico, 2 en el Atlántico y 1 en el Índico), existe un peligro mayor para la salud de los habitantes de los mares y en definitiva también para la humana, ya que nos alimentamos también a base de pescados. Esta amenaza se llama microplásticos.

Los microplásticos (pequeños trozos de plástico menores a 5 milímetros) han sido durante mucho tiempo una preocupación en la investigación de desechos marinos, pero la cuantificación de los microplásticos más pequeños (<333 adecuados="" arrastre.="" br="" como="" de="" ha="" las="" los="" m="" n="" obstaculizada="" por="" recolecci="" redes="" se="" todos="" visto="">
Un nuevo estudio realizado por investigadores financiados por NSF en la Scripps Institution of Oceanography, de EEUU, sugiere que podría haber un millón de veces más piezas de plástico en el océano de lo estimado previamente.

Los investigadores modificaron los métodos estándar de microscopía de epifluorescencia para desarrollar una nueva técnica a fin de enumerar los mini-microplásticos a partir de muestras de agua de mar superficial filtrada y contenido de estómago de sal.

Esto permitió distinguir los mini microplásticos del fitoplancton y las partículas suspendidas, que resultaron más abundantes en aguas cercanas a la costa y se distribuyeron de manera más uniforme desde la corriente de California hasta el giro subtropical del Pacífico norte.

La oceanógrafa biológica Jennifer Brandon encontró algunos de los microplásticos más pequeños en el agua de mar a concentraciones mucho más altas que las medidas previamente. Su método demostró que la forma tradicional de contar microplásticos marinos no marca las partículas más pequeñas, lo que sugiere que el número de microplásticos en el océano no se contabiliza en su mayoría.

La doctora Brandon ahora estima que el océano está contaminado por 8.3 millones de piezas de mini-microplásticos por metro cúbico de agua. Su descubrimiento se publica en Limnology and Oceanography Letters.

"Durante años hemos estado haciendo estudios de microplásticos de la misma manera, utilizando una red para recolectar muestras. Pero algo más pequeño que esa malla de red se ha escapado", sostuvo Brandon.

La mayoría de los plásticos son tan químicamente fuertes que ni los microbios en el suelo ni el agua pueden romper los enlaces elementales. En busca de respuestas, Brandon recurrió a las salpas, unos invertebrados gelatinosos que se alimentan por filtración y que succionan agua para comer y propulsarse. Sus estómagos eran un lugar probable para encontrar mini-microplásticos. Y no se equivocaron.

De las 100 salpas que Brandon estudió a partir de muestras de agua recolectadas en 2009, 2013, 2014, 2015 y 2017, el 100 por ciento tenía mini-microplásticos en sus intestinos.

"A pesar del enorme interés en los microplásticos, recién estamos comenzando a comprender la escala y los efectos de estos contaminantes oceánicos", analizó el doctor Dan Thornhill, director de programa en la División de Ciencias del Océano de NSF.


Y agregó: “Este estudio demuestra que los plásticos marinos son mucho más abundantes de lo que nadie creía y se pueden encontrar potencialmente en todas partes del océano. Esto es preocupante, especialmente cuando las consecuencias para el medio ambiente y la salud humana siguen siendo desconocidas”.

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