La Cámara de Representantes de Estados Unidos votará este miércoles los cargos de juicio político contra Donald Trump
“Debemos honrar nuestro juramento de apoyar y defender nuestra Constitución de todos los enemigos, extranjeros y nacionales”, declaró Nancy Pelosi en una carta a los legisladores demócratas
Infobae
La Cámara de Representantes de Estados Unidos decide el miércoles si aprueba las acusaciones contra el presidente Donald Trump para que sea sometido a un juicio político, anunció la líder demócrata Nancy Pelosi.
“Mañana, la Cámara de Representantes ejercerá una de las atribuciones más solemnes que le otorga la Constitución, cuando se reúna para aprobar dos artículos de acusación contra el presidente”, señaló Pelosi este martes en una carta a los legisladores demócratas. “En este momento de la historia de nuestra nación, debemos honrar nuestro juramento de apoyar y defender nuestra Constitución de todos los enemigos, extranjeros y nacionales”, agregó.
De acuerdo con un conteo realizado por The Associated Press, Trump se perfila para ser enviado a juicio político por la Cámara de Representantes, donde la mayoría de los legisladores está a favor de proseguir con las votaciones.
Ningún republicano ha indicado su apoyo al juicio político, preparando el terreno para una votación partidista en favor de los demócratas. Uno por uno, los demócratas centristas, entre ellos varios novatos que arriesgan su reelección en distritos en los que el presidente goza de gran popularidad, anunciaron esta semana que respaldarían los cargos de juicio político.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi prácticamente tiene asegurados los votos de cara al inicio del debate del miércoles sobre dos cargos de juicio político que acusan a Trump de abuso de autoridad y obstrucción del Congreso. El primer cargo por abuso de autoridad ahora cuenta con la mayoría en la cámara baja.
Trump refuta fervientemente los cargos, y acusa a los demócratas de “perversión de la justicia y abuso de poder” en su intento por destituirlo.
En una enconada carta enviada a Pelosi en la víspera de su juicio político, Trump sostuvo que no hizo nada malo al solicitar una investigación extranjera de sus rivales políticos, y atacó a los demócratas por concentrarse en el proceso de destitución y no en otros asuntos. El mandatario también reiteró sus objeciones a la investigación de la cámara baja, y aseguró que “los acusados de brujería en Salem tuvieron un mejor debido proceso”. Por último, dijo que no cree que su carta tenga algún efecto, pero que registró sus objeciones por “motivos históricos”.
“Investigación precipitada”
Por lo tanto, es casi seguro que Trump sea sometido a un juicio político en el Senado, algo que solo ha sucedido a dos de sus predecesores: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998. El republicano Richard Nixon, involucrado en el escándalo Watergate, prefirió renunciar en 1974 antes de sufrir este estigma.
La Cámara alta probablemente abra el proceso contra Trump en enero, donde se espera que sea absuelto, pues se necesitarían al menos 67 votos para destituirlo y los republicanos detentan 53 de los 100 escaños.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo el martes que la "precipitada" investigación de los demócratas de la Cámara baja con miras a la destitución del presidente es "fallida" para acusarlo y más aún para destituirlo.
Por otro lado, descartó el reclamo demócrata de convocar a nuevos testigos. “No es tarea del Senado buscar desesperadamente formas de condenar (al presidente). Eso difícilmente sería justicia imparcial”, dijo McConnell.
Una vez terminado el juicio, republicanos y demócratas volverán a sumergirse en la campaña para las presidenciales de noviembre de 2020, relegada a un segundo plano este último trimestre.
Trump está convencido de que este episodio lo beneficiará. En un tuit, señaló que una reciente encuesta del diario USA Today lo da ganador contra todos los posibles candidatos demócratas. “Es difícil de creer (...) después de tres años de caza de brujas”, escribió. Pero “los estadounidenses son inteligentes, ¡ven nuestra maravillosa economía y todo lo demás!”.
Consciente del riesgo electoral, Pelosi contuvo durante mucho tiempo los llamados para abrir un procedimiento de destitución contra Trump. Finalmente lanzó la investigación a finales de septiembre, tras conocerse la denuncia de un informante no identificado sobre presunta conducta inapropiada del presidente durante una llamada telefónica el 25 de julio con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski,
Los demócratas llamaron a varios testigos que, durante espectaculares audiencias, confirmaron las presiones para obligar a Kiev a anunciar la apertura de una investigación por corrupción contra el ex vicepresidente Joe Biden -posible rival de Trump en el comicio de 2020- y de su hijo Hunter.
La comparecencia de William Taylor, embajador estadounidense interino en Kiev, quien cesará a fin de año en cumplimiento de un límite legal de 200 días, aportó un testimonio fundamental para hacer avanzar el proceso.
Taylor sorprendió al afirmar que a Trump “le importaba más” que el gobierno ucraniano investigara a Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia. Pero Trump insiste en que la llamada telefónica fue “perfecta”.
La Casa Blanca se negó a cooperar con la investigación, a la que calificó de "inconstitucional" y prohibió que varios de sus asesores testificaran.
Por esta razón, los demócratas lo acusan tanto de haber abusado de su poder para beneficio personal como de haber obstruido el trabajo del Congreso.
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La Cámara de Representantes de Estados Unidos decide el miércoles si aprueba las acusaciones contra el presidente Donald Trump para que sea sometido a un juicio político, anunció la líder demócrata Nancy Pelosi.
“Mañana, la Cámara de Representantes ejercerá una de las atribuciones más solemnes que le otorga la Constitución, cuando se reúna para aprobar dos artículos de acusación contra el presidente”, señaló Pelosi este martes en una carta a los legisladores demócratas. “En este momento de la historia de nuestra nación, debemos honrar nuestro juramento de apoyar y defender nuestra Constitución de todos los enemigos, extranjeros y nacionales”, agregó.
De acuerdo con un conteo realizado por The Associated Press, Trump se perfila para ser enviado a juicio político por la Cámara de Representantes, donde la mayoría de los legisladores está a favor de proseguir con las votaciones.
Ningún republicano ha indicado su apoyo al juicio político, preparando el terreno para una votación partidista en favor de los demócratas. Uno por uno, los demócratas centristas, entre ellos varios novatos que arriesgan su reelección en distritos en los que el presidente goza de gran popularidad, anunciaron esta semana que respaldarían los cargos de juicio político.
La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi prácticamente tiene asegurados los votos de cara al inicio del debate del miércoles sobre dos cargos de juicio político que acusan a Trump de abuso de autoridad y obstrucción del Congreso. El primer cargo por abuso de autoridad ahora cuenta con la mayoría en la cámara baja.
Trump refuta fervientemente los cargos, y acusa a los demócratas de “perversión de la justicia y abuso de poder” en su intento por destituirlo.
En una enconada carta enviada a Pelosi en la víspera de su juicio político, Trump sostuvo que no hizo nada malo al solicitar una investigación extranjera de sus rivales políticos, y atacó a los demócratas por concentrarse en el proceso de destitución y no en otros asuntos. El mandatario también reiteró sus objeciones a la investigación de la cámara baja, y aseguró que “los acusados de brujería en Salem tuvieron un mejor debido proceso”. Por último, dijo que no cree que su carta tenga algún efecto, pero que registró sus objeciones por “motivos históricos”.
“Investigación precipitada”
Por lo tanto, es casi seguro que Trump sea sometido a un juicio político en el Senado, algo que solo ha sucedido a dos de sus predecesores: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998. El republicano Richard Nixon, involucrado en el escándalo Watergate, prefirió renunciar en 1974 antes de sufrir este estigma.
La Cámara alta probablemente abra el proceso contra Trump en enero, donde se espera que sea absuelto, pues se necesitarían al menos 67 votos para destituirlo y los republicanos detentan 53 de los 100 escaños.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo el martes que la "precipitada" investigación de los demócratas de la Cámara baja con miras a la destitución del presidente es "fallida" para acusarlo y más aún para destituirlo.
Por otro lado, descartó el reclamo demócrata de convocar a nuevos testigos. “No es tarea del Senado buscar desesperadamente formas de condenar (al presidente). Eso difícilmente sería justicia imparcial”, dijo McConnell.
Una vez terminado el juicio, republicanos y demócratas volverán a sumergirse en la campaña para las presidenciales de noviembre de 2020, relegada a un segundo plano este último trimestre.
Trump está convencido de que este episodio lo beneficiará. En un tuit, señaló que una reciente encuesta del diario USA Today lo da ganador contra todos los posibles candidatos demócratas. “Es difícil de creer (...) después de tres años de caza de brujas”, escribió. Pero “los estadounidenses son inteligentes, ¡ven nuestra maravillosa economía y todo lo demás!”.
Consciente del riesgo electoral, Pelosi contuvo durante mucho tiempo los llamados para abrir un procedimiento de destitución contra Trump. Finalmente lanzó la investigación a finales de septiembre, tras conocerse la denuncia de un informante no identificado sobre presunta conducta inapropiada del presidente durante una llamada telefónica el 25 de julio con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski,
Los demócratas llamaron a varios testigos que, durante espectaculares audiencias, confirmaron las presiones para obligar a Kiev a anunciar la apertura de una investigación por corrupción contra el ex vicepresidente Joe Biden -posible rival de Trump en el comicio de 2020- y de su hijo Hunter.
La comparecencia de William Taylor, embajador estadounidense interino en Kiev, quien cesará a fin de año en cumplimiento de un límite legal de 200 días, aportó un testimonio fundamental para hacer avanzar el proceso.
Taylor sorprendió al afirmar que a Trump “le importaba más” que el gobierno ucraniano investigara a Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia. Pero Trump insiste en que la llamada telefónica fue “perfecta”.
La Casa Blanca se negó a cooperar con la investigación, a la que calificó de "inconstitucional" y prohibió que varios de sus asesores testificaran.
Por esta razón, los demócratas lo acusan tanto de haber abusado de su poder para beneficio personal como de haber obstruido el trabajo del Congreso.