El Nápoli empata en Udine y sigue en su momento nefasto
Los de Ancelotti apenas cosechan 21 puntos en 15 jornadas (peor dato desde 2007) y llevan nueve partidos seguidos sin ganar. Es la peor crisis desde que los azzurri regresaron a la Serie A.
Mirko Calemme
As
El Nápoli empató en Udine y sigue viviendo un momento horrible: apenas ha cosechado 21 puntos en 15 jornadas (peor dato desde 2007), y lleva nueve partidos seguidos sin ganar en todas las competiciones. Los friulani, que también están en una racha pésima (un empate y dos derrotas en los anteriores tres enfrentamientos), consiguieron al menos un punto que los mantiene a distancia de seguridad de la zona de descenso.
Ancelotti se jugaba el banquillo y salió de inicio con el mejor once posible, menos los lesionados Allan y Milik: Callejón, que por primera vez en siete temporadas se había quedado fuera en dos partidos seguidos, volvió a ser titular y en la delantera actuaban Mertens y Lozano.
Los sureños mostraron una mejor actitud y más garra, pero siguieron sin muchas ideas arriba, ocupando mal los espacios en el área rival y con evidentes problemas en defensa preventiva. Una vez más, de hecho, encajaron un gol de contragolpe, nacido (como ocurrió ante la Juventus), tras lanzar un córner. Fofana encontró a Lasagna con un pase vertical y el punta, olvidado por Koulibaly, batió a Meret con un derechazo raso cruzado.
'Carletto' buscó nuevas soluciones ofensivas y quitó en el descanso al capitán Insigne (decisión que causará más polémica), poniendo a Llorente en su lugar. Los partenopei, efectivamente, cambiaron de cara y asediaron la portería friulana: tras los intentos de Mertens y Fabián, llegó el merecido empate, que realizó Zielinski (fue su primera diana de este curso, tras 31 disparos).
La reacción napolitana, sin embargo, no fue suficiente para completar la remontada: hubo más intentos para el 1-2, pero también peligros, con los locales que rozaron otra vez el gol con el mismo Lasagna.
No es el resultado que se esperaba De Laurentiis: ya hubo contactos, entre otros, con Rino Gattuso, pero parece complicado que se tomen medidas antes del partido con el Genk, que con un empate le entregaría al Nápoles de Ancelotti el pase a los octavos de final de Champions. Sería la única buena noticia de un curso, hasta ahora, desastroso.
As
El Nápoli empató en Udine y sigue viviendo un momento horrible: apenas ha cosechado 21 puntos en 15 jornadas (peor dato desde 2007), y lleva nueve partidos seguidos sin ganar en todas las competiciones. Los friulani, que también están en una racha pésima (un empate y dos derrotas en los anteriores tres enfrentamientos), consiguieron al menos un punto que los mantiene a distancia de seguridad de la zona de descenso.
Ancelotti se jugaba el banquillo y salió de inicio con el mejor once posible, menos los lesionados Allan y Milik: Callejón, que por primera vez en siete temporadas se había quedado fuera en dos partidos seguidos, volvió a ser titular y en la delantera actuaban Mertens y Lozano.
Los sureños mostraron una mejor actitud y más garra, pero siguieron sin muchas ideas arriba, ocupando mal los espacios en el área rival y con evidentes problemas en defensa preventiva. Una vez más, de hecho, encajaron un gol de contragolpe, nacido (como ocurrió ante la Juventus), tras lanzar un córner. Fofana encontró a Lasagna con un pase vertical y el punta, olvidado por Koulibaly, batió a Meret con un derechazo raso cruzado.
'Carletto' buscó nuevas soluciones ofensivas y quitó en el descanso al capitán Insigne (decisión que causará más polémica), poniendo a Llorente en su lugar. Los partenopei, efectivamente, cambiaron de cara y asediaron la portería friulana: tras los intentos de Mertens y Fabián, llegó el merecido empate, que realizó Zielinski (fue su primera diana de este curso, tras 31 disparos).
La reacción napolitana, sin embargo, no fue suficiente para completar la remontada: hubo más intentos para el 1-2, pero también peligros, con los locales que rozaron otra vez el gol con el mismo Lasagna.
No es el resultado que se esperaba De Laurentiis: ya hubo contactos, entre otros, con Rino Gattuso, pero parece complicado que se tomen medidas antes del partido con el Genk, que con un empate le entregaría al Nápoles de Ancelotti el pase a los octavos de final de Champions. Sería la única buena noticia de un curso, hasta ahora, desastroso.
