El Ferrari de 2020 cuida hasta el más mínimo detalle
La nueva máquina de Sebastian Vettel y Charles Leclerc seguirá utilizando una tonalidad en mate de color rojo para ahorrar dos kilogramos de peso.
Francisco Chuvieco Alvarez
As
"Ferrari se enfrenta a los oponentes más fuertes de la Fórmula 1". Este fue el aviso que Mattia Binotto emitió la semana pasada en la fábrica de Maranello durante la comida de Navidad que Ferrari organizó con la prensa internacional que cubre el Mundial de Fórmula 1.
El máximo responsable del Cavallino Rampante, además de confirmar el martes 11 de febrero como la fecha de presentación de la nueva máquina de Sebastian Vettel y Charles Leclerc, deslizó en esta ceremonia algunas de las características que incorporará el proyecto 671 en 2020 para intentar poner punto y final a la hegemonía de Mercedes en la 'era híbrida'.
Un monoplaza, el 66º de la Scuderia en el 'Gran Circo, que los ingenieros transalpinos están puliendo hasta el más mínimo detalle en el túnel del viento ubicado al norte de Italia. Comenzando por una nueva filosofía aerodinámica para aumentar su velocidad en las curvas o terminando con el nuevo concepto de unidad de potencia para seguir siendo la referencia del campeonato, cualquier particularidad está siendo analizada minuciosamente para hallar esa décima ganadora. Y la decoración del coche no iba a ser la excepción que demuestra esta regla.
Tras estrenar este año una tonalidad en mate que provocó algún que otro dolor de cabeza, ya que las pegatinas para agregar los logotipos de un socio son bastante perjudiciales cuando entran en contacto con el aire, aunque tengan el tamaño de un micrón, el Ferrari de 2020, que completará un día de filmación el 18 de febrero en el Circuit Barcelona Catalunya, seguirá luciendo un color rojo opaco por razones relacionadas con el peso. Esta pintura especial, que cambia según la luz, permitirá a los técnicos de Maranello aligerar dos kilos el lastre del monoplaza, un cantidad muy importante si tenemos en cuenta que precisamente este guarismo es la cantidad máxima que la FIA permitirá 'engordar' a las escuderías la próxima temporada.
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"Ferrari se enfrenta a los oponentes más fuertes de la Fórmula 1". Este fue el aviso que Mattia Binotto emitió la semana pasada en la fábrica de Maranello durante la comida de Navidad que Ferrari organizó con la prensa internacional que cubre el Mundial de Fórmula 1.
El máximo responsable del Cavallino Rampante, además de confirmar el martes 11 de febrero como la fecha de presentación de la nueva máquina de Sebastian Vettel y Charles Leclerc, deslizó en esta ceremonia algunas de las características que incorporará el proyecto 671 en 2020 para intentar poner punto y final a la hegemonía de Mercedes en la 'era híbrida'.
Un monoplaza, el 66º de la Scuderia en el 'Gran Circo, que los ingenieros transalpinos están puliendo hasta el más mínimo detalle en el túnel del viento ubicado al norte de Italia. Comenzando por una nueva filosofía aerodinámica para aumentar su velocidad en las curvas o terminando con el nuevo concepto de unidad de potencia para seguir siendo la referencia del campeonato, cualquier particularidad está siendo analizada minuciosamente para hallar esa décima ganadora. Y la decoración del coche no iba a ser la excepción que demuestra esta regla.
Tras estrenar este año una tonalidad en mate que provocó algún que otro dolor de cabeza, ya que las pegatinas para agregar los logotipos de un socio son bastante perjudiciales cuando entran en contacto con el aire, aunque tengan el tamaño de un micrón, el Ferrari de 2020, que completará un día de filmación el 18 de febrero en el Circuit Barcelona Catalunya, seguirá luciendo un color rojo opaco por razones relacionadas con el peso. Esta pintura especial, que cambia según la luz, permitirá a los técnicos de Maranello aligerar dos kilos el lastre del monoplaza, un cantidad muy importante si tenemos en cuenta que precisamente este guarismo es la cantidad máxima que la FIA permitirá 'engordar' a las escuderías la próxima temporada.
