Cristiano e Higuaín tumban al Bayer
Los bianconeri ganaron en el campo de las aspirinas, que necesitaban un triunfo y que el Atleti no batiera al Lokomotiv para clasificarse a octavos. Los alemanes, a la Europa League.
Mirko Calemme
As
Dos milagros en un día era pedir demasiado: lo que consiguió el Atalanta y que solo pudo hacer el Newcastle, clasificarse a los octavos de Champions tras haber empezado con tres derrotas seguidas, no fue posible para el Bayer Leverkusen, que necesitaba un triunfo ante la Juventus y que el Atleti no ganara ante el Lokomotiv. En cambio, en el BayArena vencieron los bianconeri, a pesar del primer puesto ya en el bolsillo, las rotaciones y una pareja defensiva nunca vista, Rugani-Demiral.
El gran arranque de las aspirinas hizo soñar con la hazaña: Diaby remató al poste tras apenas 11 minutos y Demirbay lo intentó desde fuera del área, pero la Vecchia Signora, que comenzó con defensa y contragolpe, con el tiempo cogió campo. Tras una primera mitad gris (con un Rabiot muy apagado), de hecho, los de Sarri fueron mejores en la segunda parte, que comenzó con un gol anulado a Cristiano por fuera de juego.
Cuando el técnico puso a Dybala en lugar de Bernardeschi, arriesgando ese tridente que le cuesta alinear, los tiempos eran maduros para que llegara el gol: tras una jugada típicamente sarrista que empezó con un caño de De Sciglio, (balón adelante, balón atrás, balón en el espacio), el esférico llegó justo a la Joya, cuyo centro encontró en el área a Cristiano, autor de su tanto 128 en la Champions League, el noveno de su curso (tercero seguido).
El Bayer se derritió ahí y, antes del pitido final, hubo espacio para la enésima invasión de campo en busca de un selfie con Ronaldo y para un bonito gol de Higuaín (otra vez a pase de Dybala), con un potente zurdazo. Después del empate en el Wanda, cinco triunfos seguidos con solo dos goles encajados: la Juve de Sarri, en Champions, es imparable. Las aspirinas, en cambio, deben contentarse con seguir su aventura continental en la Europa League.
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Dos milagros en un día era pedir demasiado: lo que consiguió el Atalanta y que solo pudo hacer el Newcastle, clasificarse a los octavos de Champions tras haber empezado con tres derrotas seguidas, no fue posible para el Bayer Leverkusen, que necesitaba un triunfo ante la Juventus y que el Atleti no ganara ante el Lokomotiv. En cambio, en el BayArena vencieron los bianconeri, a pesar del primer puesto ya en el bolsillo, las rotaciones y una pareja defensiva nunca vista, Rugani-Demiral.
El gran arranque de las aspirinas hizo soñar con la hazaña: Diaby remató al poste tras apenas 11 minutos y Demirbay lo intentó desde fuera del área, pero la Vecchia Signora, que comenzó con defensa y contragolpe, con el tiempo cogió campo. Tras una primera mitad gris (con un Rabiot muy apagado), de hecho, los de Sarri fueron mejores en la segunda parte, que comenzó con un gol anulado a Cristiano por fuera de juego.
Cuando el técnico puso a Dybala en lugar de Bernardeschi, arriesgando ese tridente que le cuesta alinear, los tiempos eran maduros para que llegara el gol: tras una jugada típicamente sarrista que empezó con un caño de De Sciglio, (balón adelante, balón atrás, balón en el espacio), el esférico llegó justo a la Joya, cuyo centro encontró en el área a Cristiano, autor de su tanto 128 en la Champions League, el noveno de su curso (tercero seguido).
El Bayer se derritió ahí y, antes del pitido final, hubo espacio para la enésima invasión de campo en busca de un selfie con Ronaldo y para un bonito gol de Higuaín (otra vez a pase de Dybala), con un potente zurdazo. Después del empate en el Wanda, cinco triunfos seguidos con solo dos goles encajados: la Juve de Sarri, en Champions, es imparable. Las aspirinas, en cambio, deben contentarse con seguir su aventura continental en la Europa League.
