La gigantesca influencia del régimen iraní sobre Irak, según los cables filtrados de la inteligencia persa
Los documentos clasificados muestran la agresividad con la que los agentes de Irán trabajaban para cooptar líderes del país vecino e infiltrarse en todas las capas de la sociedad iraquí
Infobae
Cientos de documentos de los servicios de inteligencia iraníes filtrados revelaron la “vasta influencia” de Irán sobre Irak, donde los manifestantes denuncian desde hace semana la incompetencia de sus dirigentes y la injerencia, según ellos, de Teherán en los asuntos de su país.
El diario estadounidense New York Times y el sitio de investigación en línea The Intercept publicaron un reporte basado en 700 páginas de informes escritos, en su mayoría en 2014 y 2015, por el ministerio iraní de Inteligencia y enviados por una fuente anónima que afirmó que quería “mostrar al mundo lo que Irán hace en (su) país, Irak”.
“Estas filtraciones sin precedentes revelan la vasta influencia de Irán en Irak, detallando años de trabajo minucioso de los espías iraníes para cooptar líderes del país, pagar agentes iraquíes e infiltrar todos los aspectos de la vida política, económica y religiosa de Irak”, según el Times.
Los documentos ponen de relieve el “papel único del general (Qasem) Soleimani”, en referencia el jefe de la fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de Irán.
Este general viaja regularmente a Irak, donde estas últimas semanas presidió reuniones en Bagdad y Nayaf, en el sur, para convencer a los partidos políticos de apoyar al primer ministro, Adel Abdel Mahdi, cuya salida reclaman los manifestantes, indicaron fuentes políticas a la AFP.
El contenido de los documentos también se hace eco de los sentimientos de numerosos iraquíes que participan en las manifestaciones, inéditas en Irak, país de mayoría chiita, como Irán.
“Irán interviene en nuestro país”, se quejaba el lunes una manifestante de unos sesenta años, en Bagdad. Esta mujer se alegraba de que Irán también fuera escenario de protestas desde el viernes, tras la subida del precio de la gasolina. “La chispa que comenzó en Irak llegó a Irán”. Los iraquíes siguen saliendo a las calles de Bagdad y de otras ciudades para reclamar la salida de sus dirigentes, que consideran corruptos. Escuelas y oficinas gubernamentales permanecían cerradas en Kut, Nayaf, Diwaniya y Nasiriya, en el sur chiita, donde el vecino iraní es especialmente abucheado.
Desde el inicio de la movilización, el 1 de octubre, más de 330 personas murieron, en su mayoría manifestantes.
Una guerra opuso de 1980 a 1988 Irán y el Irak de Sadam Husein, dos países petroleros. Teherán se ha convertido en un aliado de peso para Irak, sobre todo en estos últimos años, tras casi una década de dominio de Estados Unidos, que invadió el país en 2003, lo que conllevó la caída del régimen de Sadam Husein.
Irán mantiene estrechos vínculos con numerosos políticos iraquíes y ha ayudado a formar los poderosos grupos paramilitares de Hash Al Shaabi, que han contribuido a la derrota del grupo yihadista Estado Islámico. También se trata de un destacado socio comercial, que vende electricidad y gas natural a Irak.
Según el NYT y The Intercept, Teherán recurrió a grandes operaciones de los servicios de inteligencia para mantener estos lazos.
La "mayor prioridad", según el NYT, era "mantener a Irak como cliente (...) y asegurarse que las facciones leales a Teherán permanecían en el poder".
En uno de los documentos filtrados, el primer ministro, Adel Abdel Mahdi, es descrito como alguien con una “relación especial” con Teherán cuando era ministro del Petróleo en 2014.
Infobae
Cientos de documentos de los servicios de inteligencia iraníes filtrados revelaron la “vasta influencia” de Irán sobre Irak, donde los manifestantes denuncian desde hace semana la incompetencia de sus dirigentes y la injerencia, según ellos, de Teherán en los asuntos de su país.
El diario estadounidense New York Times y el sitio de investigación en línea The Intercept publicaron un reporte basado en 700 páginas de informes escritos, en su mayoría en 2014 y 2015, por el ministerio iraní de Inteligencia y enviados por una fuente anónima que afirmó que quería “mostrar al mundo lo que Irán hace en (su) país, Irak”.
“Estas filtraciones sin precedentes revelan la vasta influencia de Irán en Irak, detallando años de trabajo minucioso de los espías iraníes para cooptar líderes del país, pagar agentes iraquíes e infiltrar todos los aspectos de la vida política, económica y religiosa de Irak”, según el Times.
Los documentos ponen de relieve el “papel único del general (Qasem) Soleimani”, en referencia el jefe de la fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de Irán.
Este general viaja regularmente a Irak, donde estas últimas semanas presidió reuniones en Bagdad y Nayaf, en el sur, para convencer a los partidos políticos de apoyar al primer ministro, Adel Abdel Mahdi, cuya salida reclaman los manifestantes, indicaron fuentes políticas a la AFP.
El contenido de los documentos también se hace eco de los sentimientos de numerosos iraquíes que participan en las manifestaciones, inéditas en Irak, país de mayoría chiita, como Irán.
“Irán interviene en nuestro país”, se quejaba el lunes una manifestante de unos sesenta años, en Bagdad. Esta mujer se alegraba de que Irán también fuera escenario de protestas desde el viernes, tras la subida del precio de la gasolina. “La chispa que comenzó en Irak llegó a Irán”. Los iraquíes siguen saliendo a las calles de Bagdad y de otras ciudades para reclamar la salida de sus dirigentes, que consideran corruptos. Escuelas y oficinas gubernamentales permanecían cerradas en Kut, Nayaf, Diwaniya y Nasiriya, en el sur chiita, donde el vecino iraní es especialmente abucheado.
Desde el inicio de la movilización, el 1 de octubre, más de 330 personas murieron, en su mayoría manifestantes.
Una guerra opuso de 1980 a 1988 Irán y el Irak de Sadam Husein, dos países petroleros. Teherán se ha convertido en un aliado de peso para Irak, sobre todo en estos últimos años, tras casi una década de dominio de Estados Unidos, que invadió el país en 2003, lo que conllevó la caída del régimen de Sadam Husein.
Irán mantiene estrechos vínculos con numerosos políticos iraquíes y ha ayudado a formar los poderosos grupos paramilitares de Hash Al Shaabi, que han contribuido a la derrota del grupo yihadista Estado Islámico. También se trata de un destacado socio comercial, que vende electricidad y gas natural a Irak.
Según el NYT y The Intercept, Teherán recurrió a grandes operaciones de los servicios de inteligencia para mantener estos lazos.
La "mayor prioridad", según el NYT, era "mantener a Irak como cliente (...) y asegurarse que las facciones leales a Teherán permanecían en el poder".
En uno de los documentos filtrados, el primer ministro, Adel Abdel Mahdi, es descrito como alguien con una “relación especial” con Teherán cuando era ministro del Petróleo en 2014.