Israel: Benny Gantz informó al presidente que no pudo formar gobierno y se agudiza la crisis
Ahora, se abre un periodo de 21 días para que algún diputado consiga la mayoría. Caso contrario, deberán ser convocadas las terceras elecciones en menos de un año
Infobae
A poco más de cuatro horas de que expire el plazo para formar Gobierno en Israel, el centrista Beny Gantz ha devuelto el mandado al presidente después de intentar crear en vano y a contrarreloj un ejecutivo de coalición en minoría o uno de unidad con Benjamín Netanyahu.
“He levantado cada piedra para intentar formar un gobierno de unión nacional”, declaró Gantz, durante una conferencia de prensa en la que dijo haber anunciado al presidente Reuven Rivlin ser “incapaz de formar gobierno”.
Originalmente, el presidente Rivlin encomendó a Netanyahu -en el poder desde 2009- para formar gobierno. Pero Netanyahu, que lidera un bloque de derecha y religioso que suma 54 diputados, no consiguió reunir suficientes aliados para llegar a los 61 escaños, el umbral de la mayoría en el Parlamento, que cuenta con 120 diputados.
El presidente acudió entonces a Gantz, que se enfrentó a una misión que muchos consideraban imposible: evitar unas terceras elecciones en menos de un año, tras las de abril y septiembre pasados.
Tras semanas de conversaciones, el ex jefe del ejército, ahora líder del partido centrista Kahol Lavan (“Azul-Blanco”), tenía hasta medianoche de este miércoles para presentar al presidente un proyecto de gobierno de coalición. Pero desistió antes de que venciera el plazo.
A partir de este jueves comienza un plazo de 21 días para que un diputado consiga una mayoría para ser primer ministro y evitar unas terceras elecciones en menos de un año, una situación política sin precedentes en el país.
Sin embargo, el panorama es oscuro desde que Avigdor Lieberman, el político que tenía la llave para la formación de un nuevo gobierno en Israel, se negó a respaldar a ningún candidato a primer ministro el miércoles.
En los comicios de septiembre, ni Netanyahu ni Gantz alcanzaron una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar, mientras que Lieberman tiene los escaños decisivos. Sin embargo, tras semanas de negociaciones, Lieberman dijo que no podía respaldar a ninguno de los dos partidos.
“Hice todo lo posible. Llamé a todas las puertas”, afirmó.
Lieberman había pedido un gobierno de unidad nacional entre el Likud de Netanyahu y el partido Azul y Blanco de Gantz. Pero los dos líderes no pudieron forjar un acuerdo.
Ante el estancamiento, el presidente Rivlin puede ahora dar tres semanas a los diputados del Knéset, el Parlamento israelí, para que le propongan nombres de de figuras susceptibles de conseguir lo que los dos grandes jefes de partido no han logrado.
Si, al término de este posible nuevo plazo, ninguna personalidad política obtiene los apoyos suficientes para imponerse a la cabeza del Gobierno, Israel volverá a las urnas.
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A poco más de cuatro horas de que expire el plazo para formar Gobierno en Israel, el centrista Beny Gantz ha devuelto el mandado al presidente después de intentar crear en vano y a contrarreloj un ejecutivo de coalición en minoría o uno de unidad con Benjamín Netanyahu.
“He levantado cada piedra para intentar formar un gobierno de unión nacional”, declaró Gantz, durante una conferencia de prensa en la que dijo haber anunciado al presidente Reuven Rivlin ser “incapaz de formar gobierno”.
Originalmente, el presidente Rivlin encomendó a Netanyahu -en el poder desde 2009- para formar gobierno. Pero Netanyahu, que lidera un bloque de derecha y religioso que suma 54 diputados, no consiguió reunir suficientes aliados para llegar a los 61 escaños, el umbral de la mayoría en el Parlamento, que cuenta con 120 diputados.
El presidente acudió entonces a Gantz, que se enfrentó a una misión que muchos consideraban imposible: evitar unas terceras elecciones en menos de un año, tras las de abril y septiembre pasados.
Tras semanas de conversaciones, el ex jefe del ejército, ahora líder del partido centrista Kahol Lavan (“Azul-Blanco”), tenía hasta medianoche de este miércoles para presentar al presidente un proyecto de gobierno de coalición. Pero desistió antes de que venciera el plazo.
A partir de este jueves comienza un plazo de 21 días para que un diputado consiga una mayoría para ser primer ministro y evitar unas terceras elecciones en menos de un año, una situación política sin precedentes en el país.
Sin embargo, el panorama es oscuro desde que Avigdor Lieberman, el político que tenía la llave para la formación de un nuevo gobierno en Israel, se negó a respaldar a ningún candidato a primer ministro el miércoles.
En los comicios de septiembre, ni Netanyahu ni Gantz alcanzaron una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar, mientras que Lieberman tiene los escaños decisivos. Sin embargo, tras semanas de negociaciones, Lieberman dijo que no podía respaldar a ninguno de los dos partidos.
“Hice todo lo posible. Llamé a todas las puertas”, afirmó.
Lieberman había pedido un gobierno de unidad nacional entre el Likud de Netanyahu y el partido Azul y Blanco de Gantz. Pero los dos líderes no pudieron forjar un acuerdo.
Ante el estancamiento, el presidente Rivlin puede ahora dar tres semanas a los diputados del Knéset, el Parlamento israelí, para que le propongan nombres de de figuras susceptibles de conseguir lo que los dos grandes jefes de partido no han logrado.
Si, al término de este posible nuevo plazo, ninguna personalidad política obtiene los apoyos suficientes para imponerse a la cabeza del Gobierno, Israel volverá a las urnas.