El 'Plan Isco' de Zidane
El técnico francés ha elaborado un programa de actuación para recuperar al mejor Isco, el que fue titular en dos finales de la Copa de Europa.
Marco Ruiz
As
Cuando el pasado mes de marzo Zidane aceptó el reto que le lanzó Florentino de volver al banquillo del Madrid, la entidad andaba de incendio en incendio. Isco protagonizaba uno de los más delicados de apagar. El malagueño, jugador de moda en el fútbol en los últimos años, había sido condenado al ostracismo por Solari. El centrocampista empezó por no jugar tras el desencuentro de ambos en Eibar, y terminó con un expediente abierto por el técnico argentino por haber abandonado una concentración en Valdebebas (el día del Ajax) en su coche particular, dirección al estadio, en lugar de hacerlo en el autobús del equipo con el resto de los compañeros. Fue la reacción de Isco al saber que era también el descarte en ese día tan importante (y fatídico, pues el Madrid resultó eliminado con un contundente 1-4).
“Isco quiere jugar, tiene ganas, así que de expediente, nada”. Así se despachaba Zidane en la primera rueda de prensa que dio tras volver al banquillo, en la previa ante el Celta. Mitad indulto, mitad capotazo, y toda una declaración de intenciones sobre un jugador que había sido tan importante para él en su primera etapa. Tanto es así, que el de Arroyo de la Miel fue titular en la 12ª y 13ª Copa de Europa conquistadas para la entidad con el francés en el banquillo. Y lo fue, precisamente, en detrimento de Bale. El expediente quedó en nada y volvió la normalidad para el futbolista.
El arranque de esta campaña está demostrando, de cualquier manera, que aquel incidente cambió el paso de Isco en el Madrid y, en realidad, en el fútbol español. Ya son dos las convocatorias seguidas en las que no ha entrado en los planes de Roberto Moreno. En lo que respecta a Zidane, el francés ha elaborado un plan para intentar recuperar al mejor Isco. Justo cuando más difícil lo tiene, disputando el puesto con Kroos y Modric (el de Arroyo de la Miel es el tercero en discordia) porque la pareja Valverde y Casemiro es ahora indiscutible, el técnico francés se resiste a renunciar a la magia de Isco…
Los minutos que le dio en el encuentro ante el Eibar, con el partido resuelto, fueron la mejor muestra de que quiere ir introduciéndole poco a poco en la dinámica del equipo. Al contrario de lo que ha sucedido con Mariano, Vinicius, Odriozola o Brahim, cuando ha estado apto, Isco ha formado siempre parte de la lista y siempre ha estado en el banquillo. En opinión de Zidane, el de Arroyo de la Miel debe rendir bien en el centro del campo ahora que este se ha afianzado con el poderío físico de la pareja Casemiro-Valverde. “Más liberado en tareas defensivas se verá al verdadero jugador”, llegó a razonar Zidane con su cuerpo técnico.
Isco llegó al Madrid en el verano de 2013, el mismo en el que aterrizó Bale. Pero el de Arroyo de la Miel sólo costó 28 millones. Tenía 22 años y todo un futuro prometedor por delante. Según la web especializada Transfermarkt, Isco tuvo su pico de valoración en 2018. El mercado lo tasaba en 80 millones de euros. Ahora, la web especializada le da un valor de 60 millones. Es joven. Todavía tiene 27 años y Guardiola sigue pendiente de él para su proyecto en el City. Pero en los planes del Madrid nunca ha estado venderle. Y eso que los números demuestran que la participación de Isco nunca ha sido definitiva en el Madrid y que ésta ha ido decreciendo con el paso del tiempo. Ahora, el propósito de Zidane es revertir eso.
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Cuando el pasado mes de marzo Zidane aceptó el reto que le lanzó Florentino de volver al banquillo del Madrid, la entidad andaba de incendio en incendio. Isco protagonizaba uno de los más delicados de apagar. El malagueño, jugador de moda en el fútbol en los últimos años, había sido condenado al ostracismo por Solari. El centrocampista empezó por no jugar tras el desencuentro de ambos en Eibar, y terminó con un expediente abierto por el técnico argentino por haber abandonado una concentración en Valdebebas (el día del Ajax) en su coche particular, dirección al estadio, en lugar de hacerlo en el autobús del equipo con el resto de los compañeros. Fue la reacción de Isco al saber que era también el descarte en ese día tan importante (y fatídico, pues el Madrid resultó eliminado con un contundente 1-4).
“Isco quiere jugar, tiene ganas, así que de expediente, nada”. Así se despachaba Zidane en la primera rueda de prensa que dio tras volver al banquillo, en la previa ante el Celta. Mitad indulto, mitad capotazo, y toda una declaración de intenciones sobre un jugador que había sido tan importante para él en su primera etapa. Tanto es así, que el de Arroyo de la Miel fue titular en la 12ª y 13ª Copa de Europa conquistadas para la entidad con el francés en el banquillo. Y lo fue, precisamente, en detrimento de Bale. El expediente quedó en nada y volvió la normalidad para el futbolista.
El arranque de esta campaña está demostrando, de cualquier manera, que aquel incidente cambió el paso de Isco en el Madrid y, en realidad, en el fútbol español. Ya son dos las convocatorias seguidas en las que no ha entrado en los planes de Roberto Moreno. En lo que respecta a Zidane, el francés ha elaborado un plan para intentar recuperar al mejor Isco. Justo cuando más difícil lo tiene, disputando el puesto con Kroos y Modric (el de Arroyo de la Miel es el tercero en discordia) porque la pareja Valverde y Casemiro es ahora indiscutible, el técnico francés se resiste a renunciar a la magia de Isco…
Los minutos que le dio en el encuentro ante el Eibar, con el partido resuelto, fueron la mejor muestra de que quiere ir introduciéndole poco a poco en la dinámica del equipo. Al contrario de lo que ha sucedido con Mariano, Vinicius, Odriozola o Brahim, cuando ha estado apto, Isco ha formado siempre parte de la lista y siempre ha estado en el banquillo. En opinión de Zidane, el de Arroyo de la Miel debe rendir bien en el centro del campo ahora que este se ha afianzado con el poderío físico de la pareja Casemiro-Valverde. “Más liberado en tareas defensivas se verá al verdadero jugador”, llegó a razonar Zidane con su cuerpo técnico.
Isco llegó al Madrid en el verano de 2013, el mismo en el que aterrizó Bale. Pero el de Arroyo de la Miel sólo costó 28 millones. Tenía 22 años y todo un futuro prometedor por delante. Según la web especializada Transfermarkt, Isco tuvo su pico de valoración en 2018. El mercado lo tasaba en 80 millones de euros. Ahora, la web especializada le da un valor de 60 millones. Es joven. Todavía tiene 27 años y Guardiola sigue pendiente de él para su proyecto en el City. Pero en los planes del Madrid nunca ha estado venderle. Y eso que los números demuestran que la participación de Isco nunca ha sido definitiva en el Madrid y que ésta ha ido decreciendo con el paso del tiempo. Ahora, el propósito de Zidane es revertir eso.
