Vidal no engaña

Cinco recuperaciones y cinco cortes acertados para compensar diez balones perdidos. Y un golazo. Pese a la corte de críticos que le persigue, casi siempre rinde cuando juega.

Juan Jiménez
As
Arturo Vidal te puede marcar un gol en un escorzo increíble como te puede dar un pase fácil dos metros por encima de la cabeza de Messi. El chileno es así y no engaña nadie. "Me dio cosas que no tenía", decía el mismo Guardiola este martes en una entrevista en Catalunya Ràdio. Contra el Valladolid dio un nuevo recital de esfuerzo defensivo. Recuperó cinco balones y cortó de manera acertada otros cinco. A cambio, lo equilibró con diez pérdidas de balón. Pero de un tiempo a esta parte, el Barça es más competitivo con Vidal. Menos fino, seguramente, pero fiero e intenso. Muchos le echaron de menos en la alineación inicial del 4-0 en Liverpool, aunque también es cierto que salió y no arregló nada...


Vidal tiene una cosa a su favor. A Messi le gusta que juegue a su lado. Se siente protegido, sabe que tiene un jugador que correrá por dos y que cubrirá las licencias que se toma en defensa. No sólo eso, las entradas desde segunda línea de Vidal limpian defensas para las conducciones del argentino y además le dan una solución para asistir. Vidal no sólo le marcó un golazo al Valladolid que hubiese dado la vuelta al mundo si lo hubiese marcado un jugador de más fama. Estuvo a punto de marcar otros dos bajo palos después de dos centros de De Jong y Suárez. "Creo que puedo dar algo diferente al equipo que no tiene", dijo al final del partido. Valverde, que admite a Vidal como un jugador "caótico", estaba de acuerdo con el chileno: "Le pedimos lo que nos puede ofrecer distinto. Ya hay otros jugadores para trasladar el balón, jugar posicional. Él tiene la ruptura y el desmarque".

Como la temporada pasada, Vidal empezó el curso sin protagonismo y en un rol residual que empieza a cambiar otra vez demostrando cosas sobre el campo. Con pérdidas, sí, pero también con recuperaciones, cortes y fútbol, que no hay nada más en el fútbol que los goles. La corte de críticos que le acompaña desde su fichaje, similar a la que censuró el fichaje de Paulinho, otro jugador que tuvo un rendimiento eficiente, entiende la filosofía del Barça como algo más elevado y obligado a cultivar el balón. Pero no hubo equipo de Cruyff o Guardiola, sublimadores de ese estilo, que no tuviera guerreros en el campo. Bakero, Keita... Los artistas también necesitan una pizca de picante para redondear el cuadro. El guerrero Vidal se la da al Barça.

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