¿Por qué no es pública la investigación de juicio político que han iniciado los demócratas?

Nicholas Fandos
Infobae
La decisión que tomaron los republicanos de la Cámara de Representantes el 23 de octubre en cuanto a ocupar las salas del Comité de Inteligencia de la Cámara, tal vez no haya logrado detener la investigación de juicio político que iniciaron los demócratas. Pero, al menos durante un día, el debate en el Capitolio pasó de los testimonios perjudiciales para el presidente Donald Trump a preguntas acerca de cómo se está llevando a cabo la investigación en sí.



Su objetivo era mostrar que el procedimiento, mismo que se lleva a cabo a puerta cerrada por tres comités de la Cámara de Representantes, es algo injusto para Trump, para los votantes y para ellos. Los republicanos atacaron a los demócratas diciendo que habían ignorado los antecedentes de los juicios políticos previos al limitar el número de participantes en el procedimiento, y que estaban pasando por encima del debido proceso.

Los republicanos del Senado se unieron al debate el 24 de octubre, cuando los senadores Lindsey Graham de Carolina del Sur y el líder de la mayoría, Mitch McConnell de Kentucky, presentaron una resolución no vinculante que desaprobaba la investigación y convocaba a los demócratas a abrir el acceso al procedimiento.

Pero la opacidad no es poco común en las investigaciones delicadas del Congreso, y los demócratas afirman que la ruptura con los antecedentes ha sido motivada por el carácter de las acusaciones en esta investigación de destitución.

Esto es lo que debemos saber sobre el proceso a puerta cerrada y la controversia que ha desatado:

— ¿Por qué son tan reservados los demócratas?

En vista de que ni las autoridades federales ni el Congreso han investigado todavía el asunto de Ucrania, los demócratas están intentando precisar los hechos antes de poder determinar si es sensato plantear artículos para un juicio político en contra de Trump, y qué deberían contener dichos artículos. Ellos creen que debería considerarse como un gran jurado.

Realizar entrevistas privadas con los testigos reduce al mínimo la palabrería política de los legisladores y de los testigos. Permite que los integrantes del personal capacitado hagan preguntas en bloques amplios de tiempo y no en los segmentos de cinco minutos que se requieren en las audiencias públicas. Y tal vez lo más importante para la investigación es que, si el testimonio se mantiene privado en su mayoría, se evita que los testigos modifiquen sus historias por adelantado.

Es posible que el carácter privado del procedimiento también haya ayudado mucho a los demócratas a garantizar la cooperación de los funcionarios del gobierno a quienes no les gusta presentarse ante los medios y quienes han proporcionado relatos que perjudican al gobierno de Trump.

“No queremos convertirlo en un circo”, comentó recientemente el representante Steny H. Hoyer de Maryland, el demócrata “número dos” de la Cámara, en un acalorado debate con su contraparte republicana.

Tal vez los republicanos temen que exista otra ventaja en este tipo de indagación en privado: permite que los demócratas tengan un mayor control sobre los argumentos que están desarrollando y evita los testimonios públicos posiblemente vergonzosos de testigos que quizás socaven o atenúen algunos elementos de la historia que esperan contar.

— ¿Existe algún precedente de una investigación de juicio político a puerta cerrada?

Mantener la primera fase a puerta cerrada no solo es la mejor práctica de investigación, afirman los demócratas, sino la forma en que normalmente se llevan a cabo las investigaciones federales, ya sea en el Congreso o en el poder ejecutivo.

Los republicanos han hecho notar con frecuencia que los procedimientos de destitución política en contra de los presidentes Richard M. Nixon y Bill Clinton estuvieron abiertos al público, pero en esos casos, ya había habido muchas investigaciones federales que proporcionaron las bases para el trabajo de la Cámara. (En el caso de Nixon, los investigadores de la Cámara también llevaron a cabo una importante labor de investigación en privado antes de hacer público el proceso).

Las entrevistas confidenciales también han dado lugar a muchas otras investigaciones de gran repercusión mediática, como la que abrieron los republicanos durante el gobierno de Obama sobre el ataque a las instalaciones diplomáticas de Estados Unidos en Bengasi, Libia, en 2012. El republicano que condujo ese proceso defendió con vehemencia sus audiencias privadas en ese entonces.

— ¿Los demócratas harán pública su investigación en algún momento?

Los demócratas insisten en que en algún momento compartirán sus hallazgos y convocarán a audiencias públicas para presentar el testimonio de los testigos. La pregunta es cuándo.

El representante demócrata de California Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia, se ha dado un amplio margen de maniobra para manejar el plazo del procedimiento.

“Conforme avance la investigación, y en un momento en que no ponga en peligro el capital de la investigación, publicaremos las transcripciones de las entrevistas, sujetas a cualquier cambio de redacción que sea necesario para proteger información clasificada o delicada”, escribió Schiff la semana pasada en una carta a sus colegas. “También prevemos que en algún momento adecuado de la investigación haremos públicos los testimonios de los testigos, de tal modo que todo el Congreso y el pueblo estadounidense puedan escuchar sus testimonios de primera mano”.

Con base en una lista de testigos que ya han sido convocados a testificar, es probable que las entrevistas privadas continúen hasta principios de noviembre por lo menos, pero podrían extenderse durante más tiempo. Sigue sin saberse cómo se llevarían a cabo esas audiencias, o si los demócratas pretenden recopilar sus investigaciones en un informe escrito. Pero los demócratas son muy conscientes de que si quieren convencer con éxito a la población de llevar a Trump a un juicio político, tendrán que presentarle al pueblo estadounidense argumentos muy contundentes.

— ¿Quién tiene permitido participar y quién no?

Los republicanos que ocuparon las salas del Comité de Inteligencia el 24 de octubre sostuvieron que todos los miembros de la Cámara de Representantes deberían poder participar en la investigación.

“Si detrás de esas puertas pretenden anular el resultado de unas elecciones presidenciales, queremos saber qué está ocurriendo”, señaló el representante republicano de Florida, Matt Gaetz.

No obstante, los únicos presentes que se permiten en las sesiones con testigos según las normas de la Cámara son los legisladores y los miembros designados de los comités que participan en la investigación, en este caso, los de Inteligencia, Asuntos Exteriores y los paneles de Supervisión y Reforma.

Eso implica que hay más de cien legisladores de la Cámara de Representantes involucrados en la investigación, y se incluye a aproximadamente una cuarta parte de los republicanos de la Cámara.

— ¿Qué sucede con las quejas de los republicanos en cuanto al debido proceso?

Los republicanos afirman que los demócratas han dejado de lado los procedimientos tradicionales que le otorgan voz al partido minoritario y garantizan el derecho al debido proceso del presidente.

“El proceso de destitución que iniciaron los demócratas de la Cámara está rompiendo con precedentes fundamentales, negándole al gobierno derechos importantes que les dieron a otros presidentes y violando las reglas básicas del debido proceso”, afirmó McConnell el 24 de octubre.

Tenía razón en cierta forma. La investigación de juicio político de los demócratas no se ha apegado a los procedimientos que se emplearon en juicios anteriores de destitución presidencial. Pero los republicanos también están tergiversando algunos elementos de lo que se ha hecho con anterioridad.

Por ejemplo, se han quejado de que no se les ha dado la facultad de emitir sus propios citatorios y llamar a sus propios testigos para interrogatorios. Pero incluso durante las investigaciones de Nixon y Clinton, la minoría no podía tomarse esas atribuciones de manera unilateral. Estaban sujetas al voto de todo el comité, lo que significaba que la mayoría tenía poder de veto sobre las citaciones y los testigos.

Los republicanos también dicen que se debería permitir que un abogado de Trump participe en la investigación, haga un contrainterrogatorio a los testigos e incluso proponga testigos para que el comité los convoque, como fue el caso en las investigaciones de Nixon y Clinton.

Los demócratas no han descartado que eso se permita en el futuro, ya sea cuando el proceso pase a una fase pública o cuando la Cámara empiece a esbozar y debatir de manera formal los artículos de juicio político.

— ¿Los republicanos tienen el recurso de hacer pública la investigación?

Los republicanos podrían intentar tomar el control de las cosas al ingresar las transcripciones de las entrevistas de los testigos en el registro oficial de la sala en el pleno de la Cámara y, en efecto, hacer llegar los contenidos a la población.

No obstante, hay algunos problemas potenciales con este planteamiento. En primer lugar, algunos de los republicanos que han revisado las transcripciones dicen que de hecho estas podrían perjudicar a Trump. Y el volumen de los testimonios de tantos días ha hecho que sea muy lento el proceso de producir los registros textuales.

Según los republicanos, los demócratas, tal vez al prever esa medida, también han instituido nuevos procedimientos para bloquear las transcripciones. El partido minoritario ya no tiene sus copias de las transcripciones y, para evaluarlas, deben estar acompañados de algún miembro del personal empleado por los demócratas.

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