La exembajadora en Ucrania denuncia presiones de Trump para despedirla “con acusaciones falsas”
La diplomática testifica ante los investigadores del 'impeachment' en el Congreso y denuncia que el Departamento de Estado está siendo "atacado y vaciado desde dentro”
Pablo Guimón
Washington, El País
La exembajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch, ha acusado al presidente Donald Trump de presionar al Departamento de Estado durante meses para que fuera cesada de su puesto. Yovanovitch, cuyo abrupto despido en mayo ha atraído la atención en los investigadores del impeachment al mandatario, ha testificado este viernes, a puerta cerrada, en el Congreso.
El testimonio de la exembajadora, según una copia de las palabras que leyó al inicio del mismo, obtenido por The Washington Post, ofrece una nueva visión de la heterodoxa manera en que la Administración Trump lleva a cabo su política exterior. Yovanovitch asegura que fue forzada a abandonar Kiev “en el siguiente avión” y que el número dos del Departamento de Estado, John Sullivan, le dijo que, aunque no había hecho nada malo, el presidente había perdido la confianza en ella y había habido presiones para despedirla desde el verano de 2018.
“Yo no podía creer, sin embargo, que el Gobierno de Estados Unidos eligiera echar a una embajadora en base, por lo que yo sabía, a acusaciones infundadas y falsas de gente con motivos claramente cuestionables”, ha dicho Yovanovitch, con 33 años de experiencia en la diplomacia. “Hoy vemos a un Departamento de Estado atacado y vaciado desde dentro”.
Yovanovitch es una de los diplomáticos que han llamado a testificar los comités del Congreso encargados de la investigación del impeachment, o proceso de destitución del presidente, iniciado por los demócratas el pasado 24 de septiembre. Los legisladores pretenden determinar si Trump presionó al su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, para que investigara, buscando su propio beneficio político, las actividades en su país del hijo del exvicepresidente Joe Biden, uno de los favoritos a convertirse en el candidato demócrata en las elecciones del año que viene. Así se da a entender en una conversación telefónica entre ambos líderes, y en un intercambio de mensajes entre oficiales y diplomáticos de los dos países, en los que se sugiere que se pudo utilizar como instrumentos de presión una visita a la Casa Blanca ansiada por Zelenski y un paquete de ayuda militar a Ucrania congelado por Trump.
La exembajadora ha decidido acudir a declarar al Capitolio a pesar de que el Departamento de Estado se lo desaconsejó, y la propia Casa Blanca ordenó a los oficiales de la Administración que no cooperen con la investigación, en lo que los demócratas consideran que es una obstrucción que podría también, en sí misma, ser motivo de impeachment. La Constitución prevé este excepcional proceso, que convierte al Congreso en una especie de tribunal, para poder expulsar a un presidente por “delitos o faltas graves” sin pasar por las urnas.
Según el testimonio de Yovanovitch, sufrió meses de críticas por parte del exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, abogado personal de Trump que, según apuntan las pruebas y los testimonios, desempeñó un papel estelar en esta ofensiva para obtener en Ucrania trapos sucios contra los demócratas que ayudaran a Trump en las elecciones de 2020. Giuliani, según Yovanovitch, la acusaba de proteger los intereses de Joe Biden y su hijo Hunter, que se sentaba en el consejo de una gran compañía de gas ucrania mientras su padre era vicepresidente de EE UU.
Pablo Guimón
Washington, El País
La exembajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch, ha acusado al presidente Donald Trump de presionar al Departamento de Estado durante meses para que fuera cesada de su puesto. Yovanovitch, cuyo abrupto despido en mayo ha atraído la atención en los investigadores del impeachment al mandatario, ha testificado este viernes, a puerta cerrada, en el Congreso.
El testimonio de la exembajadora, según una copia de las palabras que leyó al inicio del mismo, obtenido por The Washington Post, ofrece una nueva visión de la heterodoxa manera en que la Administración Trump lleva a cabo su política exterior. Yovanovitch asegura que fue forzada a abandonar Kiev “en el siguiente avión” y que el número dos del Departamento de Estado, John Sullivan, le dijo que, aunque no había hecho nada malo, el presidente había perdido la confianza en ella y había habido presiones para despedirla desde el verano de 2018.
“Yo no podía creer, sin embargo, que el Gobierno de Estados Unidos eligiera echar a una embajadora en base, por lo que yo sabía, a acusaciones infundadas y falsas de gente con motivos claramente cuestionables”, ha dicho Yovanovitch, con 33 años de experiencia en la diplomacia. “Hoy vemos a un Departamento de Estado atacado y vaciado desde dentro”.
Yovanovitch es una de los diplomáticos que han llamado a testificar los comités del Congreso encargados de la investigación del impeachment, o proceso de destitución del presidente, iniciado por los demócratas el pasado 24 de septiembre. Los legisladores pretenden determinar si Trump presionó al su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, para que investigara, buscando su propio beneficio político, las actividades en su país del hijo del exvicepresidente Joe Biden, uno de los favoritos a convertirse en el candidato demócrata en las elecciones del año que viene. Así se da a entender en una conversación telefónica entre ambos líderes, y en un intercambio de mensajes entre oficiales y diplomáticos de los dos países, en los que se sugiere que se pudo utilizar como instrumentos de presión una visita a la Casa Blanca ansiada por Zelenski y un paquete de ayuda militar a Ucrania congelado por Trump.
La exembajadora ha decidido acudir a declarar al Capitolio a pesar de que el Departamento de Estado se lo desaconsejó, y la propia Casa Blanca ordenó a los oficiales de la Administración que no cooperen con la investigación, en lo que los demócratas consideran que es una obstrucción que podría también, en sí misma, ser motivo de impeachment. La Constitución prevé este excepcional proceso, que convierte al Congreso en una especie de tribunal, para poder expulsar a un presidente por “delitos o faltas graves” sin pasar por las urnas.
Según el testimonio de Yovanovitch, sufrió meses de críticas por parte del exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, abogado personal de Trump que, según apuntan las pruebas y los testimonios, desempeñó un papel estelar en esta ofensiva para obtener en Ucrania trapos sucios contra los demócratas que ayudaran a Trump en las elecciones de 2020. Giuliani, según Yovanovitch, la acusaba de proteger los intereses de Joe Biden y su hijo Hunter, que se sentaba en el consejo de una gran compañía de gas ucrania mientras su padre era vicepresidente de EE UU.