Israel: después de los intentos fallidos de Netanyahu, el presidente Rivlin encargó a Benny Gantz la formación de un gobierno
Tendrá 28 días para intentarlo. El martes, el actual primer ministro había admitido que no era capaz de formar una coalición gobernante
Infobae
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, encargó el miércoles la formación de gobierno al ex jefe del Ejército Benny Gantz, después de que el actual premier Benjamin Netanyahu renunciara en sus intentos. Se trata del mayor impasse en la historia reciente del país.
Rivlin, que compareció en directo ante los medios de comunicación, afirmó que los partidos políticos deben hacer “concesiones”, en tanto Gantz prometió “intentar formar un gobierno de unión liberal”.
Gantz se convierte así en el primer candidato en más de 10 años al que se le otorga esta oportunidad más allá de Netanyahu y contará con un plazo de 28 días para conseguirlo. Si no lo logra, Rivlin le pedirá al Parlamento que designe un candidato para formar gobierno.
Este es el segundo fracaso de Netanyahu para formar gobierno, tras el del pasado mayo, cuya falta de apoyos le llevó a volver a convocar elecciones poco más de cuatro meses después de las anteriores generales.
El primer ministro saliente, al renunciar a sus intentos de formación de Gobierno, criticó a Gantz por haberse negado a negociar con él: “En las últimas semanas he hecho todo lo posible para llevar a Beny Gantz a la mesa de negociaciones. Desafortunadamente, simplemente se negó una y otra vez”.
El partido de Netanyahu, el conservador Likud, presentó varias propuestas a la formación de Gantz, Azul y Blanco. Pero todas ellas pasaban por que este, que fue el más votado en los comicios de septiembre, aceptase compartir el poder no solo con Netanyahu, sino también con todos sus socios habituales, los partidos de derechas y ultra religiosos, con los que este firmó un acuerdo de permanecer unidos nada más conocer los resultados electorales.
En caso de que ningún miembro del Parlamento pueda formar Gobierno, Israel tendría que convocar nuevas elecciones, que serían las terceras en menos de un año.
“Debemos actuar con responsabilidad para con los ciudadanos israelíes y evitar nuevas elecciones”, declaró Gantz, quien aseguró que en su coalición hay cabida para “todos los elementos de la sociedad israelí”.
Los negociadores del partido Azul-Blanco de Gantz y los del Likud, la formación de Netanyahu, se reunirán el jueves, según un comunicado de esta última formación política.
Un gobierno de unión parece ser una de las pocas soluciones que se vislumbran si se quiere evitar que el país tenga que acudir de nuevo a las urnas.
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El presidente de Israel, Reuven Rivlin, encargó el miércoles la formación de gobierno al ex jefe del Ejército Benny Gantz, después de que el actual premier Benjamin Netanyahu renunciara en sus intentos. Se trata del mayor impasse en la historia reciente del país.
Rivlin, que compareció en directo ante los medios de comunicación, afirmó que los partidos políticos deben hacer “concesiones”, en tanto Gantz prometió “intentar formar un gobierno de unión liberal”.
Gantz se convierte así en el primer candidato en más de 10 años al que se le otorga esta oportunidad más allá de Netanyahu y contará con un plazo de 28 días para conseguirlo. Si no lo logra, Rivlin le pedirá al Parlamento que designe un candidato para formar gobierno.
Este es el segundo fracaso de Netanyahu para formar gobierno, tras el del pasado mayo, cuya falta de apoyos le llevó a volver a convocar elecciones poco más de cuatro meses después de las anteriores generales.
El primer ministro saliente, al renunciar a sus intentos de formación de Gobierno, criticó a Gantz por haberse negado a negociar con él: “En las últimas semanas he hecho todo lo posible para llevar a Beny Gantz a la mesa de negociaciones. Desafortunadamente, simplemente se negó una y otra vez”.
El partido de Netanyahu, el conservador Likud, presentó varias propuestas a la formación de Gantz, Azul y Blanco. Pero todas ellas pasaban por que este, que fue el más votado en los comicios de septiembre, aceptase compartir el poder no solo con Netanyahu, sino también con todos sus socios habituales, los partidos de derechas y ultra religiosos, con los que este firmó un acuerdo de permanecer unidos nada más conocer los resultados electorales.
En caso de que ningún miembro del Parlamento pueda formar Gobierno, Israel tendría que convocar nuevas elecciones, que serían las terceras en menos de un año.
“Debemos actuar con responsabilidad para con los ciudadanos israelíes y evitar nuevas elecciones”, declaró Gantz, quien aseguró que en su coalición hay cabida para “todos los elementos de la sociedad israelí”.
Los negociadores del partido Azul-Blanco de Gantz y los del Likud, la formación de Netanyahu, se reunirán el jueves, según un comunicado de esta última formación política.
Un gobierno de unión parece ser una de las pocas soluciones que se vislumbran si se quiere evitar que el país tenga que acudir de nuevo a las urnas.