Human Rights Watch y otras ONG pidieron que la comunidad internacional rechace la candidatura venezolana al Consejo de Derechos Humanos de la ONU
A horas de las elecciones en las que se renovarán parte de los asientos de este organismo, el director de HRW solicitó que se haga lo posible para que el régimen de Nicolás Maduro no tenga un lugar allí
Infobae
Varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas Human Rights Watch (HRW), urgieron este martes a rechazar la candidatura de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU dado el historial del régimen de Nicolás Maduro. “Venezuela no pinta nada en el Consejo de Derechos Humanos”, defendió en una conferencia de prensa el director de HRW para Naciones Unidas, Louis Charbonneau.
A dos días de las elecciones en las que se renovarán parte de los asientos de este organismo, Charbonneau llamó a los países de la Asamblea General de la ONU a hacer todo lo posible para frenar la candidatura venezolana.
Venezuela competirá en los comicios del jueves con Brasil y Costa Rica por dos escaños disponibles para la región de América Latina y el Caribe.
La candidatura costarricense, anunciada este mes, tiene como objetivo declarado evitar que el régimen de Maduro se haga con uno de los puestos en el Consejo de Derechos Humanos.
En total, más de medio centenar de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos se han unido para oponerse a las aspiraciones venezolanas.
Para el Servicio Internacional para los Derechos Humanos (ISHR, en inglés), una ONG con sede en Ginebra, Venezuela no cumple con los requisitos para ser parte del organismo de la ONU. El ISHR evalúa cada año la cooperación de los candidatos con Naciones Unidas y su apoyo a los derechos humanos y, en el caso venezolano, considera que suspende en 14 de los 15 criterios a examen.
Las ONG apelaron a la conciencia de los diplomáticos que depositarán sus votos -que son secretos- y subrayaron que elegir a Venezuela sería “una bofetada” para los millones de venezolanos afectados por la crisis en el país.
El pasado agosto, Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano en ser investigado por el propio Consejo de Derechos Humanos, que aprobó la creación de una comisión para estudiar los presuntos abusos del Gobierno.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, detalló en un informe presentado este año muchas de esas acusaciones y documentó al menos 6.000 muertes en operaciones de seguridad desde 2018.
Para Beatriz Borges, directora del venezolano Centro de Justicia y Paz (Cepaz), elegir a Venezuela supondría “minar la integridad” del Consejo de Derechos Humanos, por lo que urgió a los Estados miembros a oponerse.
Las ONG reconocieron que hay otros candidatos con historiales de derechos humanos muy problemáticos, incluido Brasil, pero subrayaron que el caso de Venezuela es mucho peor. “Venezuela es por quién estamos realmente preocupados”, dijo Charbonneau, que admitió en todo caso que a HRW le preocupa la “retórica hostil” con los derechos humanos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro; su gestión de la Amazonía y la violencia policial.
“Pero Brasil no es una Venezuela”, insistió, destacando entre otras cosas el positivo historial de voto brasileño en el Consejo de Derechos Humanos frente al muy negativo de Venezuela durante sus dos mandatos en el órgano con sede en Ginebra.
Junto a América Latina y el Caribe, los grupos de Europa del Este (con Armenia, Moldavia y Polonia compitiendo por dos puestos) y de Asia (con Indonesia, Irak, Japón, Islas Marshall y Corea del Sur luchando por cuatro asientos) tendrán elecciones competidas.
Mientras, en África llegan sin oposición Benin, Libia, Mauritania y Sudán, y en Europa Occidental lo hacen Holanda y Alemania.
El Consejo de Derechos Humanos cuenta con un total de 47 miembros, que sirven mandatos de tres años.
Infobae
Varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas Human Rights Watch (HRW), urgieron este martes a rechazar la candidatura de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU dado el historial del régimen de Nicolás Maduro. “Venezuela no pinta nada en el Consejo de Derechos Humanos”, defendió en una conferencia de prensa el director de HRW para Naciones Unidas, Louis Charbonneau.
A dos días de las elecciones en las que se renovarán parte de los asientos de este organismo, Charbonneau llamó a los países de la Asamblea General de la ONU a hacer todo lo posible para frenar la candidatura venezolana.
Venezuela competirá en los comicios del jueves con Brasil y Costa Rica por dos escaños disponibles para la región de América Latina y el Caribe.
La candidatura costarricense, anunciada este mes, tiene como objetivo declarado evitar que el régimen de Maduro se haga con uno de los puestos en el Consejo de Derechos Humanos.
En total, más de medio centenar de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos se han unido para oponerse a las aspiraciones venezolanas.
Para el Servicio Internacional para los Derechos Humanos (ISHR, en inglés), una ONG con sede en Ginebra, Venezuela no cumple con los requisitos para ser parte del organismo de la ONU. El ISHR evalúa cada año la cooperación de los candidatos con Naciones Unidas y su apoyo a los derechos humanos y, en el caso venezolano, considera que suspende en 14 de los 15 criterios a examen.
Las ONG apelaron a la conciencia de los diplomáticos que depositarán sus votos -que son secretos- y subrayaron que elegir a Venezuela sería “una bofetada” para los millones de venezolanos afectados por la crisis en el país.
El pasado agosto, Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano en ser investigado por el propio Consejo de Derechos Humanos, que aprobó la creación de una comisión para estudiar los presuntos abusos del Gobierno.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, detalló en un informe presentado este año muchas de esas acusaciones y documentó al menos 6.000 muertes en operaciones de seguridad desde 2018.
Para Beatriz Borges, directora del venezolano Centro de Justicia y Paz (Cepaz), elegir a Venezuela supondría “minar la integridad” del Consejo de Derechos Humanos, por lo que urgió a los Estados miembros a oponerse.
Las ONG reconocieron que hay otros candidatos con historiales de derechos humanos muy problemáticos, incluido Brasil, pero subrayaron que el caso de Venezuela es mucho peor. “Venezuela es por quién estamos realmente preocupados”, dijo Charbonneau, que admitió en todo caso que a HRW le preocupa la “retórica hostil” con los derechos humanos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro; su gestión de la Amazonía y la violencia policial.
“Pero Brasil no es una Venezuela”, insistió, destacando entre otras cosas el positivo historial de voto brasileño en el Consejo de Derechos Humanos frente al muy negativo de Venezuela durante sus dos mandatos en el órgano con sede en Ginebra.
Junto a América Latina y el Caribe, los grupos de Europa del Este (con Armenia, Moldavia y Polonia compitiendo por dos puestos) y de Asia (con Indonesia, Irak, Japón, Islas Marshall y Corea del Sur luchando por cuatro asientos) tendrán elecciones competidas.
Mientras, en África llegan sin oposición Benin, Libia, Mauritania y Sudán, y en Europa Occidental lo hacen Holanda y Alemania.
El Consejo de Derechos Humanos cuenta con un total de 47 miembros, que sirven mandatos de tres años.