Estados Unidos le exigió a Turquía que cese su ofensiva contra los kurdos en Siria: “Esta incursión supone un riesgo de serias consecuencias”
Las fuerzas de Ankara se enfrentan a una fuerte resistencia, pero se teme que haya una masacre de civiles a manos de las milicias yihadistas aliadas del gobierno de Recep Tayyip Erdogan, que ofician como punta de lanza de la invasión
Infobae
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió a Turquía sobre las “serias consecuencias” de su ofensiva en Siria y alentó al país a interrumpir esas operaciones, informó este viernes el Pentágono.
Después de que Washington anunciara un retiro de tropas de posiciones clave en la región, Turquía lanzó el miércoles por la noche una ofensiva en una zona mayoritariamente kurda del norte de Siria, lo que generó críticas internacionales y obligó a miles de civiles a huir.
En una conversación telefónica con el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, Esper alentó a Ankara a “interrumpir sus operaciones en el noreste de Siria”, dijo el Pentágono en un comunicado. “Esta incursión supone un riesgo de serias consecuencias para Turquía”, agregó el funcionario, que reafirmó la importancia de la relación bilateral estratégica entre Turquía y Estados Unidos.
Este viernes, las fuerzas turcas se enfrentaban a una fuerte resistencia de las milicias kurdas que lucharon aliadas con Estados Unidos contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Washington retiró tropas de posiciones clave en la zona, pero Esper expresó su preocupación por los efectivos estadounidenses que siguen en la región.
Las fuerzas kurdas anunciaron este jueves que la artillería turca alcanzó con sus proyectiles una prisión en Qamishli que alberga a combatientes extranjeros del ISIS en el norte de Siria, durante la operación “Primavera de la Paz” con la que Ankara espera controlar la región. Según la ONG Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH), que tiene una amplia red de fuentes en Siria, “disparos de artillería” turcos alcanzaron “los alrededores” de la prisión.
Las milicias kurdas del YPG son el socio mayoritario de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), las cuales apoyadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos proclamaron en marzo el fin del “califato” del ISIS tras reconquistar la localidad de Baguz, último bastión de los yihadistas en los confines orientales de Siria.
Miles de terroristas, entre ellos muchos extranjeros, están ahora en prisiones administradas por los kurdos, así como en los campamentos de desplazados, que albergan a miles de niños y mujeres afiliados al ISIS.
El lunes, los kurdos de Siria advirtieron que una ofensiva de Turquía generaría un resurgimiento del ISIS y anularía “años de fructíferos combates” contra los yihadistas.
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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió a Turquía sobre las “serias consecuencias” de su ofensiva en Siria y alentó al país a interrumpir esas operaciones, informó este viernes el Pentágono.
Después de que Washington anunciara un retiro de tropas de posiciones clave en la región, Turquía lanzó el miércoles por la noche una ofensiva en una zona mayoritariamente kurda del norte de Siria, lo que generó críticas internacionales y obligó a miles de civiles a huir.
En una conversación telefónica con el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, Esper alentó a Ankara a “interrumpir sus operaciones en el noreste de Siria”, dijo el Pentágono en un comunicado. “Esta incursión supone un riesgo de serias consecuencias para Turquía”, agregó el funcionario, que reafirmó la importancia de la relación bilateral estratégica entre Turquía y Estados Unidos.
Este viernes, las fuerzas turcas se enfrentaban a una fuerte resistencia de las milicias kurdas que lucharon aliadas con Estados Unidos contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Washington retiró tropas de posiciones clave en la zona, pero Esper expresó su preocupación por los efectivos estadounidenses que siguen en la región.
Las fuerzas kurdas anunciaron este jueves que la artillería turca alcanzó con sus proyectiles una prisión en Qamishli que alberga a combatientes extranjeros del ISIS en el norte de Siria, durante la operación “Primavera de la Paz” con la que Ankara espera controlar la región. Según la ONG Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH), que tiene una amplia red de fuentes en Siria, “disparos de artillería” turcos alcanzaron “los alrededores” de la prisión.
Las milicias kurdas del YPG son el socio mayoritario de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), las cuales apoyadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos proclamaron en marzo el fin del “califato” del ISIS tras reconquistar la localidad de Baguz, último bastión de los yihadistas en los confines orientales de Siria.
Miles de terroristas, entre ellos muchos extranjeros, están ahora en prisiones administradas por los kurdos, así como en los campamentos de desplazados, que albergan a miles de niños y mujeres afiliados al ISIS.
El lunes, los kurdos de Siria advirtieron que una ofensiva de Turquía generaría un resurgimiento del ISIS y anularía “años de fructíferos combates” contra los yihadistas.