EIBAR 0-BARCELONA 3 / Llegó el tridente

Griezmann, Messi y Suárez sellan el quinto triunfo seguido del Barça. De Jong, estelar en la dirección. El Barça alcanza la velocidad de crucero.


Santi Giménez
As
El Tridente se presentó como Dios manda en Ipurua en la novena jornada ejecutando al Eibar en la victoria del Barça por 0-3 con un gol de cada uno de los delanteros barcelonistas en el que supuso el quinto triunfo consecutivo de los de Valverde, que parecen haber alcanzado finalmente la velocidad de crucero. Este Barça es otra cosa, especialmente si De Jong se pone en la sala de máquinas a dirigir a tres delanteros tan fabulosos como Griezmann, Suárez y Messi.


Después de dos semanas sin partido para muchos de los integrantes de la plantilla blaugrana, el equipo de Valverde aceptó de entrada el desafío del Eibar y salió a jugar en Ipurua a toda castaña, como le gusta al conjunto local. Pero con la diferencia que a la hora de cortar, el cuchillo del Barça siempre está más afilado que el de los rivales.

Se enfrentaban los equipos de LaLiga que sitúan su línea de defensa más lejos de sus respectivos guardametas, por lo que el Barça sabía que cualquier transición rápida y precisa al primer toque en el centro del campo podía dejar al delantero culé en uno contra uno ante el portero rival. Y así fue como llegó el gol de Griezmann que inauguró el marcador. Un desplazamiento largo de Lenglet que se comió Di Blasis, para que el francés marcara su cuarto tanto en el campeonato y el primero que logra lejos del Camp Nou. Dimitrovic llegó a tocar la pelota, pero sólo lo suficiente para que tocara en el palo y entrara en la portería local.

Al Barça le había salido bien su estrategia mientras que el Eibar lo basaba todo en las internadas de Cote. Un centro del lateral casi se lo emboca en propia puerta Lenglet y a continuación, otro se le fue alto a Pedro León a la hora de rematar.

Con el partido disputándose en el espacio de un recibidor, el Barça controlaba bien la situación en defensa y en ataque vivía de la finura de De Jong y Arthur, que habilitaban a sus delanteros. Fruto de esta táctica, Messi llegó a plantarse solo ante Dimitrovic, al que regateó, pero el portero local logró tocar in extremis el balón para evitar el 0-2.

Estaba por ver si en la segunda parte, el equipo local era capaz de mantener el frenético ritmo de la primera mitad. En eso, el Barça jugaba con ventaja al tener dinamita en su banquillo. El primer movimiento de Valverde, sin embargo, vino obligado por los problemas en la rodilla izquierda de Sergi Roberto, que se quedó en la caseta para dar entrada a Semedo.

Cambiando pieza por pieza, el decorado del partido se mantuvo como en el primer acto. El Barça buscaba a combinación ganadora, la tuvo en el 49, pero Suárez marcó en un fuera de juego que confirmó el VAR, y el Eibar lo seguía fiando todo al alto ritmo de juego.

Pero de nuevo, el cuchillo del Barça era muy afilado. De Jong iluminó a la delantera filtrando un pase interior a Suárez, que combinó con Griezmann quien al primer toque la cedió a Messi para que marcara el segundo. Una combinación de los tres atacantes dentro del área.

Una combinación que se repitió diez minutos después entre los mismos protagonistas. Griezmann habilitó a Messi para que el argentino se plantara ante Dimitrovic en un dos contra uno junto a Suárez al que le regaló el gol para que empujara el balón a la red. El partido estaba sentenciado y el equipo culé se iba a comer como líder a la espera de lo que hiciera luego el Madrid en Mallorca.

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