Drama humanitario en ciernes: prevén un millón de desplazados y masacre de civiles por la ofensiva turca contra los kurdos
El Ejército de Recep Tayyip Erdogan utiliza como punta de lanza a un grupo de milicias sirio de raíces yihadistas-islamistas, reconocido por su odio a los “apóstatas” que promueven la independencia del Kurdistán
Infobae
El analista internacional Jonathan Spyer, británico e investigador en el Foro del Medio Oriente y en el Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, no duda cuando le consultan sobre las consecuencias sociales de la invasión ordenada por Recep Tayyip Erdogan en el norte de Siria, que busca echar de la zona a las milicias kurdas: “Depende de cuán lejos quieran llegar los turcos”.
Las previsiones agregan una página más en el drama que enfrenta la región desde el estallido de la guerra civil siria en 2011: “Hasta un millón podrían ser desplazados, como mínimo. Y [la probabilidad de] un resultado que probablemente sea peor, dada la naturaleza de algunas de las personas con las que los turcos están trabajando en esta campaña, es realmente muy alto”, dijo Spyer en una entrevista que publicó Times of Israel.
Turquía lanzó la ofensiva este miércoles contra las áreas controladas por los kurdos en el noroeste sirio. La campaña es intensa y obliga a miles de personas a huir para preservar su vida. En los días previos, el presidente estadounidense Donald Trump anunció que su país retiraría las tropas del área, lo que en la practica daba luz verde a la operación de Erdogan. La milicia kurda siria bajo ataque fue aliada de EEUU en la campaña que derribó al grupo del Estado Islámico en Siria.
La primera pista sobre hasta dónde llegará el ataque la dio el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, que afirmó que el ejército tiene la intención de avanzar al menos 30 kilómetros al norte de Siria. Pero advirtió que la operación, denominada “Primavera de la Paz”, durará hasta que todos los “terroristas sean neutralizados”. Así es como identifican a las milicias kurdas del YPG, acusadas de ser aliadas del grupo nacionalista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK) que desde hace años lucha por la independencia.
Aunque las advertencias de Trump a Erdogan puede desalentar la posibilidad de que el ejército de Turquía lleve a cabo masacres deliberadas, esta fuerza cuenta con aliados de los que no se sabe qué esperar: el llamado Ejército Nacional Sirio, un grupo heterogéneo de milicianos yihadistas que cumplen la función de punta de lanza de la ofensiva en tierra.
Spyer teme que actúen brutalmente con los kurdos: “El ejército turco, las fuerzas regulares de Erdogan, estarán bajo órdenes bastante claras de no llevar a cabo masacres, pero Ankara está bombardeando indiscriminadamente áreas pobladas", observó. “Sin desear ser injusto con todos los turcos, habitualmente no se preocupan demasiado de dónde están llegando las órdenes. Y eso tendrá un efecto en la población civil ".
El analista afirmó también que “si la intención de los turcos es, como declaró el presidente Erdogan en la Asamblea General de la ONU, avanzar y crear un área de amortiguación de 20 millas a través de la frontera, entonces el potencial para el desplazamiento de la población es extremadamente alto. Porque eso básicamente implicaría que los turcos conquistarán más o menos la totalidad de las principales áreas de población kurda en el norte de Siria”.
Este mapa resulta gráfico para entender las dimensiones del terreno que pretenden ocupar los turcos:
Como se ve en el mapa, Spyer explica que se trata de una franja entre las ciudades desde Kobane a Qamishli. “Pero aún no conocemos las intenciones de los turcos, y de hecho, los mismos turcos pueden no saberlo todavía. Parece que Erdogan eligió actuar muy rápido, luego del anuncio de Trump el domingo, presumiblemente con la intención de probar la actitud estadounidense e internacional”.
La especulación es que la reacción internacional contra los turcos puede hacer que tengan que “conformarse con un conjunto más limitado de objetivos”. Entre esas posibilidades, Spyer considera que tomar solamente un área entre Tell Abiad y Ras al-Ayn entonces estamos hablando de una amenaza mucho menor para la población kurda".
Según los turcos, hubo 109 muertos del lado kurdo en los primeros dos días del ataque, aunque del otro lado del frente se habla de una cifra mucho menor: 16 víctimas y unos 30 heridos “Esto es realmente una especie de situación de niebla de guerra en este momento, porque hay muy pocos informes internacionales posibles en el área”, dijo Spyer.
Las noticias provienen casi exclusivamente desde el ejército de Turquía, las YPG o bien del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH): “Ellos (el OSDH) parecen escépticos sobre algunas de las afirmaciones turcas hasta el momento. Afirmaban hacer avances territoriales y haber conquistado aldeas cercanas a Tell Abiad. Y el Observatorio decía que eso no es exacto. Hay mucha desinformación en este momento, eso es parte de la guerra”, advierte el experto.
En cuanto a la composición de las milicias sirias que colaboran con Turquía, Spyer las define como “una amalgama de un montón de los restos de la rebelión sirio-árabe del norte del país, incluidos elementos muy extremistas sunitas yihadistas, que en su propia propaganda se refieren regularmente al PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán] y a los kurdos como apóstatas, ateos y comunistas y todo ese tipo de cosas. Esta no es una fuerza particularmente disciplinada. Es una fuerza profundamente sectaria y sunita-islamista con una hostilidad profunda y verificable hacia la población kurda”.
De ellos se teme lo peor y los kurdos lo saben: “Si esos tipos pueden interactuar con la población kurda, entonces los resultados podrían ser profundamente preocupantes”, concluye Spyer.
Infobae
El analista internacional Jonathan Spyer, británico e investigador en el Foro del Medio Oriente y en el Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, no duda cuando le consultan sobre las consecuencias sociales de la invasión ordenada por Recep Tayyip Erdogan en el norte de Siria, que busca echar de la zona a las milicias kurdas: “Depende de cuán lejos quieran llegar los turcos”.
Las previsiones agregan una página más en el drama que enfrenta la región desde el estallido de la guerra civil siria en 2011: “Hasta un millón podrían ser desplazados, como mínimo. Y [la probabilidad de] un resultado que probablemente sea peor, dada la naturaleza de algunas de las personas con las que los turcos están trabajando en esta campaña, es realmente muy alto”, dijo Spyer en una entrevista que publicó Times of Israel.
Turquía lanzó la ofensiva este miércoles contra las áreas controladas por los kurdos en el noroeste sirio. La campaña es intensa y obliga a miles de personas a huir para preservar su vida. En los días previos, el presidente estadounidense Donald Trump anunció que su país retiraría las tropas del área, lo que en la practica daba luz verde a la operación de Erdogan. La milicia kurda siria bajo ataque fue aliada de EEUU en la campaña que derribó al grupo del Estado Islámico en Siria.
La primera pista sobre hasta dónde llegará el ataque la dio el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, que afirmó que el ejército tiene la intención de avanzar al menos 30 kilómetros al norte de Siria. Pero advirtió que la operación, denominada “Primavera de la Paz”, durará hasta que todos los “terroristas sean neutralizados”. Así es como identifican a las milicias kurdas del YPG, acusadas de ser aliadas del grupo nacionalista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK) que desde hace años lucha por la independencia.
Aunque las advertencias de Trump a Erdogan puede desalentar la posibilidad de que el ejército de Turquía lleve a cabo masacres deliberadas, esta fuerza cuenta con aliados de los que no se sabe qué esperar: el llamado Ejército Nacional Sirio, un grupo heterogéneo de milicianos yihadistas que cumplen la función de punta de lanza de la ofensiva en tierra.
Spyer teme que actúen brutalmente con los kurdos: “El ejército turco, las fuerzas regulares de Erdogan, estarán bajo órdenes bastante claras de no llevar a cabo masacres, pero Ankara está bombardeando indiscriminadamente áreas pobladas", observó. “Sin desear ser injusto con todos los turcos, habitualmente no se preocupan demasiado de dónde están llegando las órdenes. Y eso tendrá un efecto en la población civil ".
El analista afirmó también que “si la intención de los turcos es, como declaró el presidente Erdogan en la Asamblea General de la ONU, avanzar y crear un área de amortiguación de 20 millas a través de la frontera, entonces el potencial para el desplazamiento de la población es extremadamente alto. Porque eso básicamente implicaría que los turcos conquistarán más o menos la totalidad de las principales áreas de población kurda en el norte de Siria”.
Este mapa resulta gráfico para entender las dimensiones del terreno que pretenden ocupar los turcos:
Como se ve en el mapa, Spyer explica que se trata de una franja entre las ciudades desde Kobane a Qamishli. “Pero aún no conocemos las intenciones de los turcos, y de hecho, los mismos turcos pueden no saberlo todavía. Parece que Erdogan eligió actuar muy rápido, luego del anuncio de Trump el domingo, presumiblemente con la intención de probar la actitud estadounidense e internacional”.
La especulación es que la reacción internacional contra los turcos puede hacer que tengan que “conformarse con un conjunto más limitado de objetivos”. Entre esas posibilidades, Spyer considera que tomar solamente un área entre Tell Abiad y Ras al-Ayn entonces estamos hablando de una amenaza mucho menor para la población kurda".
Según los turcos, hubo 109 muertos del lado kurdo en los primeros dos días del ataque, aunque del otro lado del frente se habla de una cifra mucho menor: 16 víctimas y unos 30 heridos “Esto es realmente una especie de situación de niebla de guerra en este momento, porque hay muy pocos informes internacionales posibles en el área”, dijo Spyer.
Las noticias provienen casi exclusivamente desde el ejército de Turquía, las YPG o bien del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH): “Ellos (el OSDH) parecen escépticos sobre algunas de las afirmaciones turcas hasta el momento. Afirmaban hacer avances territoriales y haber conquistado aldeas cercanas a Tell Abiad. Y el Observatorio decía que eso no es exacto. Hay mucha desinformación en este momento, eso es parte de la guerra”, advierte el experto.
En cuanto a la composición de las milicias sirias que colaboran con Turquía, Spyer las define como “una amalgama de un montón de los restos de la rebelión sirio-árabe del norte del país, incluidos elementos muy extremistas sunitas yihadistas, que en su propia propaganda se refieren regularmente al PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán] y a los kurdos como apóstatas, ateos y comunistas y todo ese tipo de cosas. Esta no es una fuerza particularmente disciplinada. Es una fuerza profundamente sectaria y sunita-islamista con una hostilidad profunda y verificable hacia la población kurda”.
De ellos se teme lo peor y los kurdos lo saben: “Si esos tipos pueden interactuar con la población kurda, entonces los resultados podrían ser profundamente preocupantes”, concluye Spyer.