Cuánto cobran las “granjas de trolls” de Rusia por una campaña de noticias falsas en redes sociales
Un estudio realizado por la compañía Recorded Future obtuvo el precio exacto que se pide en estos centros de desinformación para promover contenidos fraudulentos, hacer comentarios en deferentes plataformas o escribir artículos para mejorar la imagen de una compañía o atacar la reputación de un competidor
Infobae
Las conocidas como “granjas de trolls” -responsables de la generación de publicaciones falsas en Internet con el objetivo de desinformar- se han extendido y un estudio reciente ha mostrado que el precio para contratar una campaña de troles procedente de Rusia ronda los 150 dólares para Facebook o de 15 a 45 dólares por una noticia de mil caracteres.
El grupo Insikt de Recorded Future, una empresa de ciberseguridad con base en Estados Unidos, ha realizado un estudio en el que contactaron con dos proveedores que hacen campañas de desinformación publicitaria para averiguar la amenaza de estas campañas falsas. Ambos eran servicios de publicidad en foros clandestinos escritos en ruso.
Las “grajas de trolls" se dedican a vender campañas de desinformación (positiva o negativa) mediante métodos poco lícitos, como opiniones sobre productos, seguidores o “likes” falsos e incluso noticias falsas, y otros legales como campañas de posicionamiento en buscadores (SEO).
Para entender bien cómo operan estos servicios, contrataron a dos grupos. El primero se encargó de crear un giro positivo en redes sociales para una empresa ficticia, el otro fue contratado por una empresa competidora ficticia que quería atacar la reputación de la primera a través de las redes sociales.
El proveedor encargado de conseguir una buena reputación entregó una lista con el precio de sus servicios, entre los que destaca 150 dólares para una promoción en Facebook, 200 dólares para cuentas y contenidos en LinkedIn, 45 dólares por un artículo de noticia de mil caracteres, 65 dólares por contactar a un medio para difundir material y 100 dólares por diez comentarios en una noticia.
Dependiendo del sitio web en el que se publicaban las noticias falsas los precios varían, y el proveedor incluso se ofreció a publicar historias en medios reconocidos y reales como el prestigioso periódico económico británico Financial Times y Buzzfeed. En cuestión de días, la campaña consiguió que la empresa ficticia tuviera presencia en las redes y muchos “me gusta” a un precio de unos 1.850 dólares.
Por otro lado, el segundo proveedor, encargado de crear una mala imagen de la empresa, ofreció otra lista de precios con sus servicios, como 15 dólares por un artículo de mil caracteres o 1.500 dólares por servicios SEO para promover más aún las publicaciones en redes sociales.
El proveedor dijo a los investigadores que el proceso de desinformación tardaría entre un mes y dos, debido a que esta operación ocurre en fases. La primera etapa se centró en colocar artículos en sitios webs de noticias, los precios iban variando dependiendo del perfil de la página web. Después perfiles antiguos de redes sociales volvían a publicar estas historias y las volvían a comentar. Esta operación costó alrededor de 4.200 dólares.
Como refleja el director de análisis de Recorded Future, Roman Sannikov, la investigación “demuestra que es algo que hacen a menudo, ya que lo hacen de una manera tan eficiente y cumplen con todo lo que dicen, lo que indica que no es la primera vez que lo hacen”.
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Las conocidas como “granjas de trolls” -responsables de la generación de publicaciones falsas en Internet con el objetivo de desinformar- se han extendido y un estudio reciente ha mostrado que el precio para contratar una campaña de troles procedente de Rusia ronda los 150 dólares para Facebook o de 15 a 45 dólares por una noticia de mil caracteres.
El grupo Insikt de Recorded Future, una empresa de ciberseguridad con base en Estados Unidos, ha realizado un estudio en el que contactaron con dos proveedores que hacen campañas de desinformación publicitaria para averiguar la amenaza de estas campañas falsas. Ambos eran servicios de publicidad en foros clandestinos escritos en ruso.
Las “grajas de trolls" se dedican a vender campañas de desinformación (positiva o negativa) mediante métodos poco lícitos, como opiniones sobre productos, seguidores o “likes” falsos e incluso noticias falsas, y otros legales como campañas de posicionamiento en buscadores (SEO).
Para entender bien cómo operan estos servicios, contrataron a dos grupos. El primero se encargó de crear un giro positivo en redes sociales para una empresa ficticia, el otro fue contratado por una empresa competidora ficticia que quería atacar la reputación de la primera a través de las redes sociales.
El proveedor encargado de conseguir una buena reputación entregó una lista con el precio de sus servicios, entre los que destaca 150 dólares para una promoción en Facebook, 200 dólares para cuentas y contenidos en LinkedIn, 45 dólares por un artículo de noticia de mil caracteres, 65 dólares por contactar a un medio para difundir material y 100 dólares por diez comentarios en una noticia.
Dependiendo del sitio web en el que se publicaban las noticias falsas los precios varían, y el proveedor incluso se ofreció a publicar historias en medios reconocidos y reales como el prestigioso periódico económico británico Financial Times y Buzzfeed. En cuestión de días, la campaña consiguió que la empresa ficticia tuviera presencia en las redes y muchos “me gusta” a un precio de unos 1.850 dólares.
Por otro lado, el segundo proveedor, encargado de crear una mala imagen de la empresa, ofreció otra lista de precios con sus servicios, como 15 dólares por un artículo de mil caracteres o 1.500 dólares por servicios SEO para promover más aún las publicaciones en redes sociales.
El proveedor dijo a los investigadores que el proceso de desinformación tardaría entre un mes y dos, debido a que esta operación ocurre en fases. La primera etapa se centró en colocar artículos en sitios webs de noticias, los precios iban variando dependiendo del perfil de la página web. Después perfiles antiguos de redes sociales volvían a publicar estas historias y las volvían a comentar. Esta operación costó alrededor de 4.200 dólares.
Como refleja el director de análisis de Recorded Future, Roman Sannikov, la investigación “demuestra que es algo que hacen a menudo, ya que lo hacen de una manera tan eficiente y cumplen con todo lo que dicen, lo que indica que no es la primera vez que lo hacen”.