Conte tiene su primer triunfo gracias a un gran Lautaro
El Inter venció al Dortmund en San Siro en un partido en el que los interistas fueron superiores en todo momento. Lautaro y Candreva hicieron los goles.
Ignacio Camacho
As
El Inter ganó su primera final en esta Champions ante un Dortmund irreconocible. Los de Conte necesitaban la victoria para no verse con pie y medio fuera de la competición cuando todavía quedan tres jornadas para que termine la fase de grupos. En un partido en el que el juego apenas lució, la diferencia la marcó el equipo de San Siro en las áreas: Lautaro y Handanovic fueron los protagonistas absolutos del encuentro.
El Inter intentó tener la iniciativa desde el principio, por jugar como local y por estar más necesitado. El problema para el conjunto de Conte es que enfrente tenía a un Dortmund muy ordenado y, con Sensi lesionado, el interista más creativo, a los nerazzurri les costaba encontrar espacios.
Con el equipo italiano con el balón controlado pero sin profundidad, fue De Vrij, un defensa que no destaca por su capacidad para sacar el balón, quien inesperadamente puso la pelota a la espalda de la defensa para que Lautaro atacara el espacio, controlara el balón y batiera entre las piernas a Burki para anotar el 1-0. Lo de los desmarques del delantero argentino merece capítulo aparte. Pocos jugadores en Europa atacan mejor las zonas muertas y hacen tan fácil el trabajo para sus asistentes.
El Dortmund, lejos de reaccionar y dar un paso adelante, siguió con el guión que había planteado: esperar al Inter en su medio de campo y evitar que la línea de medios consiguiera conectar con sus dos delanteros. Atacar no pareció interesarle en ningún momento de la primera parte. Sólo en el descuento, Sancho se saltó el plan y logró chutar dentro del área, pero Handanovic, en una gran estirada, evitó que en el marcador brillara un resultado injusto al descanso.
Favre, ante la evidencia, se vio obligado a cambiar la actitud de su equipo y ordenó una presión alta. Con ella, se invirtieron los papeles en al inicio de la segunda parte: el Dortmund atacaba y el Inter se encerró en su campo. Handanovic agrandó su figura con dos grandes paradas a Brandt. Con el paso de los minutos, esa presión alemana fue a menos, algo que aprovechó el Inter para volver a tomar las riendas del partido.
Lautaro estuvo cerca de hacer el segundo en varios intentos: primero erró un mano a mano en el área y luego desaprovechó un penalti que Hummels hizo al jovencísimo Esposito, que debutaba ayer en la máxima competición continental. Las dos veces se topó con Bürki. Ya casi al final, Candreva sentenció el partido al culminar una gran contra que dirigió Brozovic a la perfección.
As
El Inter ganó su primera final en esta Champions ante un Dortmund irreconocible. Los de Conte necesitaban la victoria para no verse con pie y medio fuera de la competición cuando todavía quedan tres jornadas para que termine la fase de grupos. En un partido en el que el juego apenas lució, la diferencia la marcó el equipo de San Siro en las áreas: Lautaro y Handanovic fueron los protagonistas absolutos del encuentro.
El Inter intentó tener la iniciativa desde el principio, por jugar como local y por estar más necesitado. El problema para el conjunto de Conte es que enfrente tenía a un Dortmund muy ordenado y, con Sensi lesionado, el interista más creativo, a los nerazzurri les costaba encontrar espacios.
Con el equipo italiano con el balón controlado pero sin profundidad, fue De Vrij, un defensa que no destaca por su capacidad para sacar el balón, quien inesperadamente puso la pelota a la espalda de la defensa para que Lautaro atacara el espacio, controlara el balón y batiera entre las piernas a Burki para anotar el 1-0. Lo de los desmarques del delantero argentino merece capítulo aparte. Pocos jugadores en Europa atacan mejor las zonas muertas y hacen tan fácil el trabajo para sus asistentes.
El Dortmund, lejos de reaccionar y dar un paso adelante, siguió con el guión que había planteado: esperar al Inter en su medio de campo y evitar que la línea de medios consiguiera conectar con sus dos delanteros. Atacar no pareció interesarle en ningún momento de la primera parte. Sólo en el descuento, Sancho se saltó el plan y logró chutar dentro del área, pero Handanovic, en una gran estirada, evitó que en el marcador brillara un resultado injusto al descanso.
Favre, ante la evidencia, se vio obligado a cambiar la actitud de su equipo y ordenó una presión alta. Con ella, se invirtieron los papeles en al inicio de la segunda parte: el Dortmund atacaba y el Inter se encerró en su campo. Handanovic agrandó su figura con dos grandes paradas a Brandt. Con el paso de los minutos, esa presión alemana fue a menos, algo que aprovechó el Inter para volver a tomar las riendas del partido.
Lautaro estuvo cerca de hacer el segundo en varios intentos: primero erró un mano a mano en el área y luego desaprovechó un penalti que Hummels hizo al jovencísimo Esposito, que debutaba ayer en la máxima competición continental. Las dos veces se topó con Bürki. Ya casi al final, Candreva sentenció el partido al culminar una gran contra que dirigió Brozovic a la perfección.
