Los planes para revolucionar la Champions a partir de 2024

La intención de la ECA de crear una Superliga europea ha dado pie a varias propuestas para reformar la máxima competición continental.

Mario de la Riva
As
Aún quedan cinco temporadas por delante, pero los diferentes estamentos del fútbol europeo comienzan a trabajar en el diseño de la Champions League a partir de la temporada 2024-2025. Las intenciones de los grandes clubes que encabezan la ECA de crear una anhelada Superliga europea está generando un sonado rechazo por la pretensión de crear un campeonato casi cerrado con la presencia de los grandes asegurada y que minimizaría la relevancia de las ligas nacionales relegándolas, mediática y deportivamente, a un papel secundario menor en el panorama futbolístico europeo. Con el debate abierto han surgido otras propuestas: la que visibiliza el Copenhague y un 'sistema suizo' que desveló la semana pasada la agencia AP.


La liga casi cerrada de la ECA

La ECA abrió la caja de Pandora desmarcándose del sistema tradicional con una reforma radical del acceso a las competiciones europeas, que se articularían en un sistema de tres divisiones con un sistema mixto de ascensos y descensos y de acceso desde las ligas nacionales.

En la primera división, la Superliga europea heredera de la Champions, 24 equipos se mantendrían de una temporada a otra (en la primera campaña se clasificarían de oficio los grandes según sus resultados históricos), 4 procederían ascendidos de la segunda categoría y las otras 4 plazas restantes se repartirían entre los campeones de las ligas europeas que quedaran sin plaza fija.

En la segunda división 12 de las 32 plazas se repartirían por los resultados de las tres competiciones de la temporada anterior y a las 20 restantes, como a las 64 plazas que tendría el tercer torneo, se accedería, como ahora, por la clasificación en las ligas nacionales.
Salah levanta el trofeo que acredita al Liverpool como campeón de la Champions League 2018-2019.

Otra de las novedades rupturistas sería el formato de la competición. La primera fase de la Superliga pasaría a estar dividida en cuatro grupos de ocho equipos, pasando de seis a catorce jornadas. Incluso llegó a plantearse la posibilidad de jugar los fines de semana, una idea que levantó aún más ampollas en las ligas nacionales, que se verían obligadas a reducirse a 16 ó 18 equipos para recortar su calendario en favor del mayor número de fechas que ocuparía la nueva competición europea.

El 'plan Copenhague'

El club danés es la cara visible de los clubes punteros de las ligas de segundo orden (el Ajax y el Celtic también han participado en la elaboración de la propuesta), que pretenden una reforma menos rupturista de la Champions. La fórmula Copenhague propone reducir a 20 (ahora son 26) las plazas directas que se otorgan en la fase de grupos. Pero la novedad más importante de esta vía es que esas plazas dependerían del ranking UEFA que tenga cada equipo en lugar de la liga de procedencia.

Se seguiría concediendo a cada campeonato nacional un cupo de plazas en la Champions (España mantendría las cuatro actuales), pero sin determinar en qué momento de la competición entraría a participar (los cuatro primeros de LaLiga Santander no tendrían por qué tener su presencia asegurada en la fase de grupos). Una vez conocidos los equipos de cada país que hubieran obtenido plaza, se ordenarían según el ranking UEFA (de los últimos diez años, en lugar de los cinco actuales). Los 20 primeros se clasificarían directamente para la fase de grupos, los siguientes entrarían en la última ronda previa, los siguientes en la anterior y así sucesivamente. De la previa procederían 12 equipos, en lugar de las seis plazas que están en disputa actualmente.

Esta fórmula trata de evitar que equipos de ligas potentes pero con poco historial en Europa (como esta temporada el Atalanta italiano o, si se hubiese clasificado, el Getafe), tengan mejor derecho deportivo que otros con mejores resultados pero procedentes de ligas menores (por ejemplo, el Ajax, que este año ha tenido que superar dos previas a pesar de haber sido semifinalista en la pasada edición). Un objetivo implícito en la alternativa que lanzó el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, para contentar a clubes más modestos.

Con este plan podría darse la situación de que el cuarto equipo de LaLiga Santander fuese directamente a la fase de grupos y un equipo sorpresa clasificado entre los tres primeros tuviese que jugar una o varias previas incluso siendo campeón, como le habría sucedido en su día al Leicester.

El 'sistema suizo'

Existe una tercera vía, desvelada la semana pasada por la agencia AP, que busca aumentar el número de partidos sin acometer una revolución total. Consiste en aplicar el conocido como 'sistema suizo'. Los cambios afectarían fundamentalmente a la primera fase. En lugar de la fase de grupos clásica actual, se haría una clasificación general de los 32 equipos, aunque sin jugar todos contra todos.

Se decidiría contra qué rivales jugaría cada equipo, pudiendo ser los enfrentamientos a doble vuelta o a partido único. En esa fase se jugarían entre 8 y 14 partidos. Con los resultados, se elaboraría una clasificación general de los 32 equipos. Los ocho primeros se clasificarían directamente para octavos de final y renovarían la plaza para la edición de la temporada siguiente, mientras que los equipos del 9º al 24º jugarían una ronda intermedia para decidir las otras ocho plazas en octavos.

Mientras se avanza en el debate sobre la Champions sobre lo que sí hay certeza es sobre la creación de una tercera competición continental de clubes a partir de la temporada 2021-2022, 22 años después de la desaparición de la Recopa. Con la denominación provisional de Europa League 2, el nuevo torneo de clubes de la UEFA reunirá a 32 equipos. El número total de equipos que participarán en competición europea aumentará de 80 a 96 y servirá para que más ligas menores (sobre todo del Este de Europa) puedan estar representadas. Al menos 34 países tendrían representantes frente a los 26 que garantiza el sistema actual.

La nueva competición supondrá cambios también para su hermana mayor, la Europa League, que pasará a tener de 32 equipos en lugar de los 48 actuales. Una ronda intermedia, a semejanza de la que se juega en la Youth League, sustituirá a los dieciseisavos de final. Esa eliminatoria intermedia la jugarán los terceros clasificados de los grupos de la Champions contra los segundos de la Europa League, mientras que los campeones de grupo de la segunda competición accederán directamente a octavos de final. Análogo formato se aplicará en la Europa League 2 tras la fase de grupos.

Para la liga española, la nueva competición supondrá perder un representante en la Europa League (el que actualmente juega las tres previas), que no obstante participará en la Europa League 2 (entrando a participar en la última previa).

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