L'Equipe: un jugador del PSG paga el nerviosismo de Neymar
El desenlace final del culebrón Neymar está próximo a su fin y le sitúa en París. El brasileño no puede ocultar su decepción y la pasada semana se enzarzó con un compañero del PSG.
Isabel Roldán
As
Frustración y decepción. Esos son los sentimientos que parecen acompañar a Neymar después de que su particular culebrón para abandonar el PSG y volver a la tierra prometida de Can Barça esté a horas de esfumarse. El nerviosismo y la tensión se han apoderado del delantero que en la última semana protagonizó un incidente con un compañero de equipo durante un entrenamiento, según ha desvelado L'Equipe, sin que haya trascendido la identidad del mismo. Han sido muchas semanas de negociaciones, de idas y venidas y todo esto le está pasando factura anímicamente.
Para Neymar las últimas horas están siendo muy complicadas. El frustrado regreso al Barcelona parece haber disparado la adrenalina del jugador, sabedor de que quedarse en París le va a traer un doble o un triple esfuerzo: reestablecer relaciones con sus compañeros de equipo, volver a conquistar a la afición parisina y sobre todo a sus ultras que no perdonan sus desplantes y, lo más importante, hacerlo recuperando su mejor fútbol y ganándose la confianza del cuerpo técnico encabezada por Thomas Tuchel.
De momento, Neymar pone tierra de por medio, con la convocatoria con la selección brasileña, con la que ha viajado a Estados Unidos. Allí jugará dos partidos amistosos, ante Colombia y ante Perú. Neymar regresa con Brasil, después de superar la lesión que le dejó fuera de la Copa América. Mientras, según asegura L'Equipe, existe máxima preocupación por la adaptación del jugador, obligado a quedarse un año más en París. Los dirigentes del club parisino, Leonardo y Thomas Tuchel son conscientes de que el plan rehabilitador de Neymar será muy exigente, ya que tiene muchos frentes abiertos.
Lo más urgente es recuperar las buenas relaciones con la plantilla del PSG. El último incidente en el entrenamiento de esta semana es la última muestra del mal rollo que hay en el equipo con Neymar y que se pudo ver hace apenas unas semanas durante la celebración de la conquista de la Supercopa de Francia. Y a partir de ahí, habrá que empezar a trabajar en lo demás.
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Frustración y decepción. Esos son los sentimientos que parecen acompañar a Neymar después de que su particular culebrón para abandonar el PSG y volver a la tierra prometida de Can Barça esté a horas de esfumarse. El nerviosismo y la tensión se han apoderado del delantero que en la última semana protagonizó un incidente con un compañero de equipo durante un entrenamiento, según ha desvelado L'Equipe, sin que haya trascendido la identidad del mismo. Han sido muchas semanas de negociaciones, de idas y venidas y todo esto le está pasando factura anímicamente.
Para Neymar las últimas horas están siendo muy complicadas. El frustrado regreso al Barcelona parece haber disparado la adrenalina del jugador, sabedor de que quedarse en París le va a traer un doble o un triple esfuerzo: reestablecer relaciones con sus compañeros de equipo, volver a conquistar a la afición parisina y sobre todo a sus ultras que no perdonan sus desplantes y, lo más importante, hacerlo recuperando su mejor fútbol y ganándose la confianza del cuerpo técnico encabezada por Thomas Tuchel.
De momento, Neymar pone tierra de por medio, con la convocatoria con la selección brasileña, con la que ha viajado a Estados Unidos. Allí jugará dos partidos amistosos, ante Colombia y ante Perú. Neymar regresa con Brasil, después de superar la lesión que le dejó fuera de la Copa América. Mientras, según asegura L'Equipe, existe máxima preocupación por la adaptación del jugador, obligado a quedarse un año más en París. Los dirigentes del club parisino, Leonardo y Thomas Tuchel son conscientes de que el plan rehabilitador de Neymar será muy exigente, ya que tiene muchos frentes abiertos.
Lo más urgente es recuperar las buenas relaciones con la plantilla del PSG. El último incidente en el entrenamiento de esta semana es la última muestra del mal rollo que hay en el equipo con Neymar y que se pudo ver hace apenas unas semanas durante la celebración de la conquista de la Supercopa de Francia. Y a partir de ahí, habrá que empezar a trabajar en lo demás.
