Kobe, sobre el dominio de USA: "Los días de 1992 han pasado"
El ex jugador, embajador del Mundial de China, dio su opinión sobre las ausencias de Estados Unidos y rememoró los duelos de los norteamericanos contra España.
As Baloncesto
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El Mundial de China no está pasando desapercibido para nadie. La final que jugarán España y Argentina es ya de por sí una sorpresa, y otras selecciones como Australia, Polonia o la República Checa también han demostrado un rendimiento por encima de lo esperado en el país asiático.
Sin embargo, la mayor sorpresa ha sido ver cómo Estados Unidos era apeado en cuartos de final por Francia. Luego los norteamericanos cayeron ante Serbia certificando el que ha sido uno de los peores Mundiales de su historia. Las dos derrotas han sido muy comentadas dentro del mundo del baloncesto, y las ausencias de las principales figuras norteamericanas, que no han acudido a la cita este verano, ha sido señalada como el principal motivo del fracaso.
El último en ser cuestionado por este hecho ha sido Kobe Bryant. El ex jugador de los Lakers, 5 veces campeón de la NBA y dos veces oro olímpico (2008 y 2012) es uno de los embajadores del Mundial, y está en China para ver los últimos cuatro partidos del torneo. El legendario baloncestista, que vivió dos increíbles duelos con España en las finales de Pekín y de Londres, ha dado su opinión del debacle norteamericano, comparando su época con la actual y hablando de las ausencias.
"He escuchado mucho que llevamos al mejor equipo posible. Nosotros necesitamos un empujón tardío para ganar a España la medalla de oro. En la pista no es un juego de niños", ha dicho el antiguo escolta, que ha dicho que entiende la decisión de muchos jugadores de no ir al Mundial, pero ha añadido una frase muy dura: "Los días de 1992 han acabado".
Kobe ha argumentado que se está jugando un gran baloncesto durante el torneo y que hay que saber que lleve Estados Unidos el equipo que lleve, no va a ser fácil ganar a ningún rival. El embajador da así crédito al resto de equipos del Mundial, que dice que han estado "escondidos" durante todo este tiempo, pero que ahora han aparecido y pueden plantar cara a cualquiera.
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El Mundial de China no está pasando desapercibido para nadie. La final que jugarán España y Argentina es ya de por sí una sorpresa, y otras selecciones como Australia, Polonia o la República Checa también han demostrado un rendimiento por encima de lo esperado en el país asiático.
Sin embargo, la mayor sorpresa ha sido ver cómo Estados Unidos era apeado en cuartos de final por Francia. Luego los norteamericanos cayeron ante Serbia certificando el que ha sido uno de los peores Mundiales de su historia. Las dos derrotas han sido muy comentadas dentro del mundo del baloncesto, y las ausencias de las principales figuras norteamericanas, que no han acudido a la cita este verano, ha sido señalada como el principal motivo del fracaso.
El último en ser cuestionado por este hecho ha sido Kobe Bryant. El ex jugador de los Lakers, 5 veces campeón de la NBA y dos veces oro olímpico (2008 y 2012) es uno de los embajadores del Mundial, y está en China para ver los últimos cuatro partidos del torneo. El legendario baloncestista, que vivió dos increíbles duelos con España en las finales de Pekín y de Londres, ha dado su opinión del debacle norteamericano, comparando su época con la actual y hablando de las ausencias.
"He escuchado mucho que llevamos al mejor equipo posible. Nosotros necesitamos un empujón tardío para ganar a España la medalla de oro. En la pista no es un juego de niños", ha dicho el antiguo escolta, que ha dicho que entiende la decisión de muchos jugadores de no ir al Mundial, pero ha añadido una frase muy dura: "Los días de 1992 han acabado".
Kobe ha argumentado que se está jugando un gran baloncesto durante el torneo y que hay que saber que lleve Estados Unidos el equipo que lleve, no va a ser fácil ganar a ningún rival. El embajador da así crédito al resto de equipos del Mundial, que dice que han estado "escondidos" durante todo este tiempo, pero que ahora han aparecido y pueden plantar cara a cualquiera.