Dembélé se defiende
Barcelona, AS
Al joven delantero francés, Ousmane Dembélé, le persigue la polémica desde que fichó por el Barcelona en verano del 2017. Sus continuos actos de indisciplina, sus recurrentes lesiones y su irregular rendimiento en el campo le han convertido en un jugador señalado por todos. AS ha contactado con una persona directa de su entorno para conocer la realidad de todas las noticias que salen y se publican del atacante. Estos son los alegatos de su defensa:
Vida desordenada: Ousmane vive con su madre y con su mejor amigo Moustapha Diatta, ex futbolista que conoció en el Borussia de Dortmund y que jugaba de central en el filial. No hay más amigos que convivan con el francés, aunque a veces de forma puntual le visitan ex compañeros. Es verdad que le gustan los videojuegos y especialmente uno de moda entre los más jóvenes, Fortnite, pero tampoco es una obsesión ni se pasa toda la noche jugando como se ha publicado. Es muy religioso y no bebe alcohol porque lo prohíbe el islam. En el tema de comidas intenta practicar el halal, el régimen que predica su religión en cuanto a la forma de preparar las materias primas que se ingieren, aunque le encantan las pizzas y no puede evitar pedir alguna durante la semana.
Lesiones: Dembélé es el primer extrañado de tantas lesiones porque en el Dortmund apenas tuvo. Reconoce que en la primera temporada cometió un error al intentar recuperar un balón y hacerlo de forma forzada. En el resto de lesiones asegura que son producto de la mala suerte, sobre todo esta última. Ahora se está recuperando para reaparecer ante Granada o como muy tarde Villarreal.
Actos de indisciplina: Asume que ha cometido algunos errores, pero desde hace tiempo que nadie en el vestuario le puede reprochar nada. Le extrañó la reacción de sus compañeros cuando se filtró que se había saltado un entrenamiento ya que esperaba un apoyo incondicional y se encontró con reproches públicos. El club no le multó en ningún caso, una muestra de que se consideró como una falta leve. Respecto a la última polémica de si se saltó un control médico, Ousmane asegura que notó un calambre, pero no creía que fuera nada más y por eso no le dio mayor importancia, y reconoce que se equivocó.
Cesión PSG: Es cierto que le llamó Thomas Tuchel, entrenador con el que coincidió en Dortmund, para preguntarle por sus deseos de venir al club francés, pero Dembélé le dejó bien claro que consideraba que aún no había conseguido ninguno de los objetivos por los que había venido al Barcelona y que no estaba dispuesto a renunciar tan fácilmente. De hecho, para él ir al PSG estando en el Barça sería un paso atrás en su carrera.
Griezmann: Su llegada ha supuesto una bendición para Ousmane, ya que le considera uno de sus mejores amigos en la selección. La colonia francesa está siendo muy importante para ayudar a la adaptación de un jugador que si peca de algo es de cierta timidez.
Valverde: El jugador tiene una relación estrictamente profesional con el entrenador. A veces le gustaría sentir mayor acercamiento, pero en una plantilla de tantos jugadores es difícil tener este grado de empatía. Echa de menos a Tuchel en este aspecto porque era mucho más cercano con los jugadores. Recuerda unas palabras que tuvo con el entrenador en sus primeros días en el Borussia donde le dijo: 'me da igual lo que hagas fuera del fútbol, eres joven y no pienso ponerte a ningún detective ni a nadie para que te vigile. Si rindes en el campo, adelante, pero el día que me falles, entonces te empezaré a fiscalizar todo lo que haces fuera del campo'. Con Valverde este tipo de conversaciones no las ha tenido.
Prensa: Ousmane está muy decepcionado porque asegura directamente que muchas de las informaciones que se publican sobre él son "mierdas". Aún recuerda cuando se publicó que pagaba 15.000 euros a un amigo para que estuviera con él o que se pasaba el día comiendo fast food. Lamenta este tipo de 'fake news' porque lo único que consiguen es dañar su imagen de forma arbitraria e injusta.
Al joven delantero francés, Ousmane Dembélé, le persigue la polémica desde que fichó por el Barcelona en verano del 2017. Sus continuos actos de indisciplina, sus recurrentes lesiones y su irregular rendimiento en el campo le han convertido en un jugador señalado por todos. AS ha contactado con una persona directa de su entorno para conocer la realidad de todas las noticias que salen y se publican del atacante. Estos son los alegatos de su defensa:
Vida desordenada: Ousmane vive con su madre y con su mejor amigo Moustapha Diatta, ex futbolista que conoció en el Borussia de Dortmund y que jugaba de central en el filial. No hay más amigos que convivan con el francés, aunque a veces de forma puntual le visitan ex compañeros. Es verdad que le gustan los videojuegos y especialmente uno de moda entre los más jóvenes, Fortnite, pero tampoco es una obsesión ni se pasa toda la noche jugando como se ha publicado. Es muy religioso y no bebe alcohol porque lo prohíbe el islam. En el tema de comidas intenta practicar el halal, el régimen que predica su religión en cuanto a la forma de preparar las materias primas que se ingieren, aunque le encantan las pizzas y no puede evitar pedir alguna durante la semana.
Lesiones: Dembélé es el primer extrañado de tantas lesiones porque en el Dortmund apenas tuvo. Reconoce que en la primera temporada cometió un error al intentar recuperar un balón y hacerlo de forma forzada. En el resto de lesiones asegura que son producto de la mala suerte, sobre todo esta última. Ahora se está recuperando para reaparecer ante Granada o como muy tarde Villarreal.
Actos de indisciplina: Asume que ha cometido algunos errores, pero desde hace tiempo que nadie en el vestuario le puede reprochar nada. Le extrañó la reacción de sus compañeros cuando se filtró que se había saltado un entrenamiento ya que esperaba un apoyo incondicional y se encontró con reproches públicos. El club no le multó en ningún caso, una muestra de que se consideró como una falta leve. Respecto a la última polémica de si se saltó un control médico, Ousmane asegura que notó un calambre, pero no creía que fuera nada más y por eso no le dio mayor importancia, y reconoce que se equivocó.
Cesión PSG: Es cierto que le llamó Thomas Tuchel, entrenador con el que coincidió en Dortmund, para preguntarle por sus deseos de venir al club francés, pero Dembélé le dejó bien claro que consideraba que aún no había conseguido ninguno de los objetivos por los que había venido al Barcelona y que no estaba dispuesto a renunciar tan fácilmente. De hecho, para él ir al PSG estando en el Barça sería un paso atrás en su carrera.
Griezmann: Su llegada ha supuesto una bendición para Ousmane, ya que le considera uno de sus mejores amigos en la selección. La colonia francesa está siendo muy importante para ayudar a la adaptación de un jugador que si peca de algo es de cierta timidez.
Valverde: El jugador tiene una relación estrictamente profesional con el entrenador. A veces le gustaría sentir mayor acercamiento, pero en una plantilla de tantos jugadores es difícil tener este grado de empatía. Echa de menos a Tuchel en este aspecto porque era mucho más cercano con los jugadores. Recuerda unas palabras que tuvo con el entrenador en sus primeros días en el Borussia donde le dijo: 'me da igual lo que hagas fuera del fútbol, eres joven y no pienso ponerte a ningún detective ni a nadie para que te vigile. Si rindes en el campo, adelante, pero el día que me falles, entonces te empezaré a fiscalizar todo lo que haces fuera del campo'. Con Valverde este tipo de conversaciones no las ha tenido.
Prensa: Ousmane está muy decepcionado porque asegura directamente que muchas de las informaciones que se publican sobre él son "mierdas". Aún recuerda cuando se publicó que pagaba 15.000 euros a un amigo para que estuviera con él o que se pasaba el día comiendo fast food. Lamenta este tipo de 'fake news' porque lo único que consiguen es dañar su imagen de forma arbitraria e injusta.