Los partidos italianos deciden el calendario de la crisis de Gobierno
El Senado se reúne este lunes para fijar una fecha en la que votar la moción de censura presentada por Salvini contra el primer ministro
Lorena Pacho
Roma, El País
Este lunes y martes serán días decisivos para establecer un calendario con los tiempos y los próximos pasos de la crisis de Gobierno en Italia. Los grupos parlamentarios deberán fijar la fecha en la que se debatirá y votará la moción de censura presentada por la Liga de Matteo Salvini contra el primer ministro Giuseppe Conte, a quien hasta ahora apoyaba y al que pretende hacer caer por las desavenencias de sus ya exsocios del Movimiento 5 Estrellas. Este lunes por la tarde, la Mesa del Senado elegirá el día para celebrar la moción y mañana hará lo mismo la de la Cámara de los diputados. De su decisión, dependerán los próximos movimientos en el Parlamento.
Los partidos políticos, que se han reunido durante la mañana para estudiar su comportamiento de voto, llegan divididos a la reunión del Senado para poner fecha a la moción de censura. Por un lado, la ultraderechista Liga, con Salvini al frente, presiona para que las Cámaras voten la moción cuanto antes y ha propuesto hacerlo incluso el 15 de agosto, que es festivo en todo el país. El ministro de Interior también pretende que se convoquen elecciones a la mayor brevedad posible, consciente de que el viento sopla a su favor en las encuestas, que le dan más del 36% de intención de voto.
Sin embargo, Giuseppe Conte le ha advertido de que no le compete al ministro de Interior establecer los tiempos de la crisis y el presidente de la Cámara de los diputados, Roberto Fico le recordó también que los únicos que pueden decidir cuándo se reúnen las Cámaras son los presidentes de ambas instituciones y que solo el jefe del Estado, Sergio Mattarella puede disolver el Parlamento y convocar elecciones. Además, Mattarella podría jugar otras cartas antes de adelantar las elecciones, como encargar la búsqueda de una mayoría alternativa para continuar la legislatura o la formación de un gobierno técnico o “de objetivos”, como se le conoce en Italia, que se ocupe de algunas cuestiones urgentes como la elaboración de los presupuestos para 2020, que deberían estar listos antes de fin de año.
Del otro lado, el Movimiento 5 Estrellas, cada vez más enfrentado con la Liga, quiere que antes de celebrar la moción, el Parlamento vote su proyecto de ley para reducir el número de diputados y senadores, una de sus reformas históricas más ansiadas.
La izquierda se presenta fragmentada de nuevo. Su formación mayoritaria, el Partido Demócrata, dividido en dos, se bate entre apoyar al primer ministro e impulsar así la formación de un Ejecutivo provisional con una nueva mayoría o apostar por elecciones inmediatamente.
De un lado, el exprimer ministro y senador Matteo Renzi, que aún controla una parte importante del partido, aboga por la formación de un Gobierno provisional que entre otras cosas pueda aprobar los presupuestos, evitar el aumento del IVA o votar la reducción de los parlamentarios, antes de pasar por las urnas. Del otro lado, el secretario de la formación, Nicola Zingaretti, que trata de reflotar al PD tras el varapalo de las elecciones de marzo de 2018, rechaza cualquier alianza con el M5S, convencido de que esto daría alas a Salvini. “Sería un regalo a esa derecha peligrosa que todos queremos detener”, señaló este lunes en una comparecencia ante los medios. Asegura además que su formación ha decidido por unanimidad votar contra el primer ministro Conte en la moción.
Sin embargo, Renzi podría forzar un cambio en la línea del partido o incluso provocar una escisión en la formación, como apuntan algunos medios italianos. Aunque no ocupa ningún puesto de responsabilidad en el partido, aún conserva gran poder de influencia puesto que los parlamentarios actuales del PD han salido de las listas que él elaboró cuando era secretario del partido. Su nueva postura ha causado asombro, porque el exprimer ministro fue uno de los principales opositores a una posible alianza con el 5 Estrellas tras las elecciones de 2018.
Lorena Pacho
Roma, El País
Este lunes y martes serán días decisivos para establecer un calendario con los tiempos y los próximos pasos de la crisis de Gobierno en Italia. Los grupos parlamentarios deberán fijar la fecha en la que se debatirá y votará la moción de censura presentada por la Liga de Matteo Salvini contra el primer ministro Giuseppe Conte, a quien hasta ahora apoyaba y al que pretende hacer caer por las desavenencias de sus ya exsocios del Movimiento 5 Estrellas. Este lunes por la tarde, la Mesa del Senado elegirá el día para celebrar la moción y mañana hará lo mismo la de la Cámara de los diputados. De su decisión, dependerán los próximos movimientos en el Parlamento.
Los partidos políticos, que se han reunido durante la mañana para estudiar su comportamiento de voto, llegan divididos a la reunión del Senado para poner fecha a la moción de censura. Por un lado, la ultraderechista Liga, con Salvini al frente, presiona para que las Cámaras voten la moción cuanto antes y ha propuesto hacerlo incluso el 15 de agosto, que es festivo en todo el país. El ministro de Interior también pretende que se convoquen elecciones a la mayor brevedad posible, consciente de que el viento sopla a su favor en las encuestas, que le dan más del 36% de intención de voto.
Sin embargo, Giuseppe Conte le ha advertido de que no le compete al ministro de Interior establecer los tiempos de la crisis y el presidente de la Cámara de los diputados, Roberto Fico le recordó también que los únicos que pueden decidir cuándo se reúnen las Cámaras son los presidentes de ambas instituciones y que solo el jefe del Estado, Sergio Mattarella puede disolver el Parlamento y convocar elecciones. Además, Mattarella podría jugar otras cartas antes de adelantar las elecciones, como encargar la búsqueda de una mayoría alternativa para continuar la legislatura o la formación de un gobierno técnico o “de objetivos”, como se le conoce en Italia, que se ocupe de algunas cuestiones urgentes como la elaboración de los presupuestos para 2020, que deberían estar listos antes de fin de año.
Del otro lado, el Movimiento 5 Estrellas, cada vez más enfrentado con la Liga, quiere que antes de celebrar la moción, el Parlamento vote su proyecto de ley para reducir el número de diputados y senadores, una de sus reformas históricas más ansiadas.
La izquierda se presenta fragmentada de nuevo. Su formación mayoritaria, el Partido Demócrata, dividido en dos, se bate entre apoyar al primer ministro e impulsar así la formación de un Ejecutivo provisional con una nueva mayoría o apostar por elecciones inmediatamente.
De un lado, el exprimer ministro y senador Matteo Renzi, que aún controla una parte importante del partido, aboga por la formación de un Gobierno provisional que entre otras cosas pueda aprobar los presupuestos, evitar el aumento del IVA o votar la reducción de los parlamentarios, antes de pasar por las urnas. Del otro lado, el secretario de la formación, Nicola Zingaretti, que trata de reflotar al PD tras el varapalo de las elecciones de marzo de 2018, rechaza cualquier alianza con el M5S, convencido de que esto daría alas a Salvini. “Sería un regalo a esa derecha peligrosa que todos queremos detener”, señaló este lunes en una comparecencia ante los medios. Asegura además que su formación ha decidido por unanimidad votar contra el primer ministro Conte en la moción.
Sin embargo, Renzi podría forzar un cambio en la línea del partido o incluso provocar una escisión en la formación, como apuntan algunos medios italianos. Aunque no ocupa ningún puesto de responsabilidad en el partido, aún conserva gran poder de influencia puesto que los parlamentarios actuales del PD han salido de las listas que él elaboró cuando era secretario del partido. Su nueva postura ha causado asombro, porque el exprimer ministro fue uno de los principales opositores a una posible alianza con el 5 Estrellas tras las elecciones de 2018.