Boris Johnson afirmó que el Reino Unido "no puede aceptar el acuerdo actual" de Brexit

El británico visitó Berlín, donde mantuvo una reunión con Angela Merkel. Pese a que ambos mantuvieron su postura, se mostraron optimistas sobre la llegada a un acuerdo

Infobae
El gobierno británico "no puede aceptar" el acuerdo actual de divorcio con la Unión Europea (UE), advirtió el miércoles en Berlín su primer ministro, Boris Johnson, que volvió a reclamar la supresión del denominado "backstop".


Se trata de un mecanismo previsto para impedir la creación de una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda cuando se produzca el Brexit. Según dijo Johnson en una rueda de prensa, esta salvaguarda convertiría de hecho a Reino Unido en "prisionero" del marco jurídico de la UE, por lo que debe ser "suprimido.

El premier británico mantuvo el miércoles un encuentro en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, en la que ambos mantuvieron sus posiciones pero manifestaron que creen que al final puede llegarse a un acuerdo.

"La salvaguarda es la expresión de un problema no resuelto. En el momento en que se resuelva el problema ésta no será necesaria", dijo Merkel en una comparecencia conjunta ante la prensa durante la visita de Johnson.

"Se trata de definir la futuras relaciones entre la UE y el Reino Unido y entre Irlanda e Irlanda del Norte. Es algo que podemos tardar dos años en resolver, pero que también podemos resolver en treinta días", agregó.

Johnson, por su parte, subrayó que aunque el Reino Unido quiere una salida negociada, el acuerdo no puede mantenerse tal como está y subrayó que la salvaguarda no es aceptable.

Pese a las posiciones encontradas, Johnson se mostró optimista en que al final se llegue a una solución y recordó que muchas veces las negociaciones en Europa parecen sin salida y al final se encuentra un compromiso.

"He seguido muchas negociaciones europeas en mi vida. Muchas veces todo apunta a una situación sin salida y al final, en el último tramo, aparece una solución. Es como en las carreras de caballos", aseguró.

Merkel recordó también que las negociaciones con el Reino Unido corren por cuenta de la Comisión Europea y subrayó que el tema clave, el de las relaciones entre Irlanda e Irlanda del Norte, es algo para lo que la parte británica tiene que presentar propuestas.

"No creo que sea una tarea central de la canciller alemana hacer propuestas para las relaciones entre Irlanda e Irlanda del Norte. Sobre ese tema tenemos que oír las propuestas británicas", dijo la canciller.

Merkel reiteró que celebraría un "brexit" con acuerdo, pero a la vez subrayó que Alemania y la UE tienen que estar preparadas para la eventualidad de una salida abrupta.

Por otra parte, Johnson aseguró que Londres respetará los derechos de los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido.

Al comienzo de la comparecencia, Johnson intentó relajar el ambiente y empezó hablado de muchos ámbitos en los que Alemania y el Reino Unido trabajan exitosamente -desde la seguridad hasta la biodiversidad- y subrayó que todo ello formaba parte de la agenda de su visita para luego mencionar el "brexit" como si fuera un asunto menor.

"Naturalmente también tendremos que hablar de esa pequeñez que es el 'brexit'", dijo.

Después, como era de esperar, la mayor parte de la comparecencia giró en torno a esa "pequeñez", sobre la que Merkel y Johnson insistieron en sus posiciones ya conocidas, antes de una cena de trabajo.

"Hay dos hechos: el Reino Unido quiere salir de la UE, y el acuerdo del Viernes Santo (que puso fin al conflicto en Irlanda del Norte) tiene que mantenerse con vida. Tenemos que compaginar las dos cosas", dijo Merkel.

"También tenemos que mantener la integridad del mercado único", agregó.
Johnson, por su parte, insistió en que es posible resolver la situación con "soluciones imaginativas", aunque no entró en detalles sobre las mismas.

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