Diez años de una presentación histórica: Cristiano Ronaldo

El '7' (entonces presentado con el 9) metió a 85.000 aficionados en el Bernabéu para su puesta de largo como nuevo jugador del Real Madrid.

Manu de Juan
As
Diez años de un hito sin parangón, del día en que las presentaciones megalómanas tocaron techo: el 6 de julio de 2009 se presentaba en el Santiago Bernabéu Cristiano Ronaldo como nuevo jugador del Real Madrid. El portugués llegaba con una enorme etiqueta colgando de sus botas: los 96 millones de euros que había costado. Un precio que entonces, en plena crisis financiera, sonó escandaloso; nueve temporadas y 450 goles después, pareció una ganga de mercadillo. El reto para introducir a Cristiano en el Planeta Real Madrid estaba en superar los 80.000 aficionados italianos que acudieron a San Paolo en julio de 1984 para dar la bienvenida a Maradona en el Nápoles.


Misión cumplida: Cristiano congregó a 85.000 aficionados en un Bernabéu a rebosar; contó el portugués como maestros de ceremonia con Florentino Pérez, Alfredo di Stéfano y Eusebio, la Pantera Negra, el otro gran referente portugués que ha dejado el balompié del país vecino. Cristiano acompañó la fiesta con su mejor cara y un español más que decente (no en vano, llevaba un año firmado; Ramón Calderón, presidente previo a Florentino, había dejado atada la incorporación). "Ronaldo, majete, danos el triplete", le coreó la afición, herida por la triple corona del Barcelona sólo unas semanas antes. Él respondió fusionando al estadio en un sólo cántico: "Decid todos: un, dos, tres... ¡Hala Madrid!".

Ya en rueda de Prensa y tras tener que huir hacia el vestuario ante el numeroso salto de espontáneos que querían abrazarse a él, Cristiano empezó a ganarse a la parroquia: "El Madrid es más especial que el Barcelona"; "Tengo más presión que en Mánchester, pero soy ambicioso y voy a dar lo mejor"; y sobre su nuevo dorsal, el 9, se plegó a otra leyenda: "Yo quería el 7, pero es un número mítico del club y lo tiene Raúl. Los números no juegan". Un año después, con la marcha de Raúl al Schalke, Cristiano heredaría el 7 que siempre deseó. En las páginas de AS, Eusebio lanzaba su pronóstico: "Cristiano va a ayudar al Madrid a ganar la Décima".

Los inicios no fueron fáciles, con una campaña en blanco y una lesión de cierta importancia, pero desde el segundo curso alzó el vuelo y la historia se escribió sola, a base de goles: cuatro Champions, dos Ligas, dos Copas del Rey, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa... Su relación con Florentino, que empezó como un noviazgo apasionado, pasó por altibajos hasta la ruptura definitiva, en el verano de 2018, pero queda el recuerdo de aquel 6 de julio en que 85.000 almas llenaron el templo blanco para presenciar la llegada del extraterrestre que metió al Madrid de lleno en el fútbol del Siglo XXI.

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