Cómo se relacionan el huracán Barry y la crisis climática global
Infobae
En alerta y con reminiscencias de uno de los huracanes más devastadores huracanes de la historia, Katrina, los habitantes a orillas del Mississippi, en New Orleans esperan a Barry.
Las
imágenes de la destrucción que causó Katrina en 2005 fueron el inicio
de un debate que año a año se repite que pone el ojo en la crisis
climática que atravesamos. ¿Existe una relación directa entre
estos fenómenos extremos y el cambio climático? Los expertos dicen que
sí.El agua en el Golfo de México es hasta 2°C más caliente que el
promedio histórico de principios de julio. Se espera que las aguas
inusualmente cálidas alimenten las intensas lluvias de Barry.
Las evidencias que muestran son:
-El número de eventos de precipitaciones sin precedentes en todo el
mundo ha aumentado significativamente en las últimas décadas, como
resultado del calentamiento global.
-Los
estudios de seis huracanes pasados en los EE.UU. han demostrado que el
calentamiento global aumentaba las precipitaciones en cada evento. En el huracán Harvey, la contribución del cambio climático a las precipitaciones alcanzó el 38%.
-La cantidad de precipitaciones que caen en eventos muy fuertes se
incrementó en un 27% en el sureste de los Estados Unidos entre 1958 y
2016.
"Las temperaturas de la superficie del mar del Golfo de México están
por encima del promedio en este momento, proporcionando combustible
adicional para que el sistema se intensifique. Las temperaturas cálidas
del océano, junto con las temperaturas del aire más altas que el
promedio, son una receta para un evento de altas precipitaciones",
sostuvo en declaraciones a medios internacionales Jill Trepanier, Geografía y Antropología de la Universidad Estatal de Louisiana.
La tormenta producirá lluvias extremadamente fuertes, que podrían combinarse con una oleada de agua que fluye por el río Mississippi hasta Nueva Orleans.
Los pronósticos prevén fuertes precipitaciones al menos hasta el
martes, combinadas con una marejada de tormenta en Nueva Orleans de unos
0,9 metros. Si a esto se añaden los ya elevados niveles de agua, existe el riesgo de que el río desborde sus diques por primera vez en la historia moderna de la ciudad.
"Debido
a los cambios climáticos, los eventos extremos relacionados con el
clima pueden aumentar tanto en frecuencia como en magnitud, y
los incidentes de desastres han aumentado constantemente, con más de 200
millones de personas afectadas cada año. Es importante reconocer y
planificar las necesidades especiales de los niños de mayor riesgo y de
los adultos mayores. Reconocer los factores culturales y las
preocupaciones ecológicas en la preparación, respuesta y recuperación
relacionadas con los desastres naturales y tecnológicos también ayudará a
apoyar las preocupaciones de salud mental", agregó Joy D. Osofsky, Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Louisiana.
El
huracán Katrina devastó Nueva Orleans en 2005 cuando los diques
costeros de la ciudad fallaron como resultado de una ola de tormenta. Fue la tormenta más costosa de la historia de Estados Unidos y mató a más de 1.800 personas.
El riesgo de Barry es diferente al de Katrina: en 2005 fueron los
diques de la costa los que fallaron; esta vez son los diques del río los
que serán probados.
"El cambio climático es la base sobre la que ahora se producen todos
los fenómenos meteorológicos. Dada la simple física del agua, creo que
es casi seguro que esta tormenta va a ser más severa de lo que hubiera
sido si los humanos no hubieran calentado el clima. Esto es sólo una
proverbial gota en el vaso – podríamos tener cuatro o cinco veces más
calentamiento en el próximo siglo que en el anterior, por lo que es
probable que este tipo de eventos climáticos empeoren mucho, mucho más.
Esto subraya lo mucho que todos tenemos que perder si no estabilizamos
nuestro clima muy pronto", completó Andrew Dessler, de la Universidad de Texas.