Boris Johnson aseguró que su gobierno "nunca" restablecerá los controles en la frontera entre las dos Irlandas

El premier británico lanzó este compromiso durante una conversación telefónica con su par irlandés Leo Varadkar. La futura relación entre la República de Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, parte del Reino Unido, es uno de los principales problemas encontrados en las negociaciones por el "Brexit"

Infobae
El primer ministro británico Boris Johnson afirmó este martes a su homólogo irlandés Leo Varadkar que su administración "nunca" restablecerá controles físicos en la frontera con Irlanda tras el "Brexit", de acuerdo a un comunicado distribuido por el gobierno del Reino Unido.


Johnson dijo que su gobierno se compromete a "nunca poner controles físicos o infraestructuras físicas en la frontera" entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, incluso en el caso de salida sin acuerdo del Reino Unido de la Unión Europea (UE) el próximo 31 de octubre.

Las afirmaciones del primer ministro tuvieron lugar en una conversación telefónica con Varadkar, indicó el gobierno británico.

El nuevo líder conservador también repitió que quería un acuerdo de salida con la UE pero sin la "red de seguridad" irlandesa (o "backstop"), un último recurso destinado precisamente a evitar el regreso a una frontera física en la isla de Irlanda, donde los 500 km que separan el Norte de la República irlandesa se convertirían en la única frontera terrestre entre la UE y el Reino Unido.

Pero Varadkar le señaló que el 'backstop' es "necesario y consecuencia de la decisión tomada por el Reino Unido" de abandonar la UE, según un comunicado de sus servicios.

El líder irlandés subrayó que la UE está "unida en su rechazo a revisar el Acuerdo de retirada" concluido con la exprimera ministra británica, Theresa May, en noviembre.

"Algunas soluciones alternativas podrían reemplazar al 'backstop' en el futuro (…) pero queda aún por identificarlas y demostrar que son satisfactorias", añadió.

Según el Acuerdo de retirada, el "backstop" entraría en vigor tras un periodo de transición si no se encuentra ninguna otra solución antes de mediados de 2020 entre Londres y Bruselas.

Este mecanismo consiste en crear un "territorio aduanero único", que comprenda a la UE y al Reino Unido, en el que no haya cuotas ni aranceles aduaneros para los bienes industriales y agrícolas.

Irlanda del Norte además se mantendría alineada con un número limitado de reglas del mercado único europeo, por ejemplo en lo que concierne a las normas sanitarias en los controles veterinarios.

Esta solución, no obstante, resulta intolerable para algunos promotores del "Brexit" y el aliado de los conservadores norirlandés en el Parlamento, el pequeño partido DUP, que consideran que esto pondría en peligro la integridad del Reino Unido y de su mercado.

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