Quién es Ash Barty: la australiana que quiso abandonar el tenis a los 18 años, odia la arcilla y se consagró campeona de Roland Garros
Dejó la disciplina para comenzar un nuevo deporte. Finalmente volvió sobre sus pasos y, tras ganar en París, será número 2 del mundo
Infobae
Después del Abierto de Estados Unidos de 2014, con apenas 18 años, Ashleigh Barty sorprendió anunciando que abandonaba el tenis profesional para ser "una joven normal" e inició luego una corta carrera en el cricket. Volvió un año y medio más tarde al deporte de sus inicios, donde este sábado tocó el cielo conquistando Roland Garros.
"Todo ha ido demasiado rápido para mí. He estado viajando mucho desde muy joven. Quiero tener la experiencia de una chica joven normal, vivir experiencias normales", justificó entonces Barty, mientras ratificaba su retiro.
Pero la vida de chica normal le duró poco y la necesidad de competir en el deporte le llevó a acercarse al cricket. Andy Richards, entrenador de los Queensland Fire y luego de los Brisbane Heat, había detectado ya sus cualidades para ese deporte y Barty comenzó a ejercitarse en el julio siguiente con el equipo.
A principios de 2016, justo después del final de la WBBL, Barty tuvo que decidir cuál era su camino y tras ese año sabático del tenis decidió volver a las raquetas y las bolas amarillas, retomando entonces una carrera que ha terminado siendo exitosa.
"Fue una buena decisión volver al tenis. Es algo por lo que opté de una manera natural, fue una buena decisión", señaló. En su segunda etapa en el tenis, Barty se especializó como doblista, pero en categoría individual empezó pronto a crecer y antes de Roland Garros ya había ganado cuatro torneos.
El primer en el circuito WTA fue el de Kuala Lumpur en 2017 y en 2018 fue ya campeona en dos ocasiones, en Nottingham y en el WTA Elite Trophy de Zhuhai, el considerado 'Masters B' femenino. Este año dio un paso más allá y avisó ya llevándose una de las principales citas, Miami, antes de este primer éxito en un Grand Slam.
El destino ha querido que Barty se haya convertido en la primera australiana en 46 años en proclamarse campeona de Roland Garros, justo desde que Margaret Court se coronara allí por última vez en 1973.
Pese al título, la tenista demostró su desamor por el polvo de ladrillo en más de una ocasión. Una de las cuentas oficiales del circuito femenino de tenis (WTA) recordó las palabras de la oceánica: "Cada semana en arcilla es una semana más cerca de la hierba" y "este año: es campeona del Roland Garros".
El cricket, que se disputa en una de sus superficies preferidas, continúa siendo una pasión para ella, igual que otros deportes, y en Roland Garros admitió que las próximas semanas serán muy cargadas para ella como aficionada y telespectadora.
"Voy a ver el Mundial de fútbol femenino y el Mundial de cricket de hombres. En las próximas semanas hay muchas competiciones deportivas. Estaré pegada a la televisión, como el resto del planeta", explicó.
La joven tenista de 23 años también se refirió a la gran polémica que generó la legendaria ex tenista Margaret Court, cuando dijo en 2017 que el tenis femenino estaba "lleno de lesbianas".
Barty, que tuvo entre sus compañeras de dobles a Casey Dellacqua, abiertamente homosexual, defendió a su amiga y tomó posición públicamente en contra de Court, de firmes convicciones religiosas.
"Respeto y admiro a Margaret por lo que hizo como tenista. Es probablemente una de las mayores campeonas y de las que más hizo por el deporte femenino australiano, no sólo en el tenis. Pero me disgustan sus opiniones sobre este asunto (…) No está bien. Hay que apoyar no sólo a Casey sino a todos los demás. Ya basta con estos ataques", consideró.
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Después del Abierto de Estados Unidos de 2014, con apenas 18 años, Ashleigh Barty sorprendió anunciando que abandonaba el tenis profesional para ser "una joven normal" e inició luego una corta carrera en el cricket. Volvió un año y medio más tarde al deporte de sus inicios, donde este sábado tocó el cielo conquistando Roland Garros.
"Todo ha ido demasiado rápido para mí. He estado viajando mucho desde muy joven. Quiero tener la experiencia de una chica joven normal, vivir experiencias normales", justificó entonces Barty, mientras ratificaba su retiro.
Pero la vida de chica normal le duró poco y la necesidad de competir en el deporte le llevó a acercarse al cricket. Andy Richards, entrenador de los Queensland Fire y luego de los Brisbane Heat, había detectado ya sus cualidades para ese deporte y Barty comenzó a ejercitarse en el julio siguiente con el equipo.
A principios de 2016, justo después del final de la WBBL, Barty tuvo que decidir cuál era su camino y tras ese año sabático del tenis decidió volver a las raquetas y las bolas amarillas, retomando entonces una carrera que ha terminado siendo exitosa.
"Fue una buena decisión volver al tenis. Es algo por lo que opté de una manera natural, fue una buena decisión", señaló. En su segunda etapa en el tenis, Barty se especializó como doblista, pero en categoría individual empezó pronto a crecer y antes de Roland Garros ya había ganado cuatro torneos.
El primer en el circuito WTA fue el de Kuala Lumpur en 2017 y en 2018 fue ya campeona en dos ocasiones, en Nottingham y en el WTA Elite Trophy de Zhuhai, el considerado 'Masters B' femenino. Este año dio un paso más allá y avisó ya llevándose una de las principales citas, Miami, antes de este primer éxito en un Grand Slam.
El destino ha querido que Barty se haya convertido en la primera australiana en 46 años en proclamarse campeona de Roland Garros, justo desde que Margaret Court se coronara allí por última vez en 1973.
Pese al título, la tenista demostró su desamor por el polvo de ladrillo en más de una ocasión. Una de las cuentas oficiales del circuito femenino de tenis (WTA) recordó las palabras de la oceánica: "Cada semana en arcilla es una semana más cerca de la hierba" y "este año: es campeona del Roland Garros".
El cricket, que se disputa en una de sus superficies preferidas, continúa siendo una pasión para ella, igual que otros deportes, y en Roland Garros admitió que las próximas semanas serán muy cargadas para ella como aficionada y telespectadora.
"Voy a ver el Mundial de fútbol femenino y el Mundial de cricket de hombres. En las próximas semanas hay muchas competiciones deportivas. Estaré pegada a la televisión, como el resto del planeta", explicó.
La joven tenista de 23 años también se refirió a la gran polémica que generó la legendaria ex tenista Margaret Court, cuando dijo en 2017 que el tenis femenino estaba "lleno de lesbianas".
Barty, que tuvo entre sus compañeras de dobles a Casey Dellacqua, abiertamente homosexual, defendió a su amiga y tomó posición públicamente en contra de Court, de firmes convicciones religiosas.
"Respeto y admiro a Margaret por lo que hizo como tenista. Es probablemente una de las mayores campeonas y de las que más hizo por el deporte femenino australiano, no sólo en el tenis. Pero me disgustan sus opiniones sobre este asunto (…) No está bien. Hay que apoyar no sólo a Casey sino a todos los demás. Ya basta con estos ataques", consideró.