Identificaron 323 sitios que el régimen de Corea del Norte utiliza para sus ejecuciones masivas
El número proviene del informe realizado por una ONG de Corea del Sur en base al testimonio de 610 desertores. En algunos casos se llegó fusilar a más de 10 condenados al mismo tiempo ante grandes muchedumbres forzadas a observar
Infobae
Una ONG de Corea del Sur aseguró el martes haber identificado y localizado cientos de patíbulos y fosas comunes empleados regularmente por el régimen norcoreano en sus ejecuciones masivas, destinadas a infundir el miedo en la población.
En el informe de la organización Grupo de Trabajo para la Justicia Transitoria (TJWG por sus siglas en inglés) se asegura haber logrado situar en un mapa 323 lugares empleados comúnmente para realizar ejecuciones en Corea del Norte (318 de estos para fusilamientos públicos), un hermético país comunista donde de acuerdo a la ONU la violación de derechos humanos es sistemática.
A su vez, también dice haber logrado conocer la localización de 25 lugares empleados como fosas comunes para personas ejecutadas y de instalaciones que pueden "contener documentos u otras pruebas relacionadas con estos sucesos".
La organización, que no ha podido cotejar sobre el terreno la información por carecer de acceso a Corea del Norte, ha tardado cuatro años en elaborar el informe, basado en el testimonio de 610 desertores norcoreanos. El primero de estos abandonó el país en 1993, y el último en 2017.
"Las ejecuciones públicas suelen ocurrir en lugares como las orillas o los cauces de los ríos, campos y espacios abiertos, mercados, colinas/montañas, terrenos deportivos y terrenos escolares", asegura el informe, titulado "Mapping the fate of the dead" ("Cartografiando el destino de los muertos").
Estas ejecuciones, empleadas por las autoridades para aleccionar y amedrentar a la población, han sido un tema comúnmente relatado por los norcoreanos que han logrado salir del país, aunque son pocos los trabajos académicos dedicados al tema.
Esta nueva investigación establece que el 83% de encuestados presenció una ejecución pública al menos una vez y el 53% dijo haber sido obligado por las autoridades a observar una ejecución una o más veces.
Las muchedumbres convocadas para observar las ejecuciones pueden llegar a contar con más de 1.000 personas, y un entrevistado reportó haber presenciado un fusilamiento cuando tenía solo siete años.
A su vez, el 16% de los encuestados dijo tener algún familiar que ha sido ejecutado o asesinado por el régimen, y el 27% dijo tener a un pariente desaparecido.
El informe establece también que estas ejecuciones, siempre sumariales pese a que suele haber "breves juicios" antes de los fusilamientos (el método más habitual usado en 29 ocasiones reportadas, mientras que en otras seis ocasiones los condenados fueron colgados), incluyeron ajusticiamiento de más de 10 personas a la vez. De acuerdo al TJWG, esto ocurrió en al menos 19 ocasiones.
Por otra parte, el informe se abstiene de especificar las localizaciones de estos lugares para evitar que el régimen destruya pruebas que podrían usarse para llevar a sus responsables ante la justicia por violaciones de derechos humanos. Pero sí habla de la orilla de un río en el que se han realizado 35 ejecuciones desde la década de 1960, 29 por fusilamiento y 6 por la horca.
A partir de los centenares de entrevistas, los investigadores de TJWG apuntan que las ejecuciones públicas parecen haberse reducido en los últimos tiempos, aunque desconocen si se debe a que el régimen simplemente ha empezado a realizar un mayor número de ellas en secreto.
Algunos de los crímenes más comunes por las que el régimen ha ejecutado personas es el asesinato, el robo de cobre o ganado, así como también actividades "contra el estado" o el cruce ilegal a China.
Hasta el momento se sabe que incluso altos funcionarios del gobierno, como Jang Song Thaek, tío del dictador Kim Jong-un, fueron víctimas de las ejecuciones.
Pero el TJWG ha advertido que los hallazgos no son necesariamente representativos, ya que la mayoría de los desertores provienen de la parte norte del país, cerca de la frontera con China. Además, algunos testimonios de desertores han demostrado no ser correctos.
Al respecto, se especifica una mayor concentración de sitios utilizados para los fusilamientos en la provincia de Hamgyong del Norte, en el noreste del país, seguido por 67 en Ryanggang, en el norte.
A comienzos de este mes surgieron reportes sobre el presunto fusilamiento de funcionarios que participaron el diálogo entre el gobierno de Estados Unidos y Pyongyang, el cual se estancó en febrero. Al respecto, el presidente Donald Trump aseguró "no saber" si los informes eran correctos. "Les gusta culpar a Kim Jong-un inmediatamente", señaló.
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Una ONG de Corea del Sur aseguró el martes haber identificado y localizado cientos de patíbulos y fosas comunes empleados regularmente por el régimen norcoreano en sus ejecuciones masivas, destinadas a infundir el miedo en la población.
En el informe de la organización Grupo de Trabajo para la Justicia Transitoria (TJWG por sus siglas en inglés) se asegura haber logrado situar en un mapa 323 lugares empleados comúnmente para realizar ejecuciones en Corea del Norte (318 de estos para fusilamientos públicos), un hermético país comunista donde de acuerdo a la ONU la violación de derechos humanos es sistemática.
A su vez, también dice haber logrado conocer la localización de 25 lugares empleados como fosas comunes para personas ejecutadas y de instalaciones que pueden "contener documentos u otras pruebas relacionadas con estos sucesos".
La organización, que no ha podido cotejar sobre el terreno la información por carecer de acceso a Corea del Norte, ha tardado cuatro años en elaborar el informe, basado en el testimonio de 610 desertores norcoreanos. El primero de estos abandonó el país en 1993, y el último en 2017.
"Las ejecuciones públicas suelen ocurrir en lugares como las orillas o los cauces de los ríos, campos y espacios abiertos, mercados, colinas/montañas, terrenos deportivos y terrenos escolares", asegura el informe, titulado "Mapping the fate of the dead" ("Cartografiando el destino de los muertos").
Estas ejecuciones, empleadas por las autoridades para aleccionar y amedrentar a la población, han sido un tema comúnmente relatado por los norcoreanos que han logrado salir del país, aunque son pocos los trabajos académicos dedicados al tema.
Esta nueva investigación establece que el 83% de encuestados presenció una ejecución pública al menos una vez y el 53% dijo haber sido obligado por las autoridades a observar una ejecución una o más veces.
Las muchedumbres convocadas para observar las ejecuciones pueden llegar a contar con más de 1.000 personas, y un entrevistado reportó haber presenciado un fusilamiento cuando tenía solo siete años.
A su vez, el 16% de los encuestados dijo tener algún familiar que ha sido ejecutado o asesinado por el régimen, y el 27% dijo tener a un pariente desaparecido.
El informe establece también que estas ejecuciones, siempre sumariales pese a que suele haber "breves juicios" antes de los fusilamientos (el método más habitual usado en 29 ocasiones reportadas, mientras que en otras seis ocasiones los condenados fueron colgados), incluyeron ajusticiamiento de más de 10 personas a la vez. De acuerdo al TJWG, esto ocurrió en al menos 19 ocasiones.
Por otra parte, el informe se abstiene de especificar las localizaciones de estos lugares para evitar que el régimen destruya pruebas que podrían usarse para llevar a sus responsables ante la justicia por violaciones de derechos humanos. Pero sí habla de la orilla de un río en el que se han realizado 35 ejecuciones desde la década de 1960, 29 por fusilamiento y 6 por la horca.
A partir de los centenares de entrevistas, los investigadores de TJWG apuntan que las ejecuciones públicas parecen haberse reducido en los últimos tiempos, aunque desconocen si se debe a que el régimen simplemente ha empezado a realizar un mayor número de ellas en secreto.
Algunos de los crímenes más comunes por las que el régimen ha ejecutado personas es el asesinato, el robo de cobre o ganado, así como también actividades "contra el estado" o el cruce ilegal a China.
Hasta el momento se sabe que incluso altos funcionarios del gobierno, como Jang Song Thaek, tío del dictador Kim Jong-un, fueron víctimas de las ejecuciones.
Pero el TJWG ha advertido que los hallazgos no son necesariamente representativos, ya que la mayoría de los desertores provienen de la parte norte del país, cerca de la frontera con China. Además, algunos testimonios de desertores han demostrado no ser correctos.
Al respecto, se especifica una mayor concentración de sitios utilizados para los fusilamientos en la provincia de Hamgyong del Norte, en el noreste del país, seguido por 67 en Ryanggang, en el norte.
A comienzos de este mes surgieron reportes sobre el presunto fusilamiento de funcionarios que participaron el diálogo entre el gobierno de Estados Unidos y Pyongyang, el cual se estancó en febrero. Al respecto, el presidente Donald Trump aseguró "no saber" si los informes eran correctos. "Les gusta culpar a Kim Jong-un inmediatamente", señaló.