El fantasma de la “Gran Mortandad”: temen que el cambio climático lleve a una extinción masiva como la que casi acaba con la vida hace 252 millones de años
Investigadores dicen la extinción masiva prehistórica que mató al 90% de la especies del mundo ocurrió por la acumulación de gases invernadero en la atmósfera. Esto preocupa a los científicos de hoy quienes estiman que esas condiciones podrían ser un espejo del cambio climático
Infobae
Hace aproximadamente 252 millones de años, ocurrió un evento que casi acabó con toda la vida sobre la tierra. Este evento fue llamado la Extinción masiva del Pérmico-Triásico, pero es conocida por los científicos como la "Gran Mortandad", por su letalidad.
Esta extinción acabó con la vida de el 96% de la flora y fauna que habitaban en los océanos del mundo, y eliminó al 70% de los animales terrestres. Fue tal su grado de destrucción que acabó con un total de 90% de toda la vida en el planeta, y pasaron millones de años hasta que el planeta se volvió a llenar de vida.
Los investigadores y científicos prehistóricos debatieron por mucho tiempo sobre la verdadera causa de este evento tan fatal. Algunos argumentaban que tenía que ver con las lluvias ácidas provocadas por las frecuentes erupciones volcánicas, otros decían que en realidad era el exceso de mercurio por las explosiones de basalto de los volcanes, e incluso algunos le echaban la culpa a las altísimas temperaturas que había naturalmente en ese período.
Pero hace unos meses, un estudio publicado en la revista Science, propuso un hipótesis que servía para explicar cada una de todas las otras razones. El análisis explicaba como el cambio climático, dado a la gran concentración de gases de efecto invernadero -principalmente dióxido de carbono y metano- que habían expulsado las explosiones volcánicas habían generado un gran aumento de la temperatura y esto había hecho que los océanos perdieran gran cantidad de oxígeno, prácticamente sofocando a la gran mayoría de los seres acuáticos.
De manera muy alarmante, estas son las condiciones en las cuales el mundo se ve hoy. Según un reporte del New York Times, en los últimos 50 años, el calentamiento global precipitado por las emisiones de carbono ha reducido los niveles de oxígeno del océano en un 2%. Esta cifra aumentará si los humanos no logran detener el consumo de combustibles fósiles y si la Gran Muerte es una indicación de algo, los resultados podrían ser catastróficos.
Carl Desutch, uno de los autores del estudio publicado en diciembre del año pasado, explica que los cambios de nuestro medio ambiente, causados principalmente por causas humanas, son muy similares a los que causaron la "Gran Muerte"
"Las mismas cosas que causaron la Gran Muerte están sucediendo ahora mismo en nuestro océano hoy como resultado de las actividades humanas", dice, "no con la misma magnitud, sino en la misma dirección". Desutch, quien además es profesor de Oceanografía química en la Universidad de Washington, agrega que al no haber ninguna reducción del las causas antropológicas del cambio climático (quema de combustibles fósiles y deforestación, principalmente) en los últimos 20 años, es muy posible que empezamos ha ver sus efectos exacerbados en los océanos. "Estamos a un 10% de camino a la Gran Muerte, pero no estamos frenando si no acelerando."
Teniendo en cuenta las crecientes temperaturas globales desde la revolución industrial, Desutch y uno de sus coautores Justin Penn, diseñaron un modelo computarizado a gran escala para comparar los resultados de la Gran Mortandad y las condiciones climáticas de hoy.
Intentando averiguar cómo había transcurrido exactamente los sucesos que llevaron a la extinción masiva, Desutch y Penn concluyeron que lo primero que se vio fue una gran pérdida de ecosistemas y biodiversidad. Ya que estos eran esenciales para mantener la vida de muchas plantas y animales marinos. Su pérdida desencadenó un efecto dominó que solo apresuró la subida de temperatura terrestre de manera descontrolada.
En período relativamente corto, la temperatura subió 11° grados Celsius y generó que los océanos perdieran casi un 60% de su oxígeno. La falta de oxígeno, destrucción de ecosistemas y mucha de la forestación, acompañado por altas temperaturas terrestres y fuertes explosiones volcánicas llevaron a la extinción de casi todo lo que estaba vivo en la Tierra.
A pesar de que los expertos esperan que la temperatura de la Tierra suba solo unos 3° o 4° grados para el 2100, los efectos inmediatos del cambio climático ya se sienten en muchas partes del mundo.
Por esto, Desutch y los curadores del Museo Smithsonian de Ciencia Naturales en Washington decidieron armar una exhibición sobre laGran Mortandad. La exhibición, que abrirá la semana que viene, trata sobre la necesidad de mantener una gran biodiversidad mundial para tener una clima estable y explica como las condiciones ambientales actuales son parecidas a las que causaron la extinción.
Scott Wing, el curador principal, dice que hacer la conexión entre la Gran Muerte y lo que está sucediendo ahora es un mensaje que debe ser escuchado. "Hemos superado el marco de nuestra propia historia", dice sobre la raza humana en una entrevista con National Public Radio. "Debido a que somos tan poderosos, somos básicamente una fuerza geológica ahora así como una fuerza humana".
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Hace aproximadamente 252 millones de años, ocurrió un evento que casi acabó con toda la vida sobre la tierra. Este evento fue llamado la Extinción masiva del Pérmico-Triásico, pero es conocida por los científicos como la "Gran Mortandad", por su letalidad.
Esta extinción acabó con la vida de el 96% de la flora y fauna que habitaban en los océanos del mundo, y eliminó al 70% de los animales terrestres. Fue tal su grado de destrucción que acabó con un total de 90% de toda la vida en el planeta, y pasaron millones de años hasta que el planeta se volvió a llenar de vida.
Los investigadores y científicos prehistóricos debatieron por mucho tiempo sobre la verdadera causa de este evento tan fatal. Algunos argumentaban que tenía que ver con las lluvias ácidas provocadas por las frecuentes erupciones volcánicas, otros decían que en realidad era el exceso de mercurio por las explosiones de basalto de los volcanes, e incluso algunos le echaban la culpa a las altísimas temperaturas que había naturalmente en ese período.
Pero hace unos meses, un estudio publicado en la revista Science, propuso un hipótesis que servía para explicar cada una de todas las otras razones. El análisis explicaba como el cambio climático, dado a la gran concentración de gases de efecto invernadero -principalmente dióxido de carbono y metano- que habían expulsado las explosiones volcánicas habían generado un gran aumento de la temperatura y esto había hecho que los océanos perdieran gran cantidad de oxígeno, prácticamente sofocando a la gran mayoría de los seres acuáticos.
De manera muy alarmante, estas son las condiciones en las cuales el mundo se ve hoy. Según un reporte del New York Times, en los últimos 50 años, el calentamiento global precipitado por las emisiones de carbono ha reducido los niveles de oxígeno del océano en un 2%. Esta cifra aumentará si los humanos no logran detener el consumo de combustibles fósiles y si la Gran Muerte es una indicación de algo, los resultados podrían ser catastróficos.
Carl Desutch, uno de los autores del estudio publicado en diciembre del año pasado, explica que los cambios de nuestro medio ambiente, causados principalmente por causas humanas, son muy similares a los que causaron la "Gran Muerte"
"Las mismas cosas que causaron la Gran Muerte están sucediendo ahora mismo en nuestro océano hoy como resultado de las actividades humanas", dice, "no con la misma magnitud, sino en la misma dirección". Desutch, quien además es profesor de Oceanografía química en la Universidad de Washington, agrega que al no haber ninguna reducción del las causas antropológicas del cambio climático (quema de combustibles fósiles y deforestación, principalmente) en los últimos 20 años, es muy posible que empezamos ha ver sus efectos exacerbados en los océanos. "Estamos a un 10% de camino a la Gran Muerte, pero no estamos frenando si no acelerando."
Teniendo en cuenta las crecientes temperaturas globales desde la revolución industrial, Desutch y uno de sus coautores Justin Penn, diseñaron un modelo computarizado a gran escala para comparar los resultados de la Gran Mortandad y las condiciones climáticas de hoy.
Intentando averiguar cómo había transcurrido exactamente los sucesos que llevaron a la extinción masiva, Desutch y Penn concluyeron que lo primero que se vio fue una gran pérdida de ecosistemas y biodiversidad. Ya que estos eran esenciales para mantener la vida de muchas plantas y animales marinos. Su pérdida desencadenó un efecto dominó que solo apresuró la subida de temperatura terrestre de manera descontrolada.
En período relativamente corto, la temperatura subió 11° grados Celsius y generó que los océanos perdieran casi un 60% de su oxígeno. La falta de oxígeno, destrucción de ecosistemas y mucha de la forestación, acompañado por altas temperaturas terrestres y fuertes explosiones volcánicas llevaron a la extinción de casi todo lo que estaba vivo en la Tierra.
A pesar de que los expertos esperan que la temperatura de la Tierra suba solo unos 3° o 4° grados para el 2100, los efectos inmediatos del cambio climático ya se sienten en muchas partes del mundo.
Por esto, Desutch y los curadores del Museo Smithsonian de Ciencia Naturales en Washington decidieron armar una exhibición sobre laGran Mortandad. La exhibición, que abrirá la semana que viene, trata sobre la necesidad de mantener una gran biodiversidad mundial para tener una clima estable y explica como las condiciones ambientales actuales son parecidas a las que causaron la extinción.
Scott Wing, el curador principal, dice que hacer la conexión entre la Gran Muerte y lo que está sucediendo ahora es un mensaje que debe ser escuchado. "Hemos superado el marco de nuestra propia historia", dice sobre la raza humana en una entrevista con National Public Radio. "Debido a que somos tan poderosos, somos básicamente una fuerza geológica ahora así como una fuerza humana".