Donald Trump lanza oficialmente su campaña por la reelección a la presidencia de EEUU en la Florida, un estado clave
El mandatario se presentará en un anfiteatro de Orlando frente a 20.000 personas, con pantallas para que otros miles puedan seguirlo desde el exterior del recinto
Infobae
"2016 no fue sólo una elección más: fue un momento decisivo en la historia de los Estados Unidos", dijo Donald Trump en el lanzamiento oficial de su campaña por la reelección en 2020, en Orlando. "Resultó ser, más que una campaña política, un gran movimiento político. ¡Gracias a ustedes!". Tras saludar al estado de la Florida como su "segundo hogar", al que "a veces lo pienso como mi primer hogar", se dirigió a las personas "que aman su país, aman su bandera y aman a sus hijos, y saben que una nación debe cuidar primero a sus propios ciudadanos".
El vice presidente de los Estados Unidos, Mike Pence, había sido el último en animar a la multitud que esperaba a Trump: "Necesitamos cuatro años más en la Casa Blanca", dijo. "Cuatro años más significan más empleo, más jueces, más apoyo para nuestros soldados. Y hacen falta al menos otros cuatro años para terminar de limpiar este pantano", en alusión a Washington DC.
"Al comenzar la campaña, los insto a que traigan su entusiasmo y su fe", siguió. "Vamos a reelegir a este presidente". Anunció, entonces, la entrada de Trump: "No tienen que creerme a mí. Porque ahora es nuestro gran honor y privilegio presentarles a nuestros amigos, la primera dama y el presidente de los Estados Unidos". Melania Trump, en un vestido amarillo de mangas amplias, y Trump de traje azul oscuro con corbata roja, subieron al escenerio.
Ella fue breve: "Buenas noches, Orlando. Ha sido un honor para mí servir como primera dama de este país durante dos años y estoy ansiosa de hacerlo por otros seis. Estoy orgullosa de lo que mi esposo, su gobierno y toda nuestra familia ha hecho por este país".
Horas antes de presentarse en el Amway Center, Trump había tuiteado: "¡Vean lo que está pasando en Orlando, Florida, ahora mismo! La gente nunca ha visto nada igual (a menos que toques una guitarra). Va a ser salvaje. ¡Los veo luego!". Si hace cuatro años y dos días muchos ironizaron sobre su anuncio, frente a una pequeña multitud, en la Torre Trump, ahora lo hizo en un estadio para 20.000 personas.
Tras hablar de las "noticias falsas" y el "engaño" por lo que se consideró sometido a "lo que ningún presidente antes debió sufrir", que sintetizó como "la caza de brujas más grande de la historia", Trump se refirió a la investigación especial del fiscal Robert Mueller sobre la injerencia rusa en 2016. "1,4 millones de documentos, 500 órdenes de allanamiento, 500 testigos, 2.800 citatorios para declaración. ¿Y qué hallaron? No hubo conspiración, no hubo obstrucción. ¡Y gastaron 40 millones de dólares!".
La campaña salvaje que prometió el primer mandatario comenzó en la Florida no sólo porque, como Nueva York, es uno de los lugares donde suele residir sino porque es uno de los estados que —como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, en 2016, y posiblemente Iowa, Ohio y Arizona el año próximo— definen qué candidato ganará en el Colegio Electoral.
Acaso por esoTrump recurrió a su estilo de confrontación: los demócratas habían ido contra él, sus negocios y su familia, pero en realidad habían ido contra el pueblo estadounidense. Con pausas para que el público abucheara o celebrara ("¡CNN es una porquería!", "¡Estados Unidos, Estados Unidos!"), insistió: "Esta elección no es solo un veredicto sobre lo bien que nos ha ido, sino sobre aquellos que han intentado socavar nuestra democracia".
Los 29 votos que el estado aporta a la elección del presidente son cruciales para obtener los 270 que se necesitan para llegar a la Casa Blanca. Si bien el apoyo de Trump está más en las áreas rurales y en el sur, de fuerte influencia republicana entre la gran población de cubano-americanos, el político eligió Orlando precisamente porque es un bastión demócrata.
En el condado que contiene la ciudad, Orange, Hillary Clinton ganó por el 59,8% hace tres años, y Trump obtuvo 35,4 por ciento. Dado que las primeras encuestas dieron al precandidato opositor Joe Biden como líder de la preferencia allí, a ese público se dirigió el republicano para explicarles que busca un segundo término porque la economía prospera y el desempleo está en su nivel histórico mínimo en medio siglo.
Dijo que el muro en la frontera con México está en construcción: "Vamos a tener más de 400 millas completadas el año que viene. El muro va bien, avanza rápidamente. Es hermoso. Cambié el diseño: es más resistente, más grande, mejor y más barato. Mucho más barato. Hubo que hacerlo: no me dieron el dinero", ironizó.
La polémica alrededor del nombramiento de Brett Kavanaugh en la Corte Suprema, el programa de salud accesible apodado Obamacare, los iniciados de Washington DC que "se dedican a amañar el sistema", "la avalancha de regulaciones que matan los negocios" fueron otros de los temas que mencionó. "¿Se acuerdan? Nos llamaron deplorables", dijo, para más aplausos.
Los organizadores del acto en el Amway Center dijeron que las entradas se habían agotado y que pusieron pantallas gigantes fuera del lugar para que los simpatizantes que no consiguieron sitio pudieran seguir el discurso. "Las noticias falsas no lo informan, pero el entusiasmo republicano tiene un nivel sin precedentes", tuiteó Trump.
A pesar del calor intenso, la humedad y las lluvias, desde temprano un mar de gorros con la leyenda Make America Great Again —"hagamos a Estados Unidos grande de nuevo", la consigna emblemática del presidente en 2016— comenzó a moverse hacia el interior del estadio, al son de "My Heart Will Go On", de Celine Dion, "We Are The Champions", de Queen,y "Macho Man" de Village People.
Mientras que una cantidad de Proud Boys, como se llama la organización de ultraderecha que los agrupa, celebraban con un intento de invadir un rally opositor en un bar de la comunidad LGBTQ, el Stonewall de la calle Church, la nutrida población puertorriqueña de Orlando se manifestó también en las calles, contra "el desastroso manejo" que hizo el presidente, en su opinión, de la devastación que causó en la isla causada el huracán María en 2017.
Jimmy Torres, presidente de Boricua Vota, aseguró a la agencia de noticias EFE que los líderes comunitarios de Orlando no olvidan los cerca de 3.000 muertos dejados por María. "La ineptitud de los dirigentes que nombró Trump en esa tragedia le causaron la muerte a miles de personas. Eso a nosotros nos duele como si hubiese sido ayer", agregó.
El peso de este grupo es grande: con más de 1,3 millones en Florida —más de la mitad de ellos en los condados Hillsborough, Osceola y Orange— ya superaron a los puertorriqueños de Nueva York. Torres agregó que en el estado cerca de un 50% de los puertorriqueños está inscrito como demócrata.
Mientras los ciudadanos se manifestaban, en el interior del Amway Center distintos oradores trataban de crear un buen clima previo a la llegada de Trump al escenario. Entre ellos el segundo hijo del mandatario, Eric, se manifestó "seguro de que todos aquí están con los republicanos" y señaló al espacio reservado para la prensa para decir que los periodistas eran "amargos" y "deshonestos". Tras hablar del muro fronterizo con México, cerró: "Nuestra familia va a pelear con todo por este país".
También habló el hijo mayor, Donald Jr., quien elogió el crecimiento del producto bruto interno, y el administrador de la campaña, Brad Parscale, predijo ante la prensa que en 2020 habrá "una avalancha electoral" que favorecerá a su candidato.
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"2016 no fue sólo una elección más: fue un momento decisivo en la historia de los Estados Unidos", dijo Donald Trump en el lanzamiento oficial de su campaña por la reelección en 2020, en Orlando. "Resultó ser, más que una campaña política, un gran movimiento político. ¡Gracias a ustedes!". Tras saludar al estado de la Florida como su "segundo hogar", al que "a veces lo pienso como mi primer hogar", se dirigió a las personas "que aman su país, aman su bandera y aman a sus hijos, y saben que una nación debe cuidar primero a sus propios ciudadanos".
El vice presidente de los Estados Unidos, Mike Pence, había sido el último en animar a la multitud que esperaba a Trump: "Necesitamos cuatro años más en la Casa Blanca", dijo. "Cuatro años más significan más empleo, más jueces, más apoyo para nuestros soldados. Y hacen falta al menos otros cuatro años para terminar de limpiar este pantano", en alusión a Washington DC.
"Al comenzar la campaña, los insto a que traigan su entusiasmo y su fe", siguió. "Vamos a reelegir a este presidente". Anunció, entonces, la entrada de Trump: "No tienen que creerme a mí. Porque ahora es nuestro gran honor y privilegio presentarles a nuestros amigos, la primera dama y el presidente de los Estados Unidos". Melania Trump, en un vestido amarillo de mangas amplias, y Trump de traje azul oscuro con corbata roja, subieron al escenerio.
Ella fue breve: "Buenas noches, Orlando. Ha sido un honor para mí servir como primera dama de este país durante dos años y estoy ansiosa de hacerlo por otros seis. Estoy orgullosa de lo que mi esposo, su gobierno y toda nuestra familia ha hecho por este país".
Horas antes de presentarse en el Amway Center, Trump había tuiteado: "¡Vean lo que está pasando en Orlando, Florida, ahora mismo! La gente nunca ha visto nada igual (a menos que toques una guitarra). Va a ser salvaje. ¡Los veo luego!". Si hace cuatro años y dos días muchos ironizaron sobre su anuncio, frente a una pequeña multitud, en la Torre Trump, ahora lo hizo en un estadio para 20.000 personas.
Tras hablar de las "noticias falsas" y el "engaño" por lo que se consideró sometido a "lo que ningún presidente antes debió sufrir", que sintetizó como "la caza de brujas más grande de la historia", Trump se refirió a la investigación especial del fiscal Robert Mueller sobre la injerencia rusa en 2016. "1,4 millones de documentos, 500 órdenes de allanamiento, 500 testigos, 2.800 citatorios para declaración. ¿Y qué hallaron? No hubo conspiración, no hubo obstrucción. ¡Y gastaron 40 millones de dólares!".
La campaña salvaje que prometió el primer mandatario comenzó en la Florida no sólo porque, como Nueva York, es uno de los lugares donde suele residir sino porque es uno de los estados que —como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, en 2016, y posiblemente Iowa, Ohio y Arizona el año próximo— definen qué candidato ganará en el Colegio Electoral.
Acaso por esoTrump recurrió a su estilo de confrontación: los demócratas habían ido contra él, sus negocios y su familia, pero en realidad habían ido contra el pueblo estadounidense. Con pausas para que el público abucheara o celebrara ("¡CNN es una porquería!", "¡Estados Unidos, Estados Unidos!"), insistió: "Esta elección no es solo un veredicto sobre lo bien que nos ha ido, sino sobre aquellos que han intentado socavar nuestra democracia".
Los 29 votos que el estado aporta a la elección del presidente son cruciales para obtener los 270 que se necesitan para llegar a la Casa Blanca. Si bien el apoyo de Trump está más en las áreas rurales y en el sur, de fuerte influencia republicana entre la gran población de cubano-americanos, el político eligió Orlando precisamente porque es un bastión demócrata.
En el condado que contiene la ciudad, Orange, Hillary Clinton ganó por el 59,8% hace tres años, y Trump obtuvo 35,4 por ciento. Dado que las primeras encuestas dieron al precandidato opositor Joe Biden como líder de la preferencia allí, a ese público se dirigió el republicano para explicarles que busca un segundo término porque la economía prospera y el desempleo está en su nivel histórico mínimo en medio siglo.
Dijo que el muro en la frontera con México está en construcción: "Vamos a tener más de 400 millas completadas el año que viene. El muro va bien, avanza rápidamente. Es hermoso. Cambié el diseño: es más resistente, más grande, mejor y más barato. Mucho más barato. Hubo que hacerlo: no me dieron el dinero", ironizó.
La polémica alrededor del nombramiento de Brett Kavanaugh en la Corte Suprema, el programa de salud accesible apodado Obamacare, los iniciados de Washington DC que "se dedican a amañar el sistema", "la avalancha de regulaciones que matan los negocios" fueron otros de los temas que mencionó. "¿Se acuerdan? Nos llamaron deplorables", dijo, para más aplausos.
Los organizadores del acto en el Amway Center dijeron que las entradas se habían agotado y que pusieron pantallas gigantes fuera del lugar para que los simpatizantes que no consiguieron sitio pudieran seguir el discurso. "Las noticias falsas no lo informan, pero el entusiasmo republicano tiene un nivel sin precedentes", tuiteó Trump.
A pesar del calor intenso, la humedad y las lluvias, desde temprano un mar de gorros con la leyenda Make America Great Again —"hagamos a Estados Unidos grande de nuevo", la consigna emblemática del presidente en 2016— comenzó a moverse hacia el interior del estadio, al son de "My Heart Will Go On", de Celine Dion, "We Are The Champions", de Queen,y "Macho Man" de Village People.
Mientras que una cantidad de Proud Boys, como se llama la organización de ultraderecha que los agrupa, celebraban con un intento de invadir un rally opositor en un bar de la comunidad LGBTQ, el Stonewall de la calle Church, la nutrida población puertorriqueña de Orlando se manifestó también en las calles, contra "el desastroso manejo" que hizo el presidente, en su opinión, de la devastación que causó en la isla causada el huracán María en 2017.
Jimmy Torres, presidente de Boricua Vota, aseguró a la agencia de noticias EFE que los líderes comunitarios de Orlando no olvidan los cerca de 3.000 muertos dejados por María. "La ineptitud de los dirigentes que nombró Trump en esa tragedia le causaron la muerte a miles de personas. Eso a nosotros nos duele como si hubiese sido ayer", agregó.
El peso de este grupo es grande: con más de 1,3 millones en Florida —más de la mitad de ellos en los condados Hillsborough, Osceola y Orange— ya superaron a los puertorriqueños de Nueva York. Torres agregó que en el estado cerca de un 50% de los puertorriqueños está inscrito como demócrata.
Mientras los ciudadanos se manifestaban, en el interior del Amway Center distintos oradores trataban de crear un buen clima previo a la llegada de Trump al escenario. Entre ellos el segundo hijo del mandatario, Eric, se manifestó "seguro de que todos aquí están con los republicanos" y señaló al espacio reservado para la prensa para decir que los periodistas eran "amargos" y "deshonestos". Tras hablar del muro fronterizo con México, cerró: "Nuestra familia va a pelear con todo por este país".
También habló el hijo mayor, Donald Jr., quien elogió el crecimiento del producto bruto interno, y el administrador de la campaña, Brad Parscale, predijo ante la prensa que en 2020 habrá "una avalancha electoral" que favorecerá a su candidato.