Lauda quería que Mercedes suministrase motores a Red Bull
El austriaco llegó a un preacuerdo con Mateschitz en 2015 para distribuir su unidad de potencia a los de Milton Keynes y ser más competitivos.
As Motor
Si algo caracterizó a Niki Lauda sobre el asfalto fue su afán de querer mejorar y siempre buscar un poco más para brillar por encima del resto. Una filosofía que trasladó a todos los ámbitos de su vida incluso una vez finalizó su trayectoria como piloto, reflejando también esa ambición en la etapa que desarrolló como presidente no ejecutivo junto a Mercedes. El austriaco hizo de los de Brackley lo que es a día de hoy, una estructura ganadora, y en medio de ese camino como confiesa Rond Meadows, director deportivo de los alemanes, luchó por motorizar a Red Bull para seguir creciendo como equipo en el 'Gran Circo'.
Aprovechando que los de Milton Keynes en septiembre de 2015 todavía no habían encontrado un suministrador de propulsores para el siguiente curso, Lauda quiso que fuesen los de la estrella quienes uniesen fuerzas con la estructura de bebidas energéticas y llegó a un preacuerdo con Dietrich Mateschitz para distribuirles sus propulsores aunque, pese a la insistencia del austriaco, no se pudo llevar a cabo. Los alemanes tuvieron que convencer al tricampeón de que esa no era la mejor apuesta, pese a que su intención era hacer de los de Brackley la estructura más competitiva de la parrilla.
"Recuerdo que al principio Niki quería que Red Bull llevara motor Mercedes. Pensaba que nos haría un equipo más fuerte porque tendríamos una competitividad mayor", relataba Meadows en un vídeo de Mercedes que recoge los recuerdos de miembros del equipo sobre el austriaco. Convencerle de que no era un buen movimiento no fue fácil dentro de las filas de Mercedes y sin embargo, fue una de las pocas ocasiones en las que Lauda cedió: "Nosotros no quisimos eso y quisimos mantener el motor sólo para nosotros. Tuvimos que convencerle, pero al final lo entendió. Entiendo que lo quisiera porque su deseo era hacernos mejores cada día".
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Si algo caracterizó a Niki Lauda sobre el asfalto fue su afán de querer mejorar y siempre buscar un poco más para brillar por encima del resto. Una filosofía que trasladó a todos los ámbitos de su vida incluso una vez finalizó su trayectoria como piloto, reflejando también esa ambición en la etapa que desarrolló como presidente no ejecutivo junto a Mercedes. El austriaco hizo de los de Brackley lo que es a día de hoy, una estructura ganadora, y en medio de ese camino como confiesa Rond Meadows, director deportivo de los alemanes, luchó por motorizar a Red Bull para seguir creciendo como equipo en el 'Gran Circo'.
Aprovechando que los de Milton Keynes en septiembre de 2015 todavía no habían encontrado un suministrador de propulsores para el siguiente curso, Lauda quiso que fuesen los de la estrella quienes uniesen fuerzas con la estructura de bebidas energéticas y llegó a un preacuerdo con Dietrich Mateschitz para distribuirles sus propulsores aunque, pese a la insistencia del austriaco, no se pudo llevar a cabo. Los alemanes tuvieron que convencer al tricampeón de que esa no era la mejor apuesta, pese a que su intención era hacer de los de Brackley la estructura más competitiva de la parrilla.
"Recuerdo que al principio Niki quería que Red Bull llevara motor Mercedes. Pensaba que nos haría un equipo más fuerte porque tendríamos una competitividad mayor", relataba Meadows en un vídeo de Mercedes que recoge los recuerdos de miembros del equipo sobre el austriaco. Convencerle de que no era un buen movimiento no fue fácil dentro de las filas de Mercedes y sin embargo, fue una de las pocas ocasiones en las que Lauda cedió: "Nosotros no quisimos eso y quisimos mantener el motor sólo para nosotros. Tuvimos que convencerle, pero al final lo entendió. Entiendo que lo quisiera porque su deseo era hacernos mejores cada día".