Elegimos los mejores episodios de 'Juego de Tronos' (hemos metido dos que no te esperas... y no, no está el final)
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Juego de Tronos se despedía la semana pasada tras nueve años de emisión, ocho temporadas y 73 episodios de los cuales muchos han dejado una huella imborrable en nuestras retinas. El último de ellos, 'El trono de hierro' (8x06), ha sido probablemente el más criticado de toda su trayectoria, pero siempre, por su condición de final, ocupará un lugar entre los capítulos esenciales de la serie que ha cambiado la historia de la televisión.
A favor, en contra, o con sentimientos enfrentados frente al desenlace diseñado por los 'showrunner' David Benioff y D.B. Weiss, la adaptación televisiva de la famosa saga literaria de George R.R. Martin Canción de hielo y fuego nos ha brindado decenas de momentos para el recuerdo y nos ha cautivado con sus magistrales personajes y tramas inesperadas una y cien veces. Gracias a ello, dentro de unos años cuando echemos la vista atrás no solo recordaremos quién se sentó en el tan ansiado Trono de Hierro o cómo Arya Stark acabó en un segundo con el ejército del Rey de la Noche. Recordaremos también cómo descubrimos que estábamos ante una serie como ninguna otra viendo rodar la cabeza de Ned Stark (Sean Bean), cómo volvimos a constatarlo con la inolvidable Boda Roja o cómo cayó el primero de los tres dragones a los que habíamos visto crecer durante temporadas entre un sinfín de detalles más.
A lo largo de sus ocho temporadas, los creadores de Juego de Tronos se han rodeado de guionistas y directores de su confianza que les han ayudado a contar la historia. Muchos de ellos, como Miguel Sapochnik, David Nutter, Neil Marshall, Jeremy Podeswa o el guionista Bryan Cogman -el más importante tras los propios Weiss y Benioff-, han trabajado en varias temporadas y les debemos algunos de los mejores episodios, como los multipremiados 'Más allá del Muro' (7x06), 'La batalla de los bastardos' (6x09), 'Casa Austera' (5x08) o 'Los Niños' (4x10).
Son muchos los episodios que nos han conquistado en esta última década que hemos estado acompañados de Juego de Tronos, pero la redacción de SensaCine se ha animado a elaborar su propio 'top'. ¿Estará tu favorito entre los elegidos?
Juego de Tronos se despedía la semana pasada tras nueve años de emisión, ocho temporadas y 73 episodios de los cuales muchos han dejado una huella imborrable en nuestras retinas. El último de ellos, 'El trono de hierro' (8x06), ha sido probablemente el más criticado de toda su trayectoria, pero siempre, por su condición de final, ocupará un lugar entre los capítulos esenciales de la serie que ha cambiado la historia de la televisión.
A favor, en contra, o con sentimientos enfrentados frente al desenlace diseñado por los 'showrunner' David Benioff y D.B. Weiss, la adaptación televisiva de la famosa saga literaria de George R.R. Martin Canción de hielo y fuego nos ha brindado decenas de momentos para el recuerdo y nos ha cautivado con sus magistrales personajes y tramas inesperadas una y cien veces. Gracias a ello, dentro de unos años cuando echemos la vista atrás no solo recordaremos quién se sentó en el tan ansiado Trono de Hierro o cómo Arya Stark acabó en un segundo con el ejército del Rey de la Noche. Recordaremos también cómo descubrimos que estábamos ante una serie como ninguna otra viendo rodar la cabeza de Ned Stark (Sean Bean), cómo volvimos a constatarlo con la inolvidable Boda Roja o cómo cayó el primero de los tres dragones a los que habíamos visto crecer durante temporadas entre un sinfín de detalles más.
A lo largo de sus ocho temporadas, los creadores de Juego de Tronos se han rodeado de guionistas y directores de su confianza que les han ayudado a contar la historia. Muchos de ellos, como Miguel Sapochnik, David Nutter, Neil Marshall, Jeremy Podeswa o el guionista Bryan Cogman -el más importante tras los propios Weiss y Benioff-, han trabajado en varias temporadas y les debemos algunos de los mejores episodios, como los multipremiados 'Más allá del Muro' (7x06), 'La batalla de los bastardos' (6x09), 'Casa Austera' (5x08) o 'Los Niños' (4x10).
Son muchos los episodios que nos han conquistado en esta última década que hemos estado acompañados de Juego de Tronos, pero la redacción de SensaCine se ha animado a elaborar su propio 'top'. ¿Estará tu favorito entre los elegidos?
'FUEGO Y SANGRE' (1X10)
El final de la primera temporada de Juego de Tronos nos dejó uno de los momentos definitivos. Las leyendas y la magia se hicieron realidad en la ficción y Daenerys (Emilia Clarke) trajo al mundo a tres pequeñas criaturas que más tarde darían mucho que hablar, ganándose en un segundo dos de sus característicos títulos: La madre de dragones, La que no arde. Con tan solo esta escena clave en la que veíamos a la khaleesi salir ilesa entre las llamas de fuego que cubrían la pira funeraria de Drogo, nos dimos cuenta de la fuerza, valentía y de todo el potencial del personaje, quien ha conseguido mantenerse con vida hasta la recta final de la serie, a pesar de todos los que querían atentar contra ella. Por eso, para mí, 'Fuego y sangre' (1x10) y, concretamente, esta escena representan la esencia de Juego de Tronos y, en especial, de la Daenerys que hasta la octava temporada nos había cautivado a todos.
Marta Romero
'AGUASNEGRAS' (2X09)
A Neil Marshall (Centurión), que después dirigiría 'Los vigilantes del Muro' (4x09), le debemos 'Aguasnegras' (2x09), penúltimo episodio de la segunda temporada de Juego de Tronos. El capítulo en cuestión, con una puntuación del 100% en Rotten Tomatoes y un 9,7 en IMDb, se convertía en la primera gran batalla cinematográfica del experimento ideado por David Benioff y D. B. Weiss. Puede que a estas alturas te parezca algo discreto si lo comparas con la espectacularidad posterior de 'La batalla de los bastardos' (6x09) y 'La larga noche' (8x03), pero yo siempre le tendré cariño por esas verdosas explosiones de fuego valyrio que te ponían los pelos de punta y por la formidable interpretación de Peter Dinklage en un acontecimiento que ponía a Tyrion Lannister donde se merecía.
Pero la calidad de 'Aguasnegras' -que incluso consiguió superar lo que nos habíamos imaginado leyendo las páginas de George R.R. Martin- no sólo residía en su épica y en ese festival pirotécnico. También eran 55 intensos minutos de narración admonitoria sobre la crueldad y las consecuencias de la guerra y la constatación -muy típico de Juego de Tronos- de que héroes, villanos y cobardes se exponían por igual, bien a cara descubierta o bien mezclados entre arqueros jinetes y lanceros, tanto en el bando de los Baratheon/Lannister de Desembarco como en el de los Baratheon de Rocadragón.
Curiosamente, y a pesar de su evidente parecido, Marshall evitó visionar la incomparable Batalla del Abismo de Helm de El Señor de los Anillos: Las dos torres -cosa que sí hizo Miguel Sapochnik para preparar 'La larga noche'- y se fijó en Los vikingos (1958) de Richard Fleischer y El reino de los cielos (2005) de Ridley Scott. ¡Y ahí no acaba la cosa! Recuerda hasta qué punto afectaba la contienda a sucesivas tramas: El Perro abandonaba a un cada vez más repelente Joffrey, el por entonces rey de Poniente rechazaba a Sansa y se comprometía con la astuta Margaery y Tywin sustituía como Mano a un herido Tyrion. Y todavía nos quedaban 54 capítulos por delante. Qué buenos tiempos aquellos.
Santiago Gimeno
Santiago Gimeno
'VALAR MORGHULIS' (2X10)
Es posible que al pensar en el mejor episodio de Juego de tronos, 'Valar Morghulis' (2x10) no sea el primero que te venga a la cabeza, pero basta con que nos detengamos un poco para ver que tiene algunas de las claves del resto de temporadas: la muerte de Daenerys, la trayectoria de Tyrion, el poder de Arya y el primer encuentro con los caminantes blancos.
Para empezar, es cuando Daenerys tiene la visión en la Casa de los Eternos, la que, como hemos podido comprobar en el último episodio, adelantaba su borrachera de poder y posterior muerte. Como su propio título indica, también supone la introducción de Valar Morghulis, una de las mejores tramas de la serie. Me gusta, además, porque es la resaca de la batalla de Aguasnegras y vemos cómo Tyrion se ha ganado el respeto de sus hombres -aunque eso no le ha valido para nada de cara a la galería-. Este, a su vez, protagoniza una escena muy emotiva con Shae, cuando aún se querían y planeaban fugarse juntos. ¡Ay, qué mal ha tratado Poniente a mi Lannister favorito! Por último, es cuando Jon, Sam y el grupo de salvajes se encuentran con los caminantes blancos, ¿quién no contuvo el aliento al ver este ejército de no muertos? ¡Tiene todo lo que define a Juego de tronos!
Sara Heredia
'LAS LLUVIAS DE CASTAMERE' (3X09)
Después de superar el estado de shock y el correspondiente duelo por la muerte de Ned Stark -llamado a ser el protagonista de la serie, o al menos eso creíamos nosotros- aprendimos que en Juego de Tronos no hay que encariñarse con los personajes, pero quién iba a esperar que iban a desaparecer de un plumazo dos de los protagonistas principales de una forma tan cruel. Aquellos que hubieran leído los libros previamente tuvieron la oportunidad de hacerse a la idea de lo que iba a ocurrir en ese capítulo, pero el resto no. Concluyó el episodio, #LaBodaRoja era Trending Topic y un spoiler en toda regla. ¡No era para menos! Asistimos como invitados a un sangriento banquete que llega a su esplendor cuando comienza a sonar la melodía de 'Las Lluvias de Castamere'. Robb Stark, su mujer, Talisa Maegyr, y su primogénito no nato, apenas pudieron ser conscientes de que el plato principal eran ellos cuando ya su sangre inundaba el suelo y los Frey reían a carcajadas. Este episodio, con una enorme carga emotiva y visual, alcanza su cúlmen con la desgarradora interpretación de Michelle Fairley (Catelyn Stark) representando el mayor sufrimiento de una madre: ver cómo matan a su hijo. Terminamos el capítulo sorbiéndonos las lágrimas desconsolados, al tiempo que maldecíamos a George R.R. Martín, a HBO y a todo ser viviente que se cruzara en nuestro camino.
Lourdes de Paredes
'EL LEÓN Y LA ROSA' (4X02)
'El león y la rosa' (4x02), segundo episodio de la cuarta temporada y último escrito por George R.R Martin para la serie. Con la boda de Joffrey y Margaery, las torturas de Ramsay a Hediondo y el comienzo de la amistad de Bronn y Jaime como eje central, no podemos negar que se trata de un episodio hecho para el placer de los fans, y a veces, como en esta ocasión, eso sienta muy bien. La tan esperada muerte de Joffrey fue auténtico placer para los espectadores, pero es que además, argumentalmente, es el desencadenante para la creciente ira y sed de venganza de su madre, Cersei. De hecho, antes de la muerte, el personaje de Lena Headey besaba a Margaery Tyrell al estilo "Judas", dejándonos ya una pista de lo que pasaría en el final de la sexta temporada. El envenenamiento de Joffrey también es la razón (o, por lo menos la más importante), de la sed de venganza de Cersei hacia su hermano Tyrion, una disputa que continuaría hasta el último momento y siendo clave para el final de la ficción.
Respecto a Bronn y Jaime, en este episodio comenzó su amistad y el entrenamiento por parte de Bronn para ayudar al Lannister a luchar con su mano izquierda, a pesar de su torpeza. En definitiva, El león y la rosa alberga el momento, desde mi punto de vista, más satisfactorio y clave en los Lannister: la muerte de Joffrey. Si el joven rey no hubiese sido asesinado, quizá los Lannister hubiesen apoyado en la batalla de Invernalia y se hubiese evitado la quema de Desembarco.
Marta González
Marta González
'EL PORTÓN' (6X05)
Me ha resultado muy complicado elegir un episodio de Juego de Tronos que destaque por encima del resto, pero al final los sentimientos mandan, y el dolor que sentí al ver morir a Hodor mientras descubríamos el significado de la única palabra que pronunciaba es incomparable. En una serie en la que no hay buenos y malos absolutos, solo personas tomando decisiones complejas, Hodor era el único adulto realmente inocente, un ser que protegía a Bran a toda costa y que no albergaba una pizca de maldad. Este episodio también es importante para otros personajes como Sansa, a la que comenzamos a ver como una gran estratega y política, o Arya, que prosigue su formación como Nadie haciendo frente a un pasado, y a una venganza, que la persiguen.
Cristina Vega Garrandés
'NADIE' (6X08)
A pesar de los grandes momentos que tiene este capítulo como Arya y su enfrentamiento con la asesina sin rostro, o la Montaña arrancándole la cabeza con sus manos a un fanático del Gorrión Supremo, lo que hace que realmente ame este episodio es el fin para dos grandes nombres; El Pez Negro y el Perro. El episodio abre con el primer hachazo de Sandor Clegane vengando la muerte de Ray, quien le había otorgado una segunda oportunidad para redimirse, dejando de lado la figura del Perro y permitiéndonos ver un Clegane mucho más humano, que se arrepiente de sus crímenes y es capaz de mostrar que le preocupan otras personas.
Y cierra con la última batalla de Brynden Tully, el Pez Negro, un inamovible veterano de guerra, quien ha otorgado numerosas victorias tanto a los Stark como a su propia casa, sin recibir ningún tipo de respeto por los suyos. Muere sin gloria, luchando por su hogar debido a la traición por la cobardía de Edmure Tully, quien como Brynden prevé abre las puertas del castillo, rindiendo el asedio ante los Lannister y poniendo fin a la vida del Pez Negro, la única trucha que quedaba en todo el río capaz de nadar a contracorriente. "No one" o "nadie", como se llama el episodio, hace una referencia al mayor miedo para los grandes líderes de Poniente: La pérdida del legado, del nombre. Los hay como el Perro, que deciden dejarlo atrás y empezar de nuevo, Arya lo vuelve a aceptar para lucirlo con orgullo, y otros quedan manchados por siempre como los Tully.
Félix Colmenar
'LA BATALLA DE LOS BASTARDOS' (6X09)
La sexta temporada de Juego de Tronos tiene uno de los capítulos estrella de la serie. 'La batalla de los bastardos' (6x09) supuso que los Stark -todavía sin saber que Jon Nieve (Kit Harington) es también un Targaryen- recuperasen lo que era suyo y se les arrebató durante seis entregas: Invernalia. Pero también supuso muchas cosas más de cara al porvenir de la serie. Todavía recuerdo lo bien -y lo mal- que lo pasé viendo el capítulo y lo que este dejó patente. Porque no hace falta que una guerra sea descomunal para que se convierta en la más sobresaliente de la serie. Pero ese efectista enfrentamiento entre los Bolton y los Stark también sacó a la luz algo clave de cara al futuro de uno de los personajes de la ficción: la determinación y madurez de Sansa Stark (Sophie Turner) tomando la decisión de utilizar como elemento de estrategia y sorpresa a los caballeros del Valle de Arryn. Además, ella también tuvo su venganza acabando con Ramsay Bolton (Iwan Rheon), uno de los villanos más repulsivos de la serie. Y qué delicia fue ver cómo la futura Reina de Invernalia se lo echaba a los perros.
Andrea Zamora
'VIENTOS DE INVIERNO' (6X10)
Veníamos de 'La batalla de los bastardos' (6x09) y el listón estaba por las nubes. La impresionante batalla librada en Invernalia entre los ejércitos de Ramsay Bolton y Jon Nieve fue un auténtico placer para los sentidos y, encima, en ella habíamos visto morir al despreciable personaje. Sin embargo, tras la por siempre inolvidable batalla, el equipo de Juego de Tronos nos tenía preparado el que sería, a mí parecer, el mejor episodio de toda la serie.
¿Por dónde empezar? Tras un episodio 100% ambientado en Invernalia, 'Vientos de invierno' (6x10) volvía a trasladarnos a Desembarco del Rey para despedirse de la sexta temporada con la peligrosa Cersei ejecutando su esperada venganza: una enorme explosión de fuego valyrio que haría saltar por los aires el Gran Septo y todos los que estaban en su interior: el Gorrión Supremo, por supuesto, pero también Margaery y Loras Tyrell, entre otros. Posteriormente, Tommen se suicida arrojándose por uno de los ventanales de la Fortaleza Roja y Cersei es, para el terror de todos, coronada como Reina de los Siete Reinos. Además, este también es el episodio en el que Jon es proclamado como Rey en el Norte, en el que Arya regresa de Braavos y ejecuta a Walder Frey, y, por si fuera poco, Daenerys y su flota cumplen su objetivo y por fin ponen rumbo a Poniente. Si es que no podía pasar nada más.
Alicia P. Ferreirós
'ROCADRAGÓN' (7X01)
El inicio de la séptima temporada es uno de los capítulos, quizá no más memorables, pero sí más decisivos si tenemos en cuenta que cada una de las tramas que se desarrollan en él actúan a modo de preludio de lo que nos iba a deparar la octava y última entrega de Juego de tronos. Así pues, Arya continúa con su búsqueda particular de la justicia, y acaba con la familia Frey, al más puro estilo Boda Roja. La menor de las Stark vuelve a dejar claro que el Norte no olvida, y que cada vez está más cerca de plantarle cara a Cersei, su objetivo final. La actual reina de los Siente Reinos pisaba sobre Poniente más fuerte que nunca, y advertía a su Jaime que su fin único en la vida en reinar sobre Poniente, caiga quien caiga. Cersei tenía ese primer contacto con el despiadado Euron Greyjoy, quien más adelante se convertiría en su único aliado. Un aliado que no pudo cumplir con sus expectativas.
Por si fuera poco, Sam Tarly descubría, durante su estancia en La Ciudadela, el lugar donde se hallaba la mayor cantidad del preciado vidriagón, el poderoso material capaz de acabar con la vida de los Caminantes Blancos. Y ese lugar no era otro que Rocadragón, la antigua fortaleza de los Targaryen a la que llega Daenerys en este episodio. ¿Quién no se imaginaba, ya por aquel entonces, que el viaje que Jon emprendería hasta el nuevo hogar de la Madre de Dragones tendría como consecuencia el inicio de una de las historias de amor más trágicas de la serie? Sin duda, y analizándolo después de ver los últimos seis episodios de Juego de tronos, ese momento en el que cruza las puertas del castillo que un día fue hogar de su padre, el Rey Loco, ya dejaban entrever sus ansias de poder. ¿Comenzamos? Daenerys pone así -y ante la atenta mirada de Tyrion sobre el inmenso mapa de Poniente- el broche final a este episodio que lo cambió todo.
Por si fuera poco, Sam Tarly descubría, durante su estancia en La Ciudadela, el lugar donde se hallaba la mayor cantidad del preciado vidriagón, el poderoso material capaz de acabar con la vida de los Caminantes Blancos. Y ese lugar no era otro que Rocadragón, la antigua fortaleza de los Targaryen a la que llega Daenerys en este episodio. ¿Quién no se imaginaba, ya por aquel entonces, que el viaje que Jon emprendería hasta el nuevo hogar de la Madre de Dragones tendría como consecuencia el inicio de una de las historias de amor más trágicas de la serie? Sin duda, y analizándolo después de ver los últimos seis episodios de Juego de tronos, ese momento en el que cruza las puertas del castillo que un día fue hogar de su padre, el Rey Loco, ya dejaban entrever sus ansias de poder. ¿Comenzamos? Daenerys pone así -y ante la atenta mirada de Tyrion sobre el inmenso mapa de Poniente- el broche final a este episodio que lo cambió todo.
Lorena Vialás
'BOTINES DE GUERRA' (7X04)
Después de haber visto las ocho temporadas completas de Juego de Tronos, el capítulo 'Botines de guerra' (7x04) supuso un antes y un después en la trama de la serie y en el arco de algunos de sus protagonistas. Desde el regreso de Arya a Invernalia y la adquisición de la famosa daga que más tarde clavaría al Rey de la Noche, hasta el despliegue de Daenerys a lomos de Drogon en su primer encuentro con el ejército Lannister. Aunque no es el más espectacular, ni mucho menos, de toda la ficción, los pequeños detalles son lo que hacen especial a este episodio. Como la primera toma de contacto de Jon Nieve con el dragón predilecto de la Khaleesi, que ya empezó a hacer saltar las alarmas sobre la verdadera identidad del bastardo Stark, y su acercamiento con la Madre de Dragones, cuya futura relación sería el punto de inflexión de la última temporada. No todo son batallas, muertes inesperadas y traiciones en la sombra.
Ana Lasso
'MÁS ALLÁ DEL MURO' (7X06)
No nos quedemos con el mal sabor de boca que nos ha dejado la octava temporada. Juego de Tronos siempre ha tenido grandes momentos. Aunque yo soy más de 'Vientos de Invierno' (6x10), este capítulo de la séptima temporada puede ser mi segundo favorito sin lugar a dudas. Aunque muchas personas lo han criticado sobre todo por la inaudita velocidad que tiene Gendry, el momento en el que el Rey de la Noche acierta a Viserion, perdiendo así Daenerys a uno de sus hijos, y que después este fuese revivido…aún se me pone la piel de gallina de tan solo pensarlo. Todos teorizábamos y esperábamos el último capítulo de esta temporada como agua de mayo. Que después no hayan explotado muy bien a Viserion en la última temporada, es otro cantar. PD: Este capítulo también da a pie a lo que todos disfrutamos: la muerte de Meñique a manos de Arya.
Custodio Guerrero
'LAS CAMPANAS' (8X05)
El penúltimo capítulo de Juego de tronos me voló tanto la cabeza (y me parece tan inmenso en todos los aspectos), que luego de experimentar tantísimas emociones me vi obligado a hacerme un psicoanálisis de emergencia. ¿Se debía a que había tirado la toalla con la serie desde hacía demasiado tiempo? ¿A que estaba harto de que, desde que D&D llevaban en solitario la historia, la serie se hubiera convertido en una fantasía heroica previsible y para toda la familia? Es muy posible todo eso, como también lo es que, simplemente, 'Las campanas' pudo recordarme qué era lo que siempre me había estimulado tanto de Juego de tronos: terror, crueldad, injusticia y, sobre todo, sorpresa. La sorpresa que te hace enmudecer para que, a poco que pienses un poco en ella, descubras que no podía haber ocurrido de otro modo.