Donald Trump, sobre la amenaza del régimen de Irán en el Golfo Pérsico: "Si hacen cualquier cosa, sufrirán mucho"
El presidente de Estados Unidos aseguró que la República Islámica tendrá "un gran problema" si llega a cometer un ataque contra algún interés norteamericano en la región
Infobae
Donald Trump afirmó este lunes que el régimen de Irán cometerá "un gran error" si hace "cualquiera cosa", en un momento en que Washington acusa a Teherán de preparar "ataques" contra los intereses estadounidenses en Medio Oriente.
"Si hacen cualquier cosa, sufrirán mucho. Ellos saben a qué me refiero", advirtió el presidente de Estados Unidos, durante un encuentro con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, en la Casa Blanca.
Asimismo, aseguró que habrá "un gran problema" para Teherán "si algo sucede". "No estarán contentos", subrayó.
Consultado sobre una posible guerra con la República Islámica, indicó: "Veremos qué pasará con Irán".
El gobierno de Trump ha denunciado en la última semana que las autoridades del régimen de Irán, o sus aliados en Medio Oriente, están preparando "ataques inminentes" contra los intereses estadounidenses. En consecuencia, Washington envió un portaaviones, un buque de guerra, bombarderos B-52 y una batería de misiles Patriot a la región para contrarrestar las supuestas amenazas.
El jefe de diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, realizó una visita improvisada a Bruselas este lunes para compartir información confidencial sobre este asunto con sus homólogos europeos.
"Creemos que Irán debe ir por el camino de la discusión en lugar de las amenazas, y han tomado una decisión equivocada al enfocarse en las amenazas", sostuvo el enviado de Estados Unidos a Irán, Brian Hook.
Trump, sin embargo, dijo la semana pasada que estaba listo para mantener conversaciones con los líderes iraníes para alcanzar un nuevo acuerdo, luego de la retirada de Estados Unidos del tratado nuclear de 2015 hace un año.
Pese a este despliegue militar, los Guardianes de la Revolución de Irán, grupo considerado "terrorista" por Washington, aseguraron este domingo que no ven probable una guerra con EEUU y que, en caso de cualquier ataque, tienen la capacidad de responder con firmeza.
A esa tensión se han sumado las denuncias de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita de un sabotaje contra varios de sus barcos este domingo y lunes, respectivamente, en el Golfo Pérsico.
Esas quejas de dos rivales regionales de Teherán llegaron tres días después de que la Autoridad Marítima de Estados Unidos advirtiera sobre posibles actos de sabotaje de "Irán o sus intermediarios locales" contra naves comerciales en el golfo.
Mientras los saudíes y emiratíes pedían una implicación internacional para garantizar la seguridad de las rutas marítimas, el régimen iraní se ha desmarcado del sabotaje a los petroleros y ha denunciado una conspiración para crear inseguridad en la zona.
La tensión en el Golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán.
Como consecuencia, las autoridades persas amenazaron con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que cruza una gran parte del crudo mundial, si las sanciones impuestas por EEUU impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país.
Debido a las sanciones estadounidenses Irán informó el pasado miércoles que suspende la aplicación de algunos de sus compromisos nucleares.
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Donald Trump afirmó este lunes que el régimen de Irán cometerá "un gran error" si hace "cualquiera cosa", en un momento en que Washington acusa a Teherán de preparar "ataques" contra los intereses estadounidenses en Medio Oriente.
"Si hacen cualquier cosa, sufrirán mucho. Ellos saben a qué me refiero", advirtió el presidente de Estados Unidos, durante un encuentro con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, en la Casa Blanca.
Asimismo, aseguró que habrá "un gran problema" para Teherán "si algo sucede". "No estarán contentos", subrayó.
Consultado sobre una posible guerra con la República Islámica, indicó: "Veremos qué pasará con Irán".
El gobierno de Trump ha denunciado en la última semana que las autoridades del régimen de Irán, o sus aliados en Medio Oriente, están preparando "ataques inminentes" contra los intereses estadounidenses. En consecuencia, Washington envió un portaaviones, un buque de guerra, bombarderos B-52 y una batería de misiles Patriot a la región para contrarrestar las supuestas amenazas.
El jefe de diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, realizó una visita improvisada a Bruselas este lunes para compartir información confidencial sobre este asunto con sus homólogos europeos.
"Creemos que Irán debe ir por el camino de la discusión en lugar de las amenazas, y han tomado una decisión equivocada al enfocarse en las amenazas", sostuvo el enviado de Estados Unidos a Irán, Brian Hook.
Trump, sin embargo, dijo la semana pasada que estaba listo para mantener conversaciones con los líderes iraníes para alcanzar un nuevo acuerdo, luego de la retirada de Estados Unidos del tratado nuclear de 2015 hace un año.
Pese a este despliegue militar, los Guardianes de la Revolución de Irán, grupo considerado "terrorista" por Washington, aseguraron este domingo que no ven probable una guerra con EEUU y que, en caso de cualquier ataque, tienen la capacidad de responder con firmeza.
A esa tensión se han sumado las denuncias de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita de un sabotaje contra varios de sus barcos este domingo y lunes, respectivamente, en el Golfo Pérsico.
Esas quejas de dos rivales regionales de Teherán llegaron tres días después de que la Autoridad Marítima de Estados Unidos advirtiera sobre posibles actos de sabotaje de "Irán o sus intermediarios locales" contra naves comerciales en el golfo.
Mientras los saudíes y emiratíes pedían una implicación internacional para garantizar la seguridad de las rutas marítimas, el régimen iraní se ha desmarcado del sabotaje a los petroleros y ha denunciado una conspiración para crear inseguridad en la zona.
La tensión en el Golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán.
Como consecuencia, las autoridades persas amenazaron con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que cruza una gran parte del crudo mundial, si las sanciones impuestas por EEUU impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país.
Debido a las sanciones estadounidenses Irán informó el pasado miércoles que suspende la aplicación de algunos de sus compromisos nucleares.