Declive en población de abejas amenaza seguridad alimentaria
La cantidad de abejas se reduce por las prácticas agrícolas intensivas, el monocultivo, el uso excesivo de productos químicos agrícolas y el cambio climático.
Agencias / Roma
El declive mundial en las poblaciones de abejas supone una seria amenaza para una gran variedad de plantas críticas para el bienestar humano y los medios de vida, advirtió la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El lunes se celebró el Día Mundial de la Abeja y ese organismo considera que los países deberían hacer más para salvaguardar unas aliadas fundamentales en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
Según la FAO la cantidad de abejas y otros polinizadores se está reduciendo en muchas partes del mundo debido, en buena parte, a las prácticas agrícolas intensivas, el monocultivo, el uso excesivo de productos químicos agrícolas y a unas temperaturas más altas asociadas al cambio climático, que afectan no sólo a los rendimientos de los cultivos, sino la nutrición.
Si esta tendencia continúa, cada vez con más frecuencia los cultivos nutritivos como frutas, nueces y muchas verduras serán sustituidos por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las patatas, lo que podría derivar en una dieta desequilibrada.
“Las abejas están bajo la gran amenaza de los efectos combinados del cambio climático, la agricultura intensiva, el uso de pesticidas, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”, dijo el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, en un mensaje de video.
Advirtió que la ausencia de abejas y otros polinizadores eliminaría el café, las manzanas, las almendras, los tomates y el cacao, por nombrar sólo algunos de los cultivos que dependen de la polinización.
Cultivar flores
Los países deben cambiar a políticas y sistemas alimentarios más amigables y más sostenibles para los polinizadores, añadió.
En su mensaje, Graziano da Silva instó a todos a tomar decisiones respetuosas y amigables hacia los polinizadores. “Incluso cultivar flores en casa para alimentar a las abejas es una forma de contribuir a este esfuerzo”, agregó el títular de la FAO.
La falta de abejas y otros polinizadores es uno de los principales factores que están detrás de la pérdida de cultivos en zonas en las que estos insectos actúan, alertaron los apicultores.
En una conferencia en Roma, el vicepresidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultores (Apimondia), Peter Kozmus, se apoyó en distintos mapas del mundo para ilustrar cómo la producción en esas áreas se está resintiendo “porque no hay suficientes polinizadores”. “Hay más de 20.000 especies de abejas, pero muchas de ellas están disminuyendo” por causas como el uso de pesticidas, los cultivos transgénicos, las plagas, la agricultura intensiva, el cambio climático o la urbanización que restringe sus hábitats, lamentó Kozmus.
Un 75% de los cultivos depende de polinizadores
Más del 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización. Los polinizadores, como las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos e incluso los murciélagos, ayudan a que las plantas se reproduzcan, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De hecho, las frutas y las hortalizas son los retoños de las plantas y las semillas, frutas y algunas hortalizas tienen su origen en una planta que ha sido previamente polinizada.
La polinización beneficia la nutrición humana ya que no sólo permite la producción de una gran cantidad de frutas, nueces y semillas, sino también una mayor variedad y mejor calidad.
Casi el 35% de los polinizadores invertebrados –en particular las abejas y las mariposas–, y alrededor del 17% de los polinizadores vertebrados –como los murciélagos– están en peligro de extinción a nivel mundial, advierte la FAO.
Para evitarlo, la profesora emérita de la Universidad de Filipinas Cleofas Rodríguez llamó a investigar más el comportamiento de las plantas para precisar los tiempos de polinización y no aplicar entonces pesticidas que puedan afectar a las abejas.
También recomendó destinar espacio a la plantación de flores y otras plantas para albergar a esos insectos y restaurar los ecosistemas dañados para que estos vuelvan a desempeñar su función, como se hizo en su país con la recuperación de especies nativas tras el paso del tifón Haiyan en 2013, reportó EFE.
De las más de 20.000 especies de abejas solamente siete producen miel y son la las “abejas melíferas occidentales”, que producen 1,6 millones de toneladas de miel cada año.
Agencias / Roma
El declive mundial en las poblaciones de abejas supone una seria amenaza para una gran variedad de plantas críticas para el bienestar humano y los medios de vida, advirtió la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El lunes se celebró el Día Mundial de la Abeja y ese organismo considera que los países deberían hacer más para salvaguardar unas aliadas fundamentales en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
Según la FAO la cantidad de abejas y otros polinizadores se está reduciendo en muchas partes del mundo debido, en buena parte, a las prácticas agrícolas intensivas, el monocultivo, el uso excesivo de productos químicos agrícolas y a unas temperaturas más altas asociadas al cambio climático, que afectan no sólo a los rendimientos de los cultivos, sino la nutrición.
Si esta tendencia continúa, cada vez con más frecuencia los cultivos nutritivos como frutas, nueces y muchas verduras serán sustituidos por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las patatas, lo que podría derivar en una dieta desequilibrada.
“Las abejas están bajo la gran amenaza de los efectos combinados del cambio climático, la agricultura intensiva, el uso de pesticidas, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”, dijo el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, en un mensaje de video.
Advirtió que la ausencia de abejas y otros polinizadores eliminaría el café, las manzanas, las almendras, los tomates y el cacao, por nombrar sólo algunos de los cultivos que dependen de la polinización.
Cultivar flores
Los países deben cambiar a políticas y sistemas alimentarios más amigables y más sostenibles para los polinizadores, añadió.
En su mensaje, Graziano da Silva instó a todos a tomar decisiones respetuosas y amigables hacia los polinizadores. “Incluso cultivar flores en casa para alimentar a las abejas es una forma de contribuir a este esfuerzo”, agregó el títular de la FAO.
La falta de abejas y otros polinizadores es uno de los principales factores que están detrás de la pérdida de cultivos en zonas en las que estos insectos actúan, alertaron los apicultores.
En una conferencia en Roma, el vicepresidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultores (Apimondia), Peter Kozmus, se apoyó en distintos mapas del mundo para ilustrar cómo la producción en esas áreas se está resintiendo “porque no hay suficientes polinizadores”. “Hay más de 20.000 especies de abejas, pero muchas de ellas están disminuyendo” por causas como el uso de pesticidas, los cultivos transgénicos, las plagas, la agricultura intensiva, el cambio climático o la urbanización que restringe sus hábitats, lamentó Kozmus.
Un 75% de los cultivos depende de polinizadores
Más del 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización. Los polinizadores, como las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos e incluso los murciélagos, ayudan a que las plantas se reproduzcan, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De hecho, las frutas y las hortalizas son los retoños de las plantas y las semillas, frutas y algunas hortalizas tienen su origen en una planta que ha sido previamente polinizada.
La polinización beneficia la nutrición humana ya que no sólo permite la producción de una gran cantidad de frutas, nueces y semillas, sino también una mayor variedad y mejor calidad.
Casi el 35% de los polinizadores invertebrados –en particular las abejas y las mariposas–, y alrededor del 17% de los polinizadores vertebrados –como los murciélagos– están en peligro de extinción a nivel mundial, advierte la FAO.
Para evitarlo, la profesora emérita de la Universidad de Filipinas Cleofas Rodríguez llamó a investigar más el comportamiento de las plantas para precisar los tiempos de polinización y no aplicar entonces pesticidas que puedan afectar a las abejas.
También recomendó destinar espacio a la plantación de flores y otras plantas para albergar a esos insectos y restaurar los ecosistemas dañados para que estos vuelvan a desempeñar su función, como se hizo en su país con la recuperación de especies nativas tras el paso del tifón Haiyan en 2013, reportó EFE.
De las más de 20.000 especies de abejas solamente siete producen miel y son la las “abejas melíferas occidentales”, que producen 1,6 millones de toneladas de miel cada año.