Valverde, en la ruta de los grandes entrenadores del Barça
El técnico gana dos Ligas en sus dos primeros años como técnico del Barça. Sólo Enrique Fernández, Helenio Herrera, Van Gaal, Guardiola y Luis Enrique lo habían conseguido.
Juan Jiménez
As
LaLiga número 26 del Barça también señala el rotundo triunfo de Ernesto Valverde, que se convierte en el sexto entrenador de la historia del club azulgrana que gana dos Ligas en sus dos primeros años como técnico. Históricos como Johan Cruyff o técnicos que dejaron huella como Daucik en los 50 o el mismo Rijkaard en la primera década del siglo XXI ganaron Ligas consecutivas pero no lo pudieron conseguir en sus dos primeros cursos. El uruguayo Enrique Fernández, Helenio Herrera, Van Gaal, Guardiola y Luis Enrique son los otros cinco entrenadores que ganaron dos Ligas en sus dos primeros años. Sólo Guardiola ha conseguido tres títulos de Liga en sus tres primeros años.
Valverde ha sido un entrenador mucho más completo de lo que se consideró cuando aterrizó en el Barça, apenas un tipo inteligente y un gestionador de egos en el vestuario, que ya era bastante. El Txingurri ha demostrado un espíritu de victorias insaciable y alcanzó en su primer curso los 93 puntos dejando a 14 puntos al Atlético de Madrid y a 17 al Real Madrid. Este curso vuelve a tener los 90 puntos al alcance y volverá a ganar LaLiga con una amplia diferencia sobre sus seguidores.
Sin estridencias ni subidas de tono, Valverde, un tipo normal apasionado de la fotografía y de salir en bicicleta entre otras aficiones de lo más normal, también ha sido intervencionista a nivel táctico. En la primera temporada supo radiografiar con maestría a la plantilla post-Neymar y se aseguró con un 4-4-2 que resultó una garantía. Este año, después de algunos tumbos en las primeras jornadas (empates ante el Girona y el Athletic en casa, derrota en Leganés) supo encontrar el equilibrio para mantener el 4-3-3 con el que había decidido empezar el curso.
Moderado en las ruedas de prensa y en sus intervenciones postpartido en los flash-interview, nada fáciles a menudo, Valverde es consciente de que su figura ha ido adquiriendo relevancia y que él mismo da la sensación de un técnico más redondo en la segunda temporada. Suele decirlo el presidente, Josep Maria Bartomeu, que ha terminado rendido al Txingurri. Encolerizado después del dramático 3-0 de Roma, Bartomeu, mal aconsejado en algún caso, fue deslizando que podría prescindir de Valverde si no se ganaba la final de Copa al Sevilla en el Wanda. El 5-0 fue una contestación terrorífica del entrenador y del vestuario, que demostró un respaldo absoluto al entrenador en aquella exhibición.
Valverde ha sabido incluso manejar los tiempos de su renovación. Él prefería a esperar para ver las sensaciones que había a final de temporada. Pero tuvo dos certezas. La primera, que tenía sujetado al vestuario y tenía energía para seguir. La segunda, que las cosas irían bien, al menos en LaLiga. El 15 de febrero a las 10:15 horas renovó hasta junio de 2020 con opción a una temporada más. Por entonces aún no era consciente de que estaba a apenas meses de convertirse en el sexto entrenador de la historia que conseguía dos Ligas en sus dos primeros cursos y que empezaría a existir la seria sensación de que puede haber una dinastía Valverde.
As
LaLiga número 26 del Barça también señala el rotundo triunfo de Ernesto Valverde, que se convierte en el sexto entrenador de la historia del club azulgrana que gana dos Ligas en sus dos primeros años como técnico. Históricos como Johan Cruyff o técnicos que dejaron huella como Daucik en los 50 o el mismo Rijkaard en la primera década del siglo XXI ganaron Ligas consecutivas pero no lo pudieron conseguir en sus dos primeros cursos. El uruguayo Enrique Fernández, Helenio Herrera, Van Gaal, Guardiola y Luis Enrique son los otros cinco entrenadores que ganaron dos Ligas en sus dos primeros años. Sólo Guardiola ha conseguido tres títulos de Liga en sus tres primeros años.
Valverde ha sido un entrenador mucho más completo de lo que se consideró cuando aterrizó en el Barça, apenas un tipo inteligente y un gestionador de egos en el vestuario, que ya era bastante. El Txingurri ha demostrado un espíritu de victorias insaciable y alcanzó en su primer curso los 93 puntos dejando a 14 puntos al Atlético de Madrid y a 17 al Real Madrid. Este curso vuelve a tener los 90 puntos al alcance y volverá a ganar LaLiga con una amplia diferencia sobre sus seguidores.
Sin estridencias ni subidas de tono, Valverde, un tipo normal apasionado de la fotografía y de salir en bicicleta entre otras aficiones de lo más normal, también ha sido intervencionista a nivel táctico. En la primera temporada supo radiografiar con maestría a la plantilla post-Neymar y se aseguró con un 4-4-2 que resultó una garantía. Este año, después de algunos tumbos en las primeras jornadas (empates ante el Girona y el Athletic en casa, derrota en Leganés) supo encontrar el equilibrio para mantener el 4-3-3 con el que había decidido empezar el curso.
Moderado en las ruedas de prensa y en sus intervenciones postpartido en los flash-interview, nada fáciles a menudo, Valverde es consciente de que su figura ha ido adquiriendo relevancia y que él mismo da la sensación de un técnico más redondo en la segunda temporada. Suele decirlo el presidente, Josep Maria Bartomeu, que ha terminado rendido al Txingurri. Encolerizado después del dramático 3-0 de Roma, Bartomeu, mal aconsejado en algún caso, fue deslizando que podría prescindir de Valverde si no se ganaba la final de Copa al Sevilla en el Wanda. El 5-0 fue una contestación terrorífica del entrenador y del vestuario, que demostró un respaldo absoluto al entrenador en aquella exhibición.
Valverde ha sabido incluso manejar los tiempos de su renovación. Él prefería a esperar para ver las sensaciones que había a final de temporada. Pero tuvo dos certezas. La primera, que tenía sujetado al vestuario y tenía energía para seguir. La segunda, que las cosas irían bien, al menos en LaLiga. El 15 de febrero a las 10:15 horas renovó hasta junio de 2020 con opción a una temporada más. Por entonces aún no era consciente de que estaba a apenas meses de convertirse en el sexto entrenador de la historia que conseguía dos Ligas en sus dos primeros cursos y que empezaría a existir la seria sensación de que puede haber una dinastía Valverde.
